
Sí, los festejos 2016 del Día de las Madres ya terminaron, y vamos hacia otras conmemoraciones del presente mes de mayo, como lo es el Aniversario del Pentecostés y el Día de los Maestros, entre otras. No obstante, durante el pasado día 10 leímos cosas interesantes que bien vale la pena recuperar, aunque sea algunas pocas, y presentarlas a las madrecitas para que puedan leerlas por primera o segunda vez, incluyendo a nuestros lectores.
VOY SIGUIENDO LOS PASOS DE MI MADRE
Voy siguiendo los pasos de mi madre,
la estela luminosa que ella deja;
adoro la armonía que refleja,
su ejemplo de amor y de entereza.
Voy siguiendo los pasos de mi madre,
la luz de su mirada me ilumina,
el sonido de su voz siempre me anima,
sus brazos me rodean con ternura.
Voy siguiendo los pasos de mi madre,
profunda se sembró en mí su semilla,
herencia invaluable de mi vida.
Dios te bendiga siempre, ¡madre mía!
Dalia Martínez,
Monterrey, N. L.
MUCHAS MUJERES HICIERON EL BIEN, MAS TU SOBREPASAS A TODAS
“Se levantan los hijos y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba…” (Proverbios 31:28,29). Dice un proverbio judío: «Dios no podía estar en todas partes y por ello creó a las madres». Suena un poco hereje, pues Dios es Omnipresente, más bien extiende su amor y presencia a través de estos ángeles que nosotros llamamos MADRE.
Heinrich Neuman, poeta Alemán, dijo con toda sabiduría:
Si tienes una madre todavía,
da gracias al Señor que te ama tanto,
que no todo mortal contar podría
dicha tan grande ni placer tan santo.
El amor más parecido al de Dios es el de una madre. MADRE es el nombre, después del de Dios, con el cual nos quebramos, nos rendimos y le reconocemos. MADRE es la expresión pura y llana de aceptación sin excepción, protección, vida y nutrición. MADRE es sinónimo de amor incondicional e ilimitado. MADRE es cuidado, provisión, expresión de cariños y sentimientos.
Son ellas, dice Erick Fromm, las que nutren de sentimientos, emociones, de la capacidad de dar o recibir (por llevarnos en su vientre), forjan seguridad e identidad.
Octavio Paz, en El Laberinto de la Soledad, dice que el peso de la palabra MADRE lo es todo, cuando se quiere sublimar algo se le equipara a la madre, pero cuando se quiere vulnerar, dañar o someter, se le ofende a la madre; madre sólo hay una, no hay que amarla en pasado o futuro, como dice Pedro Pantoja Santiago, HAY QUE AMARLA EN PRESENTE, en el hoy, en el ahora.
Hoy elevo a Dios una plegaria sencilla al cielo: Gracias Dios por la vida de mi MADRE OLGA AMADOR VALDEZ. Y le digo a mi MADRE: Gracias, porque Dios me dio ese regalo en ti que se llama GRACIA, regalo inmerecido pero que no por eso deja de ser real, y lo disfruto. A TODAS LAS MADRES, FELICIDADES EN SU DIA.
Obispo Fernando Fuentes Amador.
10 de mayo, fecha divina, o divina fecha.
Felicidades Mamitas Lindas
Drernestocontreras@hotmail.com
Hace unos días, estábamos, mi mamá, y tres de mis tías, meditando en que si mi tatarabuela de 14 años, que junto con una de sus hermanas, fue violada y embarazada por un soldado francés, hubiera decidido, con todo el apoyo legal para hacerlo, abortar a su hijo, ninguno de más de 200 de sus descendientes, incluyendo un buen número de siervos fieles de Dios, hubiéramos podido llegar a este mundo.
La enseñanza divina es que, independientemente de si somos el producto de un acto matrimonial lleno de amor, pureza, respeto y responsabilidad, o si llegamos a este mundo como consecuencia de un acto de fornicación, adulterio, violación o incesto, la verdad es que herencia de Jehová son todos los hijos, y cosa de gran estima ante los ojos de Dios, el fruto del vientre (Sal. 127:3). Por lo que es bueno que todos sepan que nadie llegó a este mundo como un accidente de la naturaleza; y también es bueno que entendamos que si estamos aquí, es porque Dios nos ama y tiene un plan maravilloso para nuestra vida y que Él espera que así como las mamitas lindas han cumplido y siguen cumpliendo con excelencia sus ministerios, veinticuatro horas al día, sin domingos, días festivos, vacaciones, ni jubilación, así nosotros también debemos cumplir las tareas encomendadas por Dios, de tal manera que, como ellas, algún día nos podamos presentar ante el tribunal de Cristo aprobados, con la frente en alto, con nuestra medida de buenas obras apretada y rebosante, para recibir de Jesucristo los premios, reconocimientos, galardones y coronas que nos tiene preparadas, y escuchar de labios del Divino Maestro: “Bien siervo bueno y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.”
Por su valor, perseverancia, amor incondicional, y su monumental labor, entre otras muchas otras virtudes, hoy quiero alabar a Dios por mi mamita linda, por la reina preciosísima y mamá de mis hijos, por la maravilla del mundo que es mi hija, y por las bendita nueritas, que son las mamás de mis diez nietos. Además, quiero felicitar a todas las mamitas lindas de la iglesia de Jesucristo, porque son como antorchas que en medio de una generación maligna y perversa, en donde más de 60 millones de mujeres al año, sacrifican y eliminan a sus hijos simplemente porque no son deseados, pero ellas resplandecen como luminares en el mundo; siendo un reto, estímulo, apoyo y buen ejemplo de las nuevas generaciones de adolescentes y madres jóvenes, en palabra, conducta, espíritu, fe y pureza.
¡Que Dios las siga bendiciendo ricamente con el amor sufrido, benigno; sin envidia, no jactancioso, y que no se envanece; que no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; y no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. El amor de Dios que todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta y nunca deja de ser! Que Dios les siga dando la fortaleza y sabiduría de lo alto, para que sigan criando a sus hijos dándoles la mejor herencia que les pueden dejar: La fe en Jesucristo, nuestro Gran Dios y Salvador. Que Dios a su tiempo, les de todos los premios, galardones, coronas y reconocimientos que justamente se merecen, y es mi oración que hoy y todos los días, sus hijos se levanten y las llamen bienaventuradas y que su marido, también las alabe. AMEN. ASI SEA.
El elogio de Dios mismo a la Mujer Virtuosa, lo encontramos en Proverbios 31:10-31 (que todos podemos leer en nuestra Biblia).
