Participación del Pastor Samuel Murillo Torres, Paz en México

4. Samuel MurilloParticipación del pastor metodista Samuel Murillo Torres en los foros temáticos para el proceso de Paz en México convocados por el Presidente Electo de México

Un gran privilegio y reto el haber sido convocado en nombre del Lic. Andres Manuel Lopez Obrador, Presidente electo de México bajo la dirección y coordinación de la Dra. Loretta Ortiz uno de los foros temáticos para el proceso de Paz en nuestro país. ¿Qué tienen que decir los teólogos y religiones ante la realidad del país? Aquí les comparto el escrito de los ejes temáticos de mi intervención… el proceso ha de ser muy largo y requiere la participación de toda la sociedad… requiere no solo hablar de pacificación desde perspectivas sociales sino como nuestras iglesias deben ser educadas en tales términos de una ética biblica de la no violencia, no exclusión y no discriminación… El gobierno entrante nos llama a las Asociaciones Religiosas a ser parte de este proceso en aquellos lugares en donde tenemos el privilegio pastoral de estar y de acompañar, el proceso del perdón y la reconciliación plena que encontramos en el seno de nuestra fe. Se habla de una cifra aproximada de más de 250,000 muertos y en los foros las familias piden ser acompañadas, pastoreadas… ¿Cómo desde nuestras comunidades podemos crear espacio de escucha activa y reflexión para involucrar a toda la población que necesite ser acompañada y escuchada? Y cuán importante es tener muy claro como ministros de culto lo que es un Estado Laico… Sigamos adelante, porque hay esperanza, porque podemos aportar y veamos siempre por el bien de todos, primero por los más vulnerables, primero los pobres!

Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo

Dr. Alfonso Durazo Montaño

Dra. Loretta Ortiz

Dra. Olga Sánchez Cordero

PRESENTES

Mi nombre es Samuel Efraín Murillo Torres, soy Oficial del Concilio Mundial Metodista (comunión de 80 millones de cristianos), ministro de culto en nuestro país en la Iglesia Metodista de México y especialista en diálogo ecuménico e interreligioso como fuente primaria de unidad y paz desde la fe cristiana y las religiones.

El metodismo es una tradición de origen inglés, a la cual diversos historiadores atribuyen parte del proceso de diálogo y pacificación ante una inminente guerra civil en Inglaterra a fines del siglo XVIII. En México, ha contribuido desde un inicio en el ámbito del servicio y desarrollo social por medio de hospitales, colegios, así como [en] el acompañamiento de movimientos sociales en diversas épocas de nuestra historia. Nuestras bases cristianas se pueden resumir en “pensar y dejar pensar”, buscar “en lo esencial unidad, en lo no esencial, libertad y en todo siempre caridad” y concebimos que, para el desarrollo integral del creyente, “no puede haber santidad personal sin santidad social” para llegar a la virtud cristiana.

Por ello, desde nuestra tradición como metodistas, aplaudimos el diálogo y nos comprometemos ante la apertura del gobierno entrante, el llamado del Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Electo de México, para contribuir por todas las vías y medios posibles en la pacificación y reconciliación de nuestro país en todos los ámbitos que ello pueda implicar.

Preocupaciones y aportaciones

El peligro de centralizar los foros y la escucha activa como un fin en sí mismo. Es importante reconocer que la escucha activa es necesaria. Sin embargo, en medio de la situación compleja en la que nuestro país se encuentra es sólo un primer paso. En la complejidad de algunos temas de violencia e impunidad, un paso muy pequeño, sobre todo cuando dimensionamos y se relaciona con un fin mayor, que es el de proveer y plantear soluciones íntegras y plenas para la dignidad y plenitud humana, siendo parte de un proceso a largo plazo que, sin duda, ha de tomar mucho más que un sexenio gubernamental y debe ser compromiso de toda la sociedad.

No puede haber paz sin justicia. El tema de la impunidad en todos los niveles de nuestra sociedad, el abuso de aquéllos con fuero político o con medios económicos para evadir responsabilidades y consecuencias civiles o penales, debe ser un tema central en los términos de reconciliación mediante el ejercicio de la justicia. Considerando también aquellas mayorías vulnerables que no cuente con garantías individuales y humanas para ser procesados en forma justa por el simple hecho de no ser influyentes o estar muy debajo de aquellas minorías rapaces que saquean al país. El proceso debe contemplar cómo erradicar aquellas prácticas injustas de explotación de nuestras tierras, recursos naturales, de otros seres humanos en forma laboral o sexual, etc. Poblaciones vulnerables: niños y jóvenes, personas con cualquier tipo de discapacidad, adultos mayores, población migrante, pueblos originarios, mujeres, comunidad LGBTQ, etc. Como igleias debemos reflexionar en “la otredad” al acompañar a la víctima y [a] los victimarios, ofrecer lazos de esperanza y nuevas oportunidades de vida a aquellos que desde muy lejos generalizamos como “crimen organizado” o “narcotráfico”. El llamado a ser partícipes de una teología de la esperanza desde aquellos que ejercen la violencia o han sido violentados. Una pastoral para todos, cercanía con esas mayorías vulnerables discriminadas.

Construcción de un Estado Laico fundamentado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con respecto a una plena libertad religiosa. Como ministro metodista, puedo decir que no anhelo una legislación y administración gubernamental que abogue bajo valores o principios de un credo específico, ni siquiera el mío. No necesitamos un gobierno que legisle bajo normas o creencias morales de una religión, un credo o una sola tradición cristiana. Sino que es necesario construir juntos un gobierno que represente y legisle conforme a las necesidades y libertados de su ciudadanía, enfocándose en el cuidado de aquellos más vulnerables en todos los ámbitos humanos. Sin fanatismos ni fundamentalismos. […] Formando grupos religiosos bajo ideologías comunes, que terminan no reflexionando en “la otredad” bajo principios básicos de derechos humanos, dignidad humana y construcción de comunidad bajo el bien común de una población que forma parte de una misma sociedad. Lo anterior, muchas veces resulta en discriminación, violencia, fanatismos y fundamentalismos que, desde la religión, continúan violentando en gran manera a nuestro país y sociedad.

Por lo anterior, el llamado a la diversidad y pluralidad religiosa que el Lic. Andrés Manuel [López Obrador] hace a las religiones y ministros de culto para aportar en el proceso, aunque es muy loable, necesario y apremiante, resulta ser insuficiente ante la realidad del fenómeno religioso tan diverso y a veces tan violento entre sí a lo largo de nuestra nación. ¿Cómo pacificamos desde la religión si desde la religión muchos nos seguimos violentando y discriminando? No podemos ofrecer algo que no tenemos ni vivimos hacia fuera de nuestras comunidades o grupos eclesiales. ¿Cómo ser parte del proceso de una representatividad equitativa en donde la riqueza de todas las espiritualidades sea escuchada? ¿Qué hay de las minorías religiosas que hasta hoy no han sido consultadas?

Si bien estos espacios deben retroalimentarnos sobre cómo formar comunidades de fe mucho más tolerantes y abiertas, considero que la mayoría de las tradiciones de fe y religiones aquí representadas contamos con plataformas internacionales con muchas más experiencia en términos de paz, reconciliación y pacificación. Patriarcados Ortodoxos con mucha experiencia en términos de incidencia pública y pacificación en donde los cristianos son predominantemente ortodoxos, dicasterios de la Iglesia Católica Romana que tiene mucho que aportar y contribuir desde Roma, las comuniones globales de iglesias que surgen de los movimientos de Reforma: Federación Luterana Mundial, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, Alianza Mundial Bautista, Concilio Mundial Metodista (el cual yo represento), y el organismo eclesiástico de mayor representatividad y, considero, con mayor incidencia pública en términos de paz y reconciliación al menos en los últimos setenta años desde la cristiandad, el Consejo Mundial de Iglesias.

Dicho organismo acompañó en su tiempo los procesos de paz durante y después de las dictaduras en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Nicaragua, Guatemala, etc. Acompañó el proceso de pacificación en Sudáfrica durante el encarcelamiento de Mandela y derrocamiento del Apartheid. Actualmente, es el organismo que camina muy de cerca en los procesos de paz en la península coreana, en los conflictos entre Palestina e Israel, que recientemente acompañó el proceso electoral en Zimbawe y, en nuestra región, la búsqueda de tratados de Paz en Colombia durante la administración del presidente Manuel Santos.

Como pastor metodista, representante del Concilio Mundial Metodista, pongo a disposición estas dos plataformas eclesiales mundiales para aportar de todas las formas que se consideren necesarias en el proceso a largo plazo de pacificación nacional; mediante programas y expertos en el tema, desde la fe y la religión. Desde dicha experiencia y plataforma, y con el paso del tiempo, han de surgir propuestas más concretas sobre el proceso que implica construir un gobierno que escuche a todo su pueblo, no sólo la voz de un grupo de iglesias que hablan desde ideologías en común, sino la voz de La Iglesia y las religiones desde su propia diversidad en la búsqueda genuina de vivir en el país un muy necesario proceso de pacificación.

Las iglesias y espiritualidades aquí representadas, realizamos en formas muy diversas una magnífica labor en cuanto a la reconstrucción del tejido social se refiere. Como A.R. tenemos alcance con poblaciones o grupos que ningún otro programa civil o gubernamental tiene. Por ello, debe tomarse con mucha seriedad las implicaciones y normatividad necesaria desde el ámbito legislativo para una mayor y mejor convivencia y contribución eclesiástica ecuménica; que se traduzca en eclesiologías desde una ética de la no violencia y no discriminación, sino más bien fundamentados en el servicio (Diakonía), en comunidad (Koinonía), desde la entrega y sacrificio (Martyiria) constante que nos permita contribuir juntos por la paz, la justicia, por un bien común, dejando a un lado el proselitismo en el que algunos insisten para confirmar a una voz que, por el bien de todos, primero los más vulnerables, primero los pobres.

Un comentario sobre “Participación del Pastor Samuel Murillo Torres, Paz en México

  1. Miembros de mi Familia y yo, por tercera Vez…Votamos por el Lic.Andrés Manuel López Obrador. Siento mucho que mi Papá Terrenal : Juan Milton Velasco Guevara, quien falleció a los 97 años el 16 de Marzo del presente año…. no pudo votar ni ser BENDECIDO Y FELIZ …..de «POR FIN VER EL TRIUNFO», SEGUIMOS UNIDOS…»POR MÉXICO 7:14″.

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