En qué época de la historia de la humanidad encontramos una relación de maestro-alumno: En la edad de oro de Grecia; en que ciudad: Atenas; Sócrates el maestro, Platón el alumno; aquí probablemente encontramos el comienzo del discipulado. Sócrates no escribió libros. Sus seguidores escuchaban atentamente cada palabra que les hablaba y observaban las cosas que él hacía, a fin de prepararse para enseñar a otros. Aparentemente el sistema dio resultados. Posteriormente Platón fundó la academia donde se continuó enseñando filosofía y ciencia por 900 años.
Jesús uso una relación similar con los hombres que ÉL preparo, para extender el Reino de Dios. Sus discípulos estuvieron con ÉL día y noche por tres años, escucharon sus sermones y memorizaron sus enseñanzas. Lo vieron vivir la vida que les enseño. Después de su ascensión, los discípulos transmitieron las palabras de su Maestro a otros y los estimularon a adoptar su estilo de vida y a obedecer sus mandamientos para toda la vida. Un discípulo es un estudiante que memoriza las palabras, e imita las acciones y estilo de vida de su maestro, en preparación para enseñar a otros.
EL DISCIPULADO BÍBLICO CONSISTE EN INVERTIR LA VIDA EN LA DE OTROS. UN VERDADERO APOSTOLADO.
EL VERDADERO DISCIPULADO ES ADOPTAR UN ESTILO DE VIDA DIFERENTE QUE LE AGRADE A DIOS.
PARA SER UN DISCIPULADO BÍBLICO Y UN VERDADERO DISCIPULADO, LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS DEBEN PRODUCIR EN EL DISCÍPULO TRANSFORMACIÓN Y MULTIPLICACIÓN.
FE EN ACCIÓN: Hermano(a) te invito a reflexionar en tus tiempos de meditación en las siguientes declaraciones: En el discípulo es donde el Espíritu Santo de Dios encuentra terreno fértil y bien preparado para producir su fruto, que es: “Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas 5:22,23). Sin Jesús, el mundo nunca llegará a tener todo lo que ansía. De aquí surge el ansia en el discípulo por comunicar el mensaje del Reino a los que viven aún “Sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza, sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12) y da un paso de fe al decidir ser un discípulo de nuestro Señor Jesucristo y yo Hno. Cuau te puedo declarar bajo la Palabra profética más segura, que tu vida será transformada por la Palabra de Dios para honra y gloria de nuestro Dios y Señor. ¡Anímate hermano(a) a ser cada día más semejante a Jesús!
Tomado de la Biblia del discípulo y de mi experiencia personal con Dios,
Hno. Cuau.
El Evangelista Mexicano 