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SERIE LA IGLESIA.1
¿Qué es la Iglesia?
ORIGEN DE LA IGLESIA. A diferencia de Israel, el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, llamado desde Abraham, y sujeto al Antiguo Pacto dado por Dios a Moisés; y formado exclusivamente por los Hebreos (su raza) Israelitas (descendientes de Israel), y judíos (practicantes de la religión judía, única establecida en todos sus detalles por Dios), Jesucristo prometió el establecimiento de la iglesia como la familia de Dios, formada por todos gentiles e israelitas que aceptaran el Nuevo Pacto, el de la salvación por la gracia (gratuita y por los méritos del sacrifico propiciatorio de Jesucristo en el Calvario).
Jesucristo dijo: «Y yo también te digo que tú eres Pedro (petra: piedrecita), y sobre esta Roca (Jesucristo) edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Por lo tanto, la piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza de ángulo (Mt 16:18 y 21:14).
A la iglesia, le llama Dios: El Israel de Dios, y dice: De manera que la ley fue nuestro ayo para traernos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Mas venida la fe, ya no estamos bajo ayo (el antiguo pacto), porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego (o gentil); no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, entonces simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa (Ga 6:16 y 3:24-29).
Así, a partir del judaísmo del segundo templo (el reconstruido por Zorobabel, Nehemías y Esdras 400 a.C., y ampliado por Herodes el grande 4 a.C.), al ser este destruido por el general romano Tito en el 70 d.C., se originaron, por un lado, el judaísmo rabínico (sin templo, sin sacrificios expiatorios, solo sinagogas), y el cristianismo. Aunque la iglesia estuvo desde antes de la fundación del mundo en la mente de Dios (1ª Pd 1:18-20), el nacimiento formal de la iglesia, se llevó a cabo en el Pentecostés, cuando se cumplió la promesa y profecía del descenso del Espíritu Santo sobre todos los salvos (Jl 2:28-32; Hch 1:8).
QUE ES LA IGLESIA. De acuerdo con la Biblia , la Iglesia , también llamada familia de Dios, cuerpo y esposa de Cristo, es el conjunto único, universal y eterno, formado por todos lo salvos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida (eterna), desde los descendientes de Adán y Eva, salvos por gracia, hasta el último humano que crea, acepte, reciba, y confiese a Jesucristo como su Salvador, antes de que suene la final trompeta, y Jesucristo aparezca en las nubes y regrese para establecer su reino, por mil años en la tierra y en forma sempiterna en la gloria celestial (Ro 12:4, 5; Ef 2:20 y 5:30; Lc 10:20; 1ª Co 15:52; Ap 3:4, 20: 6; Dn 4:34).
Esta Iglesia Universal, incluye a la iglesia victoriosa, gloriosa, o celestial, formada por todos los salvos que ya descansan y gozan de la presencia de Dios y las bendiciones del Paraíso o Seno de Abraham. Pero también incluye a la iglesia terrenal o militante, formada por todos los salvos que aún peregrinan temporalmente en la tierra, rumbo a la patria celestial (Ap 2:7; Lc 16:22). La iglesia terrenal a su vez, esta organizada y formada por las iglesias locales que están esparcidas por todo el mundo.
PARA QUE EXISTE LA IGLESIA. La Biblia dice que nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Así, siendo que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera, nosotros entendemos que la única justificación para que los cristianos permanezcan por un poco más de tiempo en la tierra, antes de partir a la patria celestial, es para que Dios los use en la obra de predicar el evangelio a toda criatura, edificar la iglesia con la sana doctrina, y bendecir al mundo perdido que vaga sin Dios, sin luz y sin esperanza. Pablo decía: Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros (Fil 1: 21 al 24 y 3:20,21; Tit 3:4 al 7).
LA MISION DE LA IGLESIA. De acuerdo con Mateo 28:19 y 20 y Marcos 16:15 y 16, la llamada gran comisión, y el propósito y misión primordial encomendada a la iglesia terrenal o militante es:
- EVANGELIZAR. O sea, predicarles a los perdidos, el evangelio: Las buenas nuevas de que Dios ofrece gratuitamente y por los méritos del sacrificio propiciatorio de Jesucristo en la cruz, salvación y vida eterna, a todo aquel que por fe, cree, acepta, recibe, y confiesa a Jesucristo como su único y suficiente Salvador.
- DISCIPULAR. O sea, edificar a los salvos enseñándoles la sana doctrina que Jesucristo nos dejó en las Sagradas Escrituras, a través de los apóstoles, profetas, y demás escritores de la Biblia.
- BENDECIR AL MUNDO. O sea, en la medida que Dios nos capacite para ello, aliviar las penurias terrenales, temporales y pasajeras de los hermanos en la fe y del resto de los habitantes del mundo, sea que lleguen a ser salvos o no, pues aunque es posible que para los perdidos, ninguna de estas ayudas les acerquen al cielo, Jesucristo en pasajes como Mateo 25: 31-40, promete bendiciones terrenales y premios, reconocimientos y galardones celestiales, para los hijos de Dios que ayudan a los necesitados.
LA VISION DE LA IGLESIA. La misión o propósito de la iglesia (evangelizar y discipular), no puede ni debe cambiar; pero la visión, o sea la forma, estrategia, y métodos que cada cristiano e iglesia local usen para cumplir tal misión, sí pueden y deben cambiar, con el propósito de adecuarse al momento histórico, el lugar geográfico, y la cultura en que cada iglesia local se desarrolle. Así, lo deseable es que cada iglesia se organice y adapte a las circunstancias, y optimice sus recursos disponibles, en beneficio de la sociedad que le rodea.
EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA. Así, aunque de acuerdo a la cultura y otras circunstancias, una iglesia local puede diferir mucho de otra, en cosas como la estrategia que use para cumplir con su misión; o en su tipo de gobierno, estilos de alabanza y adoración; o la forma en que practica los ritos cristianos, todas las iglesias verdaderamente cristianas y evangélicas, independientemente de donde se desarrollen y cómo ministren, deben tener el mismo fundamento doctrinal que no puede ni debe cambiar.
Dice la Biblia : Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu (Ef 2: 19 al 22).
LAS CUATRO DOCTRINAS FUNDAMENTALES. Todos los cristianos evangélicos y verdaderos, reconocen estas cuatro doctrinas fundamentales de la iglesia:
- QUE JESUCRISTO ES DIOS (Jn 1:1-3; 1ª Jn 5:20).
- QUE LA BIBLIA ES LA UNICA Y FINAL AUTORIDAD INFALIBLE EN ASUNTOS DE FE Y DOCTRINA (2ª Ti 3:15-17; Jos 1:7,8).
- QUE LA SALVACION ES EXCLUSIVAMENTE POR GRACIA (Ef 2:8,9).
- QUE HAY CIELO Y HAY INFIERNO (Mt 13:41 y 25:41-46).
A la persona u organización religiosa que no crea en una o más de estas doctrinas fundamentales, no la reconocemos como cristiana, ni como salva, ni como hermana en la fe.
LOS TRES PRINCIPIOS DE UNIDAD, En su oración intercesora Jesucristo oró diciendo: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Jn 17: 20,21).
Los cristianos creemos que seguramente Jesucristo no se refería a la unidad de las diversas iglesias locales, en las formas y apariencias que no trascienden a vida eterna, sino a la unidad en los aspectos doctrinales, espirituales y eternos, pues la Biblia dice que seamos “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos (Ef 4:3 al 6).
Basados en esto, muchos cristianos evangélicos, proclaman estos tres principios:
- UNIDAD EN LO ESENCIAL. O sea, en el Espíritu y las doctrinas fundamentales y trascendentales.
- LIBERTAD EN LO NO ESENCIAL. O sea, las formas de gobierno, adoración y alabanza, etc.
- EN TODAS LAS COSAS AMOR FRATERNAL. O sea, que aprendamos a aceptar, respetar y amar a los cristianos de otras iglesias y a las iglesias de otros cristianos evangélicos, diferentes a nosotros en cosas, creencias y prácticas, que no trascienden a vida eterna.
LAS CUATRO COLUMNAS DE LA IGLESIA. La Biblia enseña que hay cuatro bendiciones divinas que nos sostienen como firmes columnas, mientras peregrinamos en un mundo no cristiano, rumbo a la patria celestial:
- LA FE. Que nos da la seguridad de que por los méritos de Jesucristo, nuestro espíritu ya es salvo, que todos nuestros pecados han sido perdonados, y que tenemos paz con Dios y la vida eterna.
- LA ESPERANZA. Que nos da la seguridad de que para el cristiano, lo mejor aun esta por venir, y que pase lo que pase, al tocar la final trompeta, todo nuestro ser será resucitado, presentado ante Dios irreprensible en espíritu, alma y cuerpo, y trasladado al cielo, salvo de la muerte física, y librado de la condenación eterna.
- EL AMOR DE DIOS. Que nos da la seguridad de que en medio de las tribulaciones de este mundo, Dios esta con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y que nuestra alma puede confiar en todo momento, en que el Buen Padre Celestial, tiene nuestra vida bajo su cuidado y control.
- LA PAZ DE DIOS. Que es la que en los momentos cuando parecen fallarnos la fe y la esperanza, y no sentimos el amor de Dios, nos sostiene firmes mientras pasan el dolor, las pruebas y las horas negras provocadas por los ataques y los dardos enviados por Satanás y sus secuaces.
EL IDEAL O META. El ideal para la iglesia es que llegue a ser un organismo maduro, dinámico (activo), en constate crecimiento y reproducción, y útil en las manos de Dios para completar la obra de Jesucristo en el mundo; lleno de amor y comunión fraternal, en donde se adora, y alaba a nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo, y se predica y proclama, con palabra, conducta y hechos, el glorioso evangelio de Dios, dentro y fuera del templo.
Saludos y espero les sea de bendición y utilidad en alguno de sus múltiples ministerios.

