(datos interesantes aparecidos en la primera edición de
El Evangelista Mexicano el 14 de octubre de 1930)
Imágenes cortesía del Archivo Histórico de la IMMAR.

En ocasión del nonagésimo segundo aniversario de la aparición de El Evangelista Mexicano (más coloquialmente, 92 aniversario), queremos acercar un poco a nuestros lectores la publicación original, cuyas páginas nos fueron compartidas de manera digital por la hermana Susana Zapata, quien recién acaba de terminar 8 años de fructífera labor al frente del Archivo Nacional de la Iglesia Metodista. Hermana: reconocemos su don de gentes y su amplia labor en la conservación y organización del material contenido en el Archivo, así como su decidido estímulo para el desarrollo de los capítulos del Archivo en cada una de las conferencias anuales de nuestro querido México.

Asimismo, saludamos con gusto al hermano Eliseo Ríos, nuevo encargado de la Dirección de Archivo e Historia de nuestra Iglesia Metodista, con una amplia trayectoria de colaboración en el capítulo histórico de la Conferencia Anual del Sureste, junto con nuestro hermano Donato Rodríguez. Tanto Eliseo Ríos como Donato Rodríguez son miembros de la Sociedad de Estudios Históricos del Metodismo en México y han creado la página https://www.metodismomexicano.org, donde está digitalizado un considerable número de publicaciones y documentos históricos del metodismo mexicano.

Enseguida, algunos datos interesantes que obtuvimos de ese primer El Evangelista Mexicano del año 1930:

• La sede del periódico se encontraba en la ciudad de Chihuahua, Chih.
• El Evangelista Mexicano era en principio una publicación semanal, como lo atestigua esta nota aparecida en la página 3: “Tenemos mucho gusto en anunciar que el querido hermano Homobono Pinales será el redactor asociado, según el nombramiento que le extendió el Obispo Páscoe. El hermano Pinales nos servirá de ojos para ver cómo se vá haciendo el trabajo, ya que por ahora el Director de este semanario(el subrayado es nuestro) tiene que radicar en la Ciudad de México por las necesidades del trabajo”.
• Aparecen en la página 5 unas palabras dichas por el Pbro. Juan N. Páscoe, antes de ser electo primer Obispo de la Iglesia Metodista de México, tomadas de una participación suya en 1921: “NECESITAMOS UNA IGLESIA NACIONAL METODISTA, no porque no amemos ni necesitemos a nuestros misioneros. Les amamos, les admiramos, y les necesitamos, pero el metodismo necesita amoldarse al espíritu del pueblo. El espíritu del metodismo, como el espíritu del cristianismo, encuentra eco en todos los corazones, pero sus ceremonias y sus formas de gobierno a veces no se adaptan a los pueblos que ministran…Nuestra Constitución política actual demanda una iglesia nacional y nosotros como buenos metodistas debemos escuchar esta demanda”.
• En la página 15 aparece reseñado el proceso para elegir al primer Obispo de la Iglesia Metodista de México, y se hace notar que la elección se dio en la votación número 18, luego de que, por acuerdo de la asamblea, sería nombrado el candidato que obtuviera la mitad más uno de los votos.
• Se menciona en la página 4 que la consagración del primer Obispo se efectuó en un culto especial en la iglesia “La Trinidad”, de Gante número 5, con la asistencia de 1,200 personas.
• Palabras del primer director de la publicación, Vicente Mendoza, aparecidas en la página 2, en la sección “Decíamos ayer…”, para explicar el porqué aceptó este cargo:

Estábamos tranquilamente cumpliendo nuestro deber, sin perspectiva de sacar otra vez la pluma de su envoltura, cuando el movimiento de unión de los dos metodismos nos vino a decir que ya era tiempo, que había necesidad de sacar la pluma, limpiarla del moho de los meses y alistarse para volver otra vez a las lides del periódico cristiano, mensajero gozoso de una verdad, la verdad salvadora de la cual está careciendo el mundo, y de un modo especial nuestra Patria”.

• El comité editorial del primer número de El Evangelista Mexicano, ya como publicación de la naciente Iglesia Metodista de México, estaba integrado según la imagen que aparece enseguida:

Compilación: María Elena Silva Olivares

• Secciones Varias