Las Finanzas en la Iglesia

las finanzas
El siguiente artículo breve debe ser de interés para pastores y laicos, pues tiene qué ver con la parte más sensible de la administración de la iglesia, misma que demanda de todos nosotros un deliberado propósito por la honestidad delante de Dios y delante de los hombres, según lo sustentamos con la Biblia en 2ª Corintios 8:21, y en nuestra Disciplina en los Art. 831-834. 
El artículo fue escrito por el Contador Marvin Argumedo, y publicado en la Revista La Fuente, de julio de 2016, pág. 21.

¿Conoce el monto y el uso de los fondos de su iglesia?
La importancia de la transparencia financiera en la iglesia. 

Habrá notado que la transparencia toma importancia en la sociedad latinoamericana. Ese vive un momento muy marcado por la desconfianza en el prójimo, las instituciones y el contexto. El índice de Percepción de la Corrupción 2015 concluyó que la corrupción se mantiene como “un problema sistémico”. El Asunto parece más preocupante cuando está en riesgo el recurso financiero. Desearíamos que la preocupación la percibieran sólo las personas e instituciones no cristianes, pero no es así. En diversas congregaciones se muestra inconformidad sobre le manejo de las finanzas sencillamente porque los miembros no conocen el monto y el uso de os fondos que la iglesia administra.

Un problema de cosmovisión

La tendencia a diferenciar entre lo secular y lo sagrado conduce a creer que los principios de administración financiera sólo son aplicables a empresas comerciales, pero no a la iglesia. Aldo Broda, administrador cristiano, señala que “la empresa evangélica no es distante de la secular, aunque es superior. Lo es por el propósito que la anima y porque la dirige el Señor”. Insistir en una diferencia resultará en un doble sistema de estándares, para asuntos espirituales y asuntos seculares (como las finanzas). Esto le conducirá a apelar a una relación saludable con Dios en términos espirituales, pero no le será posible reflejarla en términos más visibles como en la administración financiera de su iglesia.

Administre con transparencia

La escasez de administración no es lo que debe preocuparle; de alguna forma todos hacemos administración. Debe interesarle la eficacia con que ésta se está realizando. El apóstol Pedro hace un llamado a que seamos “buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10 RVR60). Resulta necesario que usted considere algunas prácticas que le ayudarán a un manejo transparente de las finanzas de la iglesia.

  1. Organice. Su iglesia debe elegir un organismo encargado de las finanzas, que esté sujeto a supervisión por un auditor o contralor en forma periódica. A pesar del tamaño, todas las iglesias son igualmente responsables ante Dios. En atención al tamaño puede iniciar con un tesorero y un Pro-Tesorero, luego forme un Comité Económico y finalmente establezca un Departamento de Finanzas.
  2. Su iglesia debe estar informada de los fondos, tanto de la recaudación como de los desembolsos. Puede hacerlo de varias formas según el contexto. Puede compartir una publicación escrita, colocar un afiche en el mural de la iglesia, convocar a una reunión informativa, etc. Lo importante es hacerlo periódicamente para que las personas sientan el compromiso de la iglesia a informarles.
  3. Su transparencia debe comprobarse y, la forma eficaz de hacerlo es mantener comprobantes financieros (ingresos y egresos). El organismo financiero debe mantener registros de operaciones (libros y comprobantes) en orden y siempre a disposición para consultas. Cualquier dato no registrado supone la intención de ocultar información y demuestra un intento de engaño hacia Dios y la congregación.

La transparencia produce frutos.

Percibirá dos frutos reales de su transparencia financiera. Primero, la congregación responderá con una actitud dispuesta a dar en forma generosa. Segundo, ofrecerá un buen testimonio público ante Dios y los hombres (2 Cor. 8:20-21). Recuerde, usted ha sido llamado por Dios para administrar los recursos económicos de la obra de Dios; procure estar a la altura de ese llamado cuando lo haga (1 Cor. 4:2).

Por Marvin Argumedo

Referencias:


Marvin es director nacional del Seminario Internacional MINTS en El Salvador. Sirve a tiempo completo en el ministerio de la enseñanza bíblica y teológica. Es licenciado en Contaduría Pública de la Universidad de El Salvador, con más de una década de experiencia profesional. Posee una licenciatura en Estudios Teológicos y una maestría en Educación Cristiana. Está casado con Vivian y juntos tienen un hijo llamado Marvin.

marvinjosar@gmail.com