¿Qué es la iglesia?

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Serie vida y doctrina.

¿QUÉ ES LA IGLESIA? ¿ES ACASO UNA EMPRESA?

Ruego a mis pocos lectores sean indulgentes con este escribidor, pues probablemente lo señalado no sea más que su percepción muy particular, y en ese caso su propia razón y verdad, y como tal muy válida, pues denota su legítima preocupación por los últimos acontecimientos, que de acuerdo a su leal saber y entender afectan a nuestra amada Iglesia Metodista de México. Sigo sin entender, ¿por qué? Se nos citó a todos los pastores, durante los cursos del mes de enero, tiempo ha, en las instalaciones del Seminario Gonzalo Báez Camargo, para la presentación con todo bombo y platillo del Plan Rector Nacional, y no así del Plan Operativo Nacional. ¿Cuál es el prurito por magnificar a uno y soslayar a otro?

En mi personal criterio, el P. Rector Nacional no es más que parte de un todo, es decir, el plan de una de las áreas de trabajo de nuestra iglesia, cuyo esfuerzo es muy loable, pero tan digno y loable como el trabajo presentado por las otras. El Salmo 8 nos pregunta: “¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes? ¿Y el hijo del hombre para que lo visites?” He aquí uno de los grandes cuestionamientos de la vida. La identidad personal. La respuesta a la pregunta del salmista en los versículos 5-8, nos habla del sentido de nuestra existencia, nuestra “finalidad”. Quién soy y para qué vivo, se convierten en dudas inquietantes presentes continuamente en la vida personal e institucional. Es fundamental que los cristianos y la iglesia tengan conciencia de su identidad y su finalidad.

La identidad de Jesús estaba en el hecho de ser Hijo de Dios e hijo del hombre. A partir de esto surge el sentido de su misión –salvar, reconciliar, liberar, servir…- En el confuso mundo en que vivimos, en medio de tantas tentaciones, inclusive en el campo de la religiosidad, es fundamental que sepamos quienes somos –nuestra identidad- y para que existimos  -nuestra misión-. A Wesley siempre le preocupó el papel de la experiencia en la teología cristiana. Temía que sus seguidores se dieran por satisfechos con una ortodoxia espiritualmente estancada, desprovista de la vitalidad y el poder que le da una relación personal con Dios.

En uno de sus comentarios más citados, Wesley observó lo siguiente: No tengo miedo de que el pueblo llamado metodista alguna vez deje de existir, ni en Europa ni en América. Pero si temo que sólo exista como una secta muerta, con la forma de una religión pero sin su poder (1786). Según Wesley, el creyente podía experimentar la presencia de Dios de dos maneras diferentes. Tenemos una experiencia exterior de Dios cuando lo vemos actuar en la naturaleza y en las vidas de otras personas. También tenemos una experiencia interior de Dios, por la cual advertimos la presencia divina operando en nuestras vidas, dándonos la seguridad de que somos hijos de Dios y ayudándonos más a vivir en conformidad con la imagen de Cristo en tanto que marchamos por sus caminos de justicia, misericordia y verdad. A la luz de estos pronunciamientos, es urgente señalar cuales son las marcas esenciales de nuestra identidad cristiana y metodista. Todos necesitamos tener unidad en aquello que es esencial. Juan Wesley dice: “prediquen nuestra doctrina, inculquen la experiencia, estimulen la práctica, refuercen la disciplina, si se predica solamente la doctrina, el pueblo será antinomianista; si predicaran solamente la experiencia, será entusiasta; si predicaran solamente la práctica, fariseo; y si se predicase todo eso y no se reforzara la disciplina, el Metodismo será como un jardín, pero sin cercas, expuesto a la destrucción de puercos salvajes”.

I.- EL METODISMO SURGE DE LA EXPERIENCIA CON LA GRACIA DIVINA. El Salmos 63.3, nos dice que “la gracia es mejor que la vida”. Pablo afirma que por la gracia somos salvos mediante la fe. “Esto no viene de ustedes es don de Dios…” Efe.2.8-10. La experiencia con la gracia divina, manifestada por el Padre, Hijo y Espíritu Santo y apropiada por la fe receptiva, amorosa y obediente, es el fundamento de la vivencia metodista. Podemos aceptar o no la gracia. Tenemos libertad (libre albedrio), por la fe nos convertimos en participantes de la acción de la gracia divina. Gracia preveniente, Justificadora y Santificadora, son fundamentos de nuestra fe. Juan Wesley da gran importancia a los medios de Gracia: la iglesia, los sacramentos, la lectura y meditación de la Biblia, la vida devocional, el ayuno, la oración, el culto… medios a través de los cuales el Espíritu actúa. Somos coparticipantes de la gracia divina. Agustín afirmaba: “Aquel que nos hizo sin nosotros, no nos salvará sin nosotros.”

II.- FUENTES DEL CONOCIMIENTO Y DE LA REVELACIÓN DIVINA. Una de las grandes afirmaciones wesleyanas, es la de que él se rehusaba a ser distinguido de los otros hombres, a no ser por los principios del cristianismo –el simple y viejo cristianismo-. Siempre advirtió a sus seguidores para que no redujeran el metodismo a un énfasis u otro en forma aislada o separada. Su conocimiento de Dios, la vivencia de su fe y la evaluación de la religiosidad pasaba por aquello que es llamado como Cuadrilátero: -La Biblia, la experiencia, la razón, la tradición y la creación. La experiencia, la razón y la creación se relacionan e integran a la luz de la Biblia, en la comprensión de Dios, de la vida y de los fenómenos religiosos y misioneros. Podemos evaluar ese hecho a través de la gráfica abajo:

EXPERIENCIA TRADICIÓN, BIBLIA, RAZÓN, CREACIÓN

III.- LA BASE DE NUESTRA IDENTIDAD. Procurando entender, de una forma práctica y dinámica, enumeremos siete elementos básicos de nuestra identidad metodista. Esos elementos que resumen aspectos prácticos de nuestra fe y práctica, están relacionados con lo que hemos enfatizado en los documentos oficiales de la Iglesia Metodista, como énfasis fundamentales de nuestra fe. La siguiente ilustración nos ayuda a entenderlos.

1.- FUERTE ESPIRITUALIDAD Centrarse en la Palabra Experiencia personal Santificación
Vida en el Espíritu, Disciplina personal y comunitaria. Centrarse en la gracia. Obras de piedad.

2.- EVANGELIZACIÓN DINÁMICA Pasión evangelizante. Sacerdocio universal Compromiso con el bienestar de la persona

3.- COMUNIDAD DE APOYO Iglesia: Un cuerpo…organismo Unidad Fe práctica Comunión de fe, adoración

4.- ACCIÓN CONCRETA Vivencia práctica de la fe FE PRÁCTICA. Santificación Vida en el Espíritu compromiso misionero

5.- MINISTERIO TOTAL DE LA Sacerdocio universal IGLESIA Dones y ministerios.

6.- CONEXIÓN MUTUA Somos parte de la Iglesia Universal. COOPERACIÓN. Unidad cristiana Sistema de conexión

7.- EVANGELIO INTEGRAL Compromiso con el bienestar total de la persona Compromiso social Obras de misericordia Viene a cuento lo anterior porque me temo, que nuestra iglesia está perdiendo su verdadero sentido de ser y su espiritualidad, a partir de ser laicos los nombrados en diversas áreas nacionales, y que con su perspectiva de laico, quieren ver a la iglesia como una empresa.

Dejo por sentado que no critico a la persona como tal, sino a sus ideas y su forma peculiar de entender la iglesia, desde un criterio opuesto. ENTIENDASE BIEN CLARO, LA IGLESIA NO ES UNA EMPRESA. LA IGLESIA ES DE DIOS, Y COMO TAL DEBE TRATARSE. No maneja productos y servicios. Maneja almas con su interés en un perfeccionamiento espiritual.

DEFINICIÓN DE EMPRESA: Una empresa es una unidad económico social, integrada por elementos humanos, materiales y técnicos, que tiene el objetivo de obtener utilidades al través su participación en el mercado de bienes y servicios. Para esto, hace uso de los factores productivos, trabajo, tierra y capital. Las empresas pueden clasificarse según la actividad económica que desarrollan. Así, nos encontramos con empresas del sector primario, que obtienen recursos a partir de la naturaleza, como las agrícolas, pesqueras o ganaderas.

Del sector secundario, dedicadas a la transformación de bienes, como las industriales y de la construcción y del sector terciario, empresas que se dedican a la oferta de servicios o al comercio. Otra clasificación válida para las empresas es de acuerdo a su constitución jurídica. Existen empresas individuales, que pertenecen a una sola persona, y societarias, conformadas por varias personas. En este último grupo, las sociedades a su vez pueden ser anónimas, de responsabilidad limitada y de economía social, cooperativas entre otras.

Las empresas también pueden ser definidas según la titularidad del capital; y ya no abundo más sobre ello, porque para los fines de nuestro aserto con esto basta. ¿En qué categoría pone usted a nuestra iglesia, estimado lector? Los recursos tecnológicos, por supuesto que son aplicables a las empresas ¿pero a nuestra iglesia? En fin… Hace años, solo teníamos Secretaria de Evangelismo, y fue la época de mayor expansión. Teníamos la Secretaria de Educación Cristiana, y teníamos la Revista Comino para los Niños, Poder y Vida, para los asuntos de Evangelismo; Vanguardia Juvenil, para el sector de los Jóvenes, El Evangelista Mexicano, que informaba sobre la vida de la iglesia; El Heraldo Mexicano, que era una tribuna teológica para los pastores; Y la Secretaría de Acción Social, con un vasto campo de acción; era la época en que había vocación pastoral de servicio. Hasta dos veces llegamos a tener nuestra propia imprenta. La primera en la calle de Lucerna y la Segunda en Callejón Cinco de Mayo, donada por don Ricardo Zepeda; pero eran pastores los encargados, que tenían la mística y sabían lo que debería ser la iglesia, precisamente por ser pastores. Hoy nada de eso tenemos ¿Cuál es el prurito, para querer estratificar la vida devocional de los congregantes? Al paso que vamos, en un lapso de tiempo que supongo será para el 2023, la iglesia estará llena de miembros con licenciatura en vida cristiana, y si continúa con el siguiente módulo, se podrá graduar con una maestría en vida cristiana, hasta que llegue al Doctorado en vida cristiana y finalmente la vida eterna; ¡ah! Pero eso sí, dependiendo del nivel en que lo coloquen y de los módulos que haya estudiado. ¿No le suena incongruente? Si continúa nuestra iglesia por este camino, quien sabe a dónde llegará.

Todos los grupos, que demuestran mayor crecimiento, tienen una estructura muy simple. Nosotros estamos cargados de una superestructura, en eso somos los amos y señores en relación directa y proporcional a las denominaciones históricas, y decrecemos en lugar de crecer. ¿En dónde está la clave? Pareciera ser más viable, que nos ahorrásemos el gasto de los funcionarios nacionales, y que cada Conferencia instrumentara su propio plan de acción; pues a no ser por la Disciplina, no tenemos más elementos que nos den cohesión como entidad nacional. Tal vez para fines jurídicos las seis conferencias debieran constituirse en una Confederación de Iglesias Metodistas de México, y a lo mejor así obtendríamos mejores resultados; hay que romper con viejos esquemas y paradigmas caducos.

En el libro La Religión Demostrada, los fundamentos de la fe ante la razón y la ciencia, escrito por el P. HILLAIRE, ex profesor del Seminario Mayor de Mende, y revisado por Mons. Agustín Piaggio, se señala: “¿Qué medio estableció nuestro Señor Jesucristo para conservar y propagar la religión cristiana? Y la evidente respuesta es: El medio establecido por Jesucristo es la iglesia. Jesucristo quiso unir a los hombres y a los pueblos entre sí, quiso unirlos a Él, y, por su intermediación unirlos a su Padre. Con este fin, fundó una sociedad religiosa con el fin de recoger los creyentes en El, y para gobernarla instituyó un sacerdocio, cuerpo de pastores encargados de predicar su palabra y de administrar sus sacramentos.

La iglesia como sociedad en su sentido más amplio, comprende el conjunto de los fieles de la tierra, y de los justos que están en las moradas eternas, de ahí, la división bien conocida como iglesia militante e iglesia triunfante. La iglesia militante, considerada históricamente comprende a los verdaderos adoradores de Dios, desde el principio del mundo hasta el fin de los tiempos. La iglesia es una verdadera porque reúne todos los elementos constitutivos como tal. Una sociedad es un conjunto de hombres unidos entre si bajo la misma autoridad para alcanzar un mismo fin por medios comunes”.

Al cumplirse la promesa de la venida del Espíritu Santo, el mismo Jesucristo instituyó la iglesia, bajo la forma de una sociedad visible, exterior como las otras sociedades humanas, y gobernada por autoridades legítimas, y que se sustenta más que nada en una experiencia, que NO PUEDE SER MEDIBLE NI CUANTIFICABLE, para intentar siquiera colocar al feligrés en determinado nivel, para que vaya avanzando de acuerdo a los módulos que le corresponda estudiar. CRASO ERROR. La Disciplina de la Iglesia Metodista de México, la define así: La Iglesia Metodista de México, A. R., es una Iglesia cristiana en la cual se predica la Palabra de Dios y se administran debidamente los sacramentos. Pertenece al gran movimiento Metodista que actualmente es una de las ramas más importantes del protestantismo. El Metodismo surgió en el seno de la Iglesia Anglicana del siglo XVIII que a su vez tuvo su antecedente en la Reforma Protestante del siglo XVI. El Metodismo siempre ha creído que la única prueba infalible del carácter legítimo de cualquier rama de la Iglesia Cristiana, es su capacidad de buscar y salvar a los perdidos, de propagar el espíritu y la vida del Pentecostés, de extender la santidad bíblica sobre toda la tierra, y de transformar al mundo por el Evangelio de Cristo Jesús.

Siempre ha puesto su énfasis principal, no en las formas de la religión, sino en sus elementos esenciales. Cree que las diversas ramas de la Iglesia de Cristo pueden diferenciarse entre sí en ceremonias, en órdenes ministeriales y en gobierno e, incluso, concede a sus miembros libertad de elegir entre los varios modos de recibir el Bautismo y la Cena del Señor. Su culto ordinario no es litúrgico sino libre y espontáneo; pero para la administración de los sacramentos, la ordenación de Pastores, la bendición nupcial, la sepultura de los muertos y otros actos especiales, tiene un ritual, que en su mayor parte ha sido aceptado desde tiempos muy remotos por la Iglesia Universal. El objeto de las reglas, ordenanzas, usos y costumbres del Metodismo es que, por medio de su aplicación y cumplimiento, la Iglesia pueda ejercer siempre y en todas partes su divina y original vocación de liderazgo en la predicación del evangelio; en ser pionera de toda saludable reforma; y en la promoción de las relaciones fraternales con todas las ramas de la única y verdadera Iglesia de Cristo.

Así pues, la Iglesia Metodista de México, A. R., se declara hermana y colaboradora de todo grupo o institución cuya prioridad sea la proclamación y búsqueda de la redención del mundo entero por el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo. COMO SE PUEDE OBSERVAR, LA IGLESIA NO ESTA PARA ESTRATIFICAR A SUS MIEMBROS. Para mayor abundamiento de nuestro aserto, acudamos a las fuentes wesleyanas, en sus cartas y escritos y en sus sermones, descubrimos que Wesley se refiere a la iglesia como: Somos miembros de la iglesia cristiana universal, fundada por nuestro Señor Jesucristo. El calificativo de metodistas surgió como un sobrenombre despectivo, para describir la conducta fervorosa, disciplinada, metódica de un grupo de cristianos sinceros en Inglaterra, durante el siglo XVIII. Ellos dirigidos por el Juan Wesley, ministro de la iglesia Anglicana, formaron un grupo y después una sociedad de creyentes, que vivían el poder transformador de Dios en Jesucristo, creían absolutamente que las Sagradas escrituras son la revelación de Dios, cuyo contenido es suficiente para entender el Plan de Salvación para el Género Humano, y así llegar a disfrutar la vida plena dentro del camino de la santidad”. Y surge la pregunta obligada: ¿Cualquiera de estos elementos, puede ser cuantificable y objeto de colocación del creyente en algún nivel? CRASO ERROR. Se esforzaron en ser usados por Dios para transformar integralmente su mundo, y lo lograron, en lo religioso y en lo social, desde entonces, Dios ha seguido transformando personas, familias, comunidades y países enteros hasta hoy en día, usando a esta parte del Cuerpo de Cristo que llamamos Iglesia Metodista. Actualmente somos más de ochenta millones de metodistas en carca de cien países alrededor del mundo. ¿Qué HACEMOS? Los metodistas nos caracterizamos por luchar en favor de la vida, creemos que es sagrada, por eso estamos en contra del pecado, sus causas y sus consecuencias, como son la injusticia, la ignorancia, la extrema pobreza y la enfermedad. En todos los niveles y expresiones. Glorificamos a Dios proclamamos el evangelio, las buenas noticias de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha revelado el amor de Dios Padre, nos ha perdonado todos nuestros pecados y nos ha asegurado el compañerismo del espíritu Santo. Esforzamos por amar a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, clamamos a Dios nos perfeccione en ese amor, pues constantemente fallamos.

Damos testimonio del Señorío de Jesucristo en nuestras vidas, mediante un servicio con gozo, en nuestras familias, iglesias, escuelas, hospitales y demás instituciones, como comunidad cristiana y en lo personal. Respetamos a los cristianos de otras iglesias y a las iglesias de otros cristianos, (pensamos y dejamos pensar) esperando el mismo o respeto recíproco, extendemos nuestra mano de reconocimiento fraterno. Amamos a nuestro país y a sus símbolos patrios, como ciudadanos guardamos las leyes que rigen a nuestro país y respetamos a nuestros gobernantes, y cotidianamente participamos en el ejercicio de nuestra vocación en la construcción de un México mejor, en el ámbito de nuestras correspondientes competencias; de manera tal que al cumplimentarse los requerimientos de la Secretaria de Gobernación, tenemos nuestros registro como Asociación Religiosa.

Doctrinalmente, creemos que la Biblia es la palabra de Dios, o tal es nuestra máxima autoridad de fe y en conducta y de ella se desprenden las siguientes doctrinas: 1.- Creeos en un solo Dios vivo y verdadero, quien se ha revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Somos Trinitarios. 2.- Creemos que Jesucristo vino al mundo para salvar a todos los hombres y mujeres, mediante el sacrificio de la cruz. 3.- Creemos que todos podemos obtener el beneficio de la salvación si verdaderamente nos arrepentimos y creemos en Jesucristo. 4.- Creemos que Dios nos perdona y nos libera de nuestros pecados, pasados, presentes y futuros, y nos justifica por medio de la fe en Jesucristo. 5. Creemos que Dios obra en nosotros un cambio, nos da un nuevo corazón, para vivir una vida nueva de acuerdo a su voluntad, nos regenera. 6.- Creemos que al aceptar a Cristo como Señor y Salvador, el Espíritu Santo viene a morar en nuestras vidas, nos sella, nos escoge para gloria y honra de Dios. 7.- Creemos que a partir de “ser sellados” se inicia la vida cristiana, que es una vida de santidad, conforme al ejemplo de Cristo y que tiene como meta la perfección, la cual es alcanzable en esta vida. Por lo cual insisto, nada de esto es cuantificable ni medible, es parte de la propia experiencia personal.

Un enfoque de la Eclesiología Wesleyana, nos dice que la iglesia nace del pueblo. En el texto del Dr. José Míguez Bonino, establecido en el folleto “Metodismo: relectura de América Latina”, publicado en 1983, en coedición con UNIMEP, y la Facultad de Teología de la Iglesia Metodista, durante la celebración de la Semana Wesleyana se señala, “Hemos visto que, aunque con sus ambigüedades, Wesley expresó su preocupación por la difícil situación de los pobres y buscar formas (básicamente el bienestar) para aliviarlo. También tratamos de demostrar que su visión teológica, aunque limitada por las restricciones y los argumentos teológicos de su tiempo, ofrece un tema fructífero para nuestra reflexión teológica latinoamericana. Sin embargo, ni Wesley «reformador social», ni Wesley «teólogo» toca el corazón de su preocupación y su trabajo que es pastoral, con lo que responde a las demandas de la gente y los problemas que plantean para la iglesia, encontramos el verdadero genio del primitivo metodismo. Wesley como él lo concibe, la misión del metodismo no es otra que el de «levadura leudato da la masa (la iglesia) a la extensión de «santidad de las Escrituras en todo el país.»

Comienza su tarea como predicador. Pero muy rápidamente se da cuenta de que la pastoral supera la simple notificación por vía oral o conversión individual: Debemos crear las condiciones y estructuras que pueden tomar forma concreta la «santidad» que la Escritura llama en el que el nuevo «sujeto» que nace con la conversión o regeneración de crecer y dar fruto. Es pastoral, con la que responde a las demandas de la gente y los problemas que plantean para la iglesia, encontramos el verdadero genio del primitivo metodismo.

A menudo parte del Artículo XIII de los «Treinta y nueve artículos» y se centra en el término «congregación de creyentes» («Fiel») para resaltar que se trata de una «fe de vida», una confianza segura y «creencia» no sólo aprobación. Aunque el énfasis en Wed fides no elimina la importancia de la «recta doctrina», Wesley se inclina por un requisito mínimo – las doctrinas que son fundamentales para el mensaje – se deja el campo de las opiniones» variadas. Sin embargo, esto no es puramente subjetivo. De ninguna manera excluye a la Iglesia los que viven su fe un tanto formal, sin que la experiencia de vida por el Espíritu y sigue manteniendo la validez del bautismo (infantil) y el acceso objetivo a la familia dela Iglesia. La Iglesia de Inglaterra (Anglicana) sigue abierta para él un lugar donde la gracia de Dios, objetivamente presente el ministerio y los sacramentos, se hace accesible a los hombres para conducirlos a la plena madurez de la santificación que es el verdadero propósito de redención.

La actitud del ministerio de Wesley sobre la cuestión, íntimamente ligada a su relación con la Iglesia Anglicana, apoya y complementa este marco. Wesley, efectivamente acepta el orden triple de su iglesia -”. Esenciales», aunque, con el tiempo, vamos a considerarla como legítima y deseable, pero no Su propósito es ejercer su ministerio en la Iglesia. Así que esto es por todos los medios de alentar a sus seguidores, y luego predicadores laicos que lo acompañan, su diligente participación en los sacramentos y los servicios religiosos. Cuando la situación se vuelve tensa, insiste: «No nos separamos de la Iglesia… a menos que seamos expulsados «(Obras, 8, p. 408). La afirmación se repite con frecuencia y acciones son coherentes con ellos. Pero también le permite escuchar otro acento, «no podemos en conciencia por alto esta oportunidad para salvar las almas, mientras que vivimos» (ibíd., p. 281).

La Iglesia Metodista de México, no debe ser tratada como empresa, puesto que como hemos visto, a lo largo del decurso, los elementos que la integran, son espirituales y no tanto materiales, y por lo tanto en mi criterio muy personal, no son medibles, ni cuantificables, pues quedan en el plano de la experiencia personal, y esto es parte dela vida privada del congregante. Entre sus rasgos distintivos, podemos señalar:

1.- FUERTE ESPIRITUALIDAD. (2ª. Corintios 5.14-17, Romanos 8.15-18; 12.1-2; Efesios 2.1-10) La gracia divina actúa motivando a la persona a aceptar la experiencia de la conversión y de la nueva vida en Cristo. Esa espiritualidad surge de la conversión y es continua y creciente, llevando a la persona a un constante crecimiento en todas sus dimensiones.na espiritualidad en la cual están constantemente presentes los medios de Gracia La oración, la meditación y el estudio de la Biblia, el ayuno, las vigilias, la alabanza, el culto, la predicación, y la edificación de la comunidad y el Sacramento de la comunión. No es una piedad individualista, personalista o separatista, sino comunitaria, abriéndose para una continua acción del Espíritu a nivel personal, comunitario y social. Wesley se preocupaba intensamente por la vivencia interior de su espiritualidad.  La plenitud de la manifestación del espíritu en la vida de la persona y de la comunidad. testifica el lugar fundamental del Espíritu Santo en movimiento. El no sería sólo el Consolador, sino el Sustentador, el Fortalecedor, el Inspirador, el que nutre a todos en el camino de la verdad, el que posibilita la experiencia con la gracia, el recibimiento del don y los frutos de la nueva vida. No hay metodismo auténtico sin la dinámica personal y comunitaria de la fe en su expresión de espiritualidad.

2.- EVANGELIZACIÓN DINÁMICA. (Mateo 28.18-19; II Corintios 5.8-6.1; hechos 1.6-8) La certeza, seguridad, alegría y gozo de la fe hicieron de los metodistas evangélicos dinámicos. La gran bendición del amor divino revelado y experimentado de forma personal y comunitaria sería compartida al través del testimonio. La acción evangelizadora, fue una acción de amor: amor a Dios y al prójimo, expresada en los más diversos medios, procurando llevar el poder del evangelio a las personas y a la vida de la sociedad. Los innovadores cantos, la predicación, las nuevas formas de comunicación del Evangelio, los grupos pequeños de personas, el contacto con los pobres que sufrían y estaban marginados revelan la naturaleza dinámica de la evangelización. El Evangelio se encarna en la realidad que viven las personas y la comunidad. La gracia, y el amor divinos son programados amorosa y vigorosamente. La confianza en la acción del Espíritu Santo y el cumplimiento del mandato misionero llevaron al pueblo metodista a expresar en las más diversas formas, la encarnación del amor divino. Proclamando, anunciando, señalando, viviendo, dando testimonio coherente de la nueva vida y de la nueva dimensión del Evangelio que fue esparcida por todas partes. Hay aquí, el sentimiento profundo de amor y solidaridad para con la persona y sus condiciones de vida. La realidad y las necesidades de las personas y de la comunidad, siempre fueron tomadas en cuenta, posibilitando una interacción dinámica entre las buenas nuevas del evangelio y quien las recibía. La pasión evangelizadora, característica en el pueblo primitivo, el compromiso con el bienestar total de la persona y el sacerdocio universal de todos los creyentes están presentes aquí.

3.- COMUNIDAD DE APOYO. (Hechos 2.42-47; 4.32-35; Efesios 4.11-16; Filipenses 2.1-5) El metodismo surge como un movimiento de restauración de la fe primitiva. La estructura comunitaria surgida a partir del movimiento wesleyano fue decisiva para el crecimiento, profundización y expansion de la obra. Surgen pequeños grupos comunitarios: grupos, clases, sociedades y las conferencias. Todos ellos pasan a representar de forma comunitaria, el agrupamiento amoroso y solidario de aquellos(as) que iban siendo alcanzados. Se forma una comunidad en la cual uno solo era el corazón y el alma de los que creían. Un grupo de apoyo, comunión, solidaridad, ayuda mútua, amor y servicio que empieza a existir entre ellos. El Metodismo, se convierte en una comunidad viva, el cuerpo de Cristo en la expresión de la fe, de la adoración, del amor, de la solidaridad, del crecimiento y del servicio. Esas pequeñas comunidades fueron fundamentales para la vivencia de la fe y el desenvolvimiento del movimiento. La iglesia se ve en su naturaleza como un cuerpo. Un organismo vivo. Una comunidad de fe, adoración, crecimiento, amor, apoyo, solidaridad, cura, gracia y servicio.

4.- CRISTIANISMO PRÁCTICO. (Mateo 7.24-27; Santiago 2.14-26; Job 13.12-17) El metodismo fue una expresión de la fe práctica y actuante; un cristianismo vivo. Procuró vivir la fe en sus dimensiones básicas, en especial (amor dedicado a Dios y al prójimo). Buscaba vivir en el pueblo y junto a otras comunidades cristianas, aquello era fundamental para la práctica de la vida cristiana. Vivir con vitalidad y fidelidad la fe a la luz de la Palabra divina y en la inspiración y sustentación del Espíritu, fue una fuerte característica de los metodistas. La continua busqueda de la perfección cristiana revela esta característica de la fe en el metodismo primitivo. La fe expresada en la práctica de los actos de piedad y de las obras de misericordia, dan testimonio del sentido interior de la santificación y de la acción santificante.

5.- MINISTERIO GLOBAL DE LA IGLESIA. (1ª. Corintios 12.1-11; Efesios 4.7-13; Romanos 12.3-8) Aquí encontramos una fuerza renovadora en el movimiento metodista. El ministerio de la iglesia deja de estar concentrado en el clero. Surgen los laicos y con ellos el trabajo de la mujer. El laico se convierte en el agente principal del movimiento, destacando los laicos y los líderes de grupo. La ampliación, expansión y crecimiento del movimiento tiene su fuerza en los laicos. Wesley crea una forma dinámica de “disciplina personal y comunitaria” para posibilitar el crecimiento y la supervisión de ese ministerio. Los dones y ministerios del espíritu son reconocidos, aceptados, avalados y empleados en la obra misionera de la comunidad metodista. Todavía, esa acción de los laicos debería estar sobre condiciones fundamentales:

A).- Tienes la gracia (la experiencia viva en la gracia).
B).- Tienes los dones (dones que pueden autentificar el ministerio);
C).- Tienes los frutos (que son los resultados objetivos de la gracia, el don produciendo en la vida y en la acción ministerial). El sacerdocio universal de todos los creyentes está aquí presente, haciendo objetivo el compromiso con la misión y el ejercicio de los dones y ministerios.

6.- CONEXIONALIDAD. (Efesios 4.1-6; 1ª. Corintios 12.12-27; Efesios 4.15; 2ª. Corintios 8.1-7) Es el principio de cooperación mutua, de ajuste y cooperación de cada parte. Hay un compromiso de unidad y de interacción en el movimiento metodista. No son acciones individualistas ni separatistas, son más bien acciones que expresan la unidad, diversidad y la reciprocidad de todo el cuerpo. Esa visión de la unidad del Cuerpo de Cristo hizo que Wesley llevara a los metodistas a permanecer integrados en la Iglesia Anglicana. El movimiento metodista sería una fuerza de renovación para la propia iglesia de Inglaterra y de transformación de la nación. Los grupos no son cuerpos partidos, sino integrados unos con otros. La propia fuerza organizacional del movimiento ilustra esa realidad conexional; bandas, clases, y sociedades, uno apoyado en el otro, formando una integraciòn mayor.

El surgimiento de las Conferencias señala de manera más viva, esa realidad. Además de ese aspecto interno y misionero hay también el de la visión de la universalidad de la Iglesia de Cristo, en la cual el reconocimiento, el respeto, el diálogo y la cooperación con los otros grupos cristianos se vuelven de una importancia significativa. Era la búsqueda constante de preservar la unidad del espíritu, en el vínculo de la paz. El corazón del metodismo estaba abierto y las manos extendidas a todos(as) cuantos poseían su corazón en su relación de rectitud y justicia con Dios y con los demás. El sistema conexional es la característica básica y fundamental del metodismo, es una forma de acción en reciprocidad, buscando desenvolver su vocación histórica: reformar la nación, particularmente la iglesia, y esparcir la santidad bíblica sobre la tierra. Tenemos aquí también conciencia de que somos parte de la Iglesia Universal de Jesucristo, de su Unidad, Diversidad y reciprocidad.

7.- EVANGELIO INTEGRAL. (Mateo 9.35-38; Lucas 2.40-52; Jeremías 31.31-33; Ezequiel 36.24-28; Romanos 12.1-2; 6.11-13;Tito 2.11-13; 1ª. Juan 3.16-20) Wesley vivió el evangelio de forma integral. Daba una gran importancia a los aspectos personales de la salvación y de la nueva vida, sin devaluar el sentido social de la fe cristiana. El Evangelio es el poder de Dios destinado a la totalidad de la persona y de la gente. Con él surge de forma dinámica la visión del pecado individual y social, salvación individual y social y santificación individual y social. El testimonio misionero de la comunidad metodista enfrentó a la sociedad de la época con sus realidades y necesidades y la situación concreta en que vivían las personas. El medio ambiente donde viven las personas carece, también de una transformación evangélica. Las fuerzas que oprimen y destruyen la vida de las personas, deben descansar sobre el poder de la gracia divina. El metodismo presente es un desafío en el sentido de que establezcamos lo esencial para la iglesia metodista en su acción pastoral y en lo que nos caracteriza, identifica y da tónica a nuestra mística, visión y acción evangelizadora y de nuestra vivencia misionera. Uno de los grandes énfasis dados al metodismo es que su postura representa una visión práctica y equilibrada de la fe y la vida cristiana.

Con cierta fruición, producto de la curiosidad. He leído con detenimiento el Plan Rector Nacional, y el Operativo Nacional. Y en ambos casos, encuentro que a estas alturas del partido, deberemos de hacer esfuerzos extras por buscar la aplicación de lo viable, y lo inviable conservarlo como un documento histórico. A este respecto me permito hacer mis acotaciones muy personales ¿Cuál es el prurito para tener a fuerza dos libros de estudio al año? ¡Por eso no salimos de la mediocridad! Y del ay se va, para solo salir del paso. El año tiene 52 domingos, que serían los utilizables para el estudio, pero si Génesis se planea hasta Junio, serían solo 26 domingos, y si el libro de Génesis tiene 50 capítulos, no estaríamos estudiando ni siquiera un capitulo por domingo, a no ser que a Desarrollo Cristiano, solo le interese la cantidad y no la calidad, pues solo se estaría viendo muy a la ligera, el estudio incompleto de un capitulo dominical; en lugar de estudiarlo durante todo el año, con la profundidad que se requiere, para ser la historia de la iglesia cristiana. Si queremos que los congregantes entiendan el libro de Génesis a cabalidad, necesitamos estudiar un capítulo cuando menos por domingo; pues si lo usamos como material sustituto del material de la Escuela Dominical, que carecemos, solamente así, se tendría oportunidad de profundizar, dado que el año tiene 52 domingos, y la Escuela Dominical dura en promedio de una hora a hora y media, y solamente el domingo.

Y entonces, cuando se estudiaría el otro libro, Ecclesiastés. Los énfasis anuales no tocan para nada los problemas actuales como: Violencia e inseguridad, homosexualidad, matrimonio entre congéneres, el incremento de divorcios, la desintegración familiar, la trata de personas, la migración y los indocumentados, la prostitución y sus ramificaciones, la intolerancia religiosa, y el trabajo agrícola de los menores, etc. Tampoco se definen, los ministerios, ni los medios de gracia aprobados por la iglesia. Tampoco se mencionan ¿Cuáles son las raíces bíblico doctrinales wesleyanas, buscando el incremento de la práctica de la mayordomía integral y esta no se define.

Dentro del marco teológico, cabe preguntarnos ¿Cuáles son las bases teológicas o doctrinas fundamentales, en que se sustenta? La IMMAR, no tiene un sistema teológico como tal, como una teología sistemática, pues todo su obra doctrinal incide sobre los Sermones de Wesley, donde el hace acotaciones de su muy peculiar manera de interpretar las doctrinas universales, y enfazizar algunas de ellas como características nuestras. Los Artículos de Fe y Religión, desde que Don Manuel V. Flores y el que esto escribe, trabajamos en ellos (siendo él Director y el que esto escribe subdirector, de la Dirección de Literatura y Comunicaciones) y los redactamos e imprimimos, nadie se ha vuelto a ocupar de hacer una revisión y una nueva edición. En cuanto a las Reglas Generales, craso error es no darse cuenta que la Disciplina señala que ya no se practican, pero que las conservamos, solo como un precepto de alto valor histórico.

Dentro del marco conceptual, así como aparece el diseño, concebido en el escritorio está magnífico, pero no se hace la explicación de cada rubro, y entonces es una incongruencia que el marco conceptual, carezca de las definiciones que lo hagan operativo. Acudan en mi auxilio los biblicistas y teólogos, para ayudarme a encontrar un pasaje en las Sagradas Escrituras, en donde se defina el perfil que utilizo Jesucristo para reclutar a los discípulos, y se define el perfil de los primeros cristianos; pues ahora resulta que quienes dan clases en la Escuela Dominical, y lo hacen de muy buena voluntad, ya no podrán hacerlo si no llenan el perfil requerido.

En mi larga trayectoria pastoral, no había visto semejante aberración. Ahora, resulta que deberemos tener instituciones alternas al Seminario, para que quienes deseen ser Obispos o Superintendentes, reciban la adecuada formación, para desempeñar el cargo, conforme al perfil definido. Si ahora pretendemos, que esos hermanos reúnan las características señaladas en el perfil, nadie las reunirá y por consiguiente no tendremos quien quiera colaborar. Insisto, iglesia no es una entidad educativa, la Iglesia es de Dios y el la sostiene mediante la Gracia de su Espíritu Santo, y muy a pesar de nuestros desaciertos.

Dentro del marco técnico pedagógico, las competencias de los (estudiantes) congregantes. Como expresiones académicas están bien, pero en la práctica, cada congregante tiene su propia experiencia personal, y es muy válida, y nadie debe abrogarse el derecho a cuantificarla, y colocar al congregante en determinado nivel, eso es atentatorio de sus derechos humanos a la privacidad de su vida religiosa. El mapa curricular, insiste en ver a los miembros de la Iglesia como estudiantes, en estricto sentido pedagógico no lo son, no asisten a la Escuela, asisten a la Iglesia, y esta provee recursos que ayudan a la formación espiritual del creyente, y no a su formación, profesional pues para eso están instituciones de la iniciativa privada o gubernamentales; esto revela un total desconocimiento de la realidad de nuestras iglesias. Si vamos a las Escrituras, nos preguntaremos ¿En qué nivel estaba Jesús? El solo acertó a decir, no vine para hacer mi voluntad sino la del que me envió. ¿En qué nivel colocó Jesús a sus Discípulos? Los llamo de diversos estratos sociales, y solo acertó a decirles: “Os haré pescadores de hombres” ¿En qué modulo los colocaría Jesús? En fin… Ni el Pastor, ni la Junta de Administradores, deberán abrogarse el derecho a decidir en qué nivel de espiritualidad se encuentran los hermanos de sus congregaciones, es contravenir la privacidad de sus derechos humanos a la adoración a Dios, so pena de una deserción masiva. En los mencionados documentos, no se perciben criterios con los cuales atacar de raíz el mal de la deserción de los miembros de nuestra iglesia. A este respecto, válido será dar una hojeada al estudio realizado por: Life Way Research, traducido y difundido por Fuerza Latina Cristiana, que encontró las diez principales razones por las cuales las personas abandonan su iglesia. 1. La iglesia no me estaba ayudando a desarrollar la espiritualidad (28%). 2. No me sentía comprometido o involucrado en la obra de la iglesia significativamente (20%) 3. Los miembros de la Iglesia eran juiciosos con los demás (18%) 4. El pastor no era un buen predicador (16%). 5. Demasiados cambios (16%) 6. Los miembros parecían hipócritas (15%) 7. La Iglesia no parece ser un lugar donde Dios trabaja (14%) 8. La Iglesia estaba dirigida por un clan que desalentaba la participación (14%) 9. El Pastor era crítico de los demás (14%). 10. Pastor parecía hipócrita (13%).

Si la gente deja su iglesia es un arma de doble filo. Por un lado, puede ser una cosa sana. Puede ser saludable para un pueblo no conforme que salga de una iglesia. Si no están alineados con la visión o si están siendo polémicos, tenemos que permitir que se vayan. Pero por otro lado, dependiendo de cómo y por qué la gente se está yendo, podría ser un síntoma de un problema sistémico preocupante dentro de la iglesia. Una de las mejores prácticas que tratan de implementar en una la Iglesia llamada Big Creek, son las entrevistas de salida para saber el motivo de porqué se retiran de nuestra congregación. Por lo general se realizan por teléfono y duran sólo unos 5 ó 10 minutos. Asegúrese de escuchar – no estar a la defensiva ni excusarte – se utiliza como una oportunidad para aprender. Una entrevista de salida permite saber la razón esencial de porqué se retiran de la iglesia y también utilizar la entrevista como una oportunidad para bendecirlos, orar por ellos por teléfono y así conocer de cómo se puede enfrentar esta deserción en la congregación.

Por lo pronto, mi Comisión de Programa y el que esto escribe, hemos decidido circunscribirnos al plan de Trabajo Distrital, ya planeado con bastante tiempo, y lo que podamos aplicar del Plan Rector y del Plan Operativo Nacional, ya lo iremos adecuando.

EN FIN… ESE ES MI SENTIR. ¿USTED QUE OPINA? Luego no digan que no les advertí.

CON MI AFECTO Y RESPETO, PASTOR ALANIZ

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