La espiritualidad de la no violencia, es un tema muy importante en la Iglesia al día de hoy. Existe un claro desconocimiento del tema a nivel Iglesia y pastoral. Dentro de la Iglesia metodista existe poco conocimiento sobre el tema y como pastores es necesario abordarlo para ayudar a las víctimas de violencia, que son principalmente mujeres según las estadísticas. Algunos datos incluidos se relacionan con la situación particular de las mujeres en el estado de Durango:
[1]De acuerdo con la ONU Mujeres, a nivel global, se estima que 736 millones de mujeres -alrededor de una de cada tres- ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja (el 30% de las mujeres de 15 años o más)1. En México, el 63% de las mujeres de 15 años o más han experimentado un acto violento en algún momento de su vida. El INEGI también reporta que el 53.1% de las mujeres de 15 años y más han sufrido al menos un incidente de violencia por parte de otros agresores distintos a la pareja a lo largo de la vida y el 43.9% han sufrido violencia por parte de la pareja actual o última a lo largo de su relación.
Estos datos son muy alarmantes y es necesario contribuir desde donde nos corresponde resolver este tema, informando y detectando estos comportamientos en los congregantes, exponiendo información sobre el tema y acompañando en casos necesarios a las víctimas.
El tema de la no violencia es muy amplio. Considero importante ver este tema desde cinco aristas:
1.La normalización de la violencia.
2.El ciclo de la violencia.
3.El violentómetro.
4.Los marcos normativos del derecho de la mujer duranguense a una vida familiar sin violencia.
5. La teología de la no violencia
DESARROLLO DEL TEMA
- La normalización de la violencia.
Tenemos un acceso como nunca antes a la información. En términos de violencia existen regulaciones legales, siempre al cuidado de la mujer; la ley cuida y protege a las mujeres, pero el problema de la violencia se ha normalizado.
¿Por qué el problema de la violencia se ha normalizado?
La violencia contra las mujeres es un problema social complejo y multifacético. La normalización de la violencia en la sociedad puede ser un factor que contribuye a la violencia contra las mujeres. La normalización de la violencia puede ser el resultado de actitudes y creencias culturales arraigadas que perpetúan la discriminación y la desigualdad de género.
Actitudes arraigadas en la cultura y el mito del machismo -que deterioran la imagen de la mujer en la cultura postmoderna-, actitudes de hombres que ven a las mujeres como un objeto y de alguna manera las violentan física, mental y emocionalmente.
Creencias culturales que llevan a la discriminación en los trabajos; e inclusive en la Iglesia existen ciertos grupos que discriminan a la mujer por ser mujer.
La desigualdad de género como fenómeno social es un factor que predomina en América Latina. En México existe una brecha salarial del 30 0 40% [2] entre hombre y mujer, además que ellas son tratadas en forma discriminatoria y esto lleva a perpetuar la imagen de la mujer como inferior. Estos son problemas graves de antaño, que requieren al día de hoy estar en la agenda de la Iglesia, para ser resueltos de manera oportuna; y tratar estos temas desde una pastoral sana, generando ambientes de confianza y salud espiritual entre los congregantes y desde la perspectiva social wesleyana.
- El ciclo de la violencia
[3] Es necesario apuntar que la violencia opera por ciclos. Existen 3 fases en que se produce y reproduce la violencia. La articulación de estos momentos o fases da origen a lo que conocemos como círculo de la violencia:
Acumulación de tensión: Es la fase más difícil de identificar. Su elemento principal es la violencia psicológica, en la cual el agresor manifiesta cada vez mayor irritabilidad, intolerancia y frustración. El agresor insulta, aísla, critica, humilla, responsabiliza de su estado de ánimo, cela, deja de hablar y no permite hablar a su víctima, entre otras cosas.
En estas circunstancias la mujer suele justificar la conducta agresiva con frases como “yo lo provoqué” o “me cela porque me quiere”.
Estallido de violencia: Es el resultado de la tensión acumulada. Se pierde toda posibilidad de comunicación con el agresor y éste descarga sus tensiones en la víctima.
Después del incidente violento, es posible que el mismo agresor cure las lesiones de su víctima o la lleve al hospital, argumentando que se trató de un “accidente”.
Luna de miel: En esta fase se inicia un periodo de reconciliación. El agresor se muestra arrepentido, no por el hecho de haber estallado, sino por haberse excedido en la manera de hacerlo; pide disculpas y promete que el incidente no volverá a suceder. Las agresiones serán cada vez más violentas.
El círculo de la violencia ayuda a entender por qué las mujeres soportan maltrato por parte de su pareja durante muchos años. Cuando la mujer está inmersa en el círculo de la violencia, se cree responsable de la conducta de su pareja. Desarrolla sentimientos de culpa y vergüenza por ser incapaz de terminar con la relación. No actuar a tiempo podría causar daños irreparables en su salud, y en un caso extremo la muerte.
- El violentómetro.
[4]El “Violentómetro” contiene una clasificación de las diversas manifestaciones de violencia en la pareja; es un material gráfico y didáctico en forma de regla que consiste en visualizar las diferentes manifestaciones de violencia que se encuentran ocultas en la vida cotidiana y que muchas veces se confunden o desconocen.
Considerar que la violencia y el amor son compatibles (o que ciertos comportamientos violentos son una prueba de amor) justificaría los celos, el afán de posesión y/o los comportamientos de control como muestra de amor; pero eso es violencia, no es amor.
- Los marcos normativos del derecho de la mujer Duranguense a una vida familiar sin violencia.
[5] Códigos de conducta: En nuestro país los derechos de toda índole que atañen a la mujer están formulados en cada uno de los códigos de conducta que rigen nuestra sociedad. Los tenemos morales, religiosos, de cortesía y jurídicos.
Hoy en día hay distintas moralidades, que al parecer se hacen depender del nivel social; y por lo mismo no existe unidad. En el ámbito de lo religioso, los cultos han proliferado de tal forma que poco sabemos de la mayoría de ellos; en el aspecto de la cortesía pareciera que definitivamente estamos perdidos, sus reglas están en proceso de extinción.
Sujetos activos. – Los sujetos activos en un esquema de observancia de los derechos de la mujer, somos todos los individuos; es decir, que no son sólo los varones los obligados a respetar y hacer cumplir los derechos de la mujer; no, esto es igualmente competencia de las propias mujeres, es una responsabilidad moral, ante todo.
Sujetos pasivos. – Los sujetos de los derechos concedidos a la mujer duranguense, son precisamente las mujeres duranguenses; todas las mujeres, así, por el simple hecho de nacer mujeres. Se actualizan las normas que nuestra sociedad ha creado para este género humano. Para la defensa de sus derechos la mujer sujeto pasivo se vuelve sujeto activo, pues derecho que no se hace valer es como si no existiera.
Panorama social: Vivimos en una sociedad donde día a día se violentan los derechos de los más débiles, en todos los órdenes. Encontramos, por ejemplo, a quienes estacionan su automóvil en cajones de discapacitados; a los que ocupan los asientos de mujeres embarazadas; en el transporte colectivo, infinidad de conductas abusivas. Esto me lleva a plantear que tenemos un grave problema educativo o educacional.
La cara más sensible de la opresión femenina es sin duda la violencia doméstica.
En la Ley se combate, en la realidad se tolera.
5. La teología de la no violencia
Jeremías 22:3
Reina-Valera 1960
3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
Ezequiel 45:9
Reina-Valera 1960
9 Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor.
Salmos 18:48
Reina-Valera 1960
48 El que me libra de mis enemigos, y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; me libraste de varón violento.
Salmos 72:14
Reina-Valera 1960
14 De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
Dios defiende a la desposeída, a la angustiada, a la necesitada y a la oprimida, Dios la redime hasta su alma y le da seguridad, salvación, hace juicio y justicia, habla a través de su Palabra: no derrames sangre inocente, en el contexto de la espiritualidad de la no violencia.
Conclusión:
El tema de la violencia es desafiante para la sociedad en general, permea hasta la Iglesia. Pero como pastoral debemos dar los medios y recursos necesarios para una respuesta a este problema; una respuesta clara y precisa, modelando a Cristo y manteniendo la espiritualidad de la no violencia.
La información básica sobre este tema se debe compartir en la congregación, y dejar de ser algo oculto.
Dios tiene una respuesta ante el tema de la violencia, y nosotros sus ministros debemos de abordarlo desde adentro, con una teología sana y con el enfoque social wesleyano.
[6]“Para muchas, permanecer a salvo consiste en cerrar puertas y ventanas y evitar los lugares peligrosos. Para otras, en cambio, no hay escapatoria, porque la amenaza de la violencia está detrás de esas puertas, oculta a los ojos de los demás”
Brundtland Harlem
Pastor Marcos Jasiel Noriega
Iglesia Emmanuel, Durango, Durango
CANCEN
Bibliografía:
[1] Hechos y cifras | Qué hacemos: Poner fin a la violencia contra las mujeres | ONU Mujeres (unwomen.org). Recuperado 30_05_2023
¿Conoce algunas estadísticas sobre las modalidades de la violencia contra las mujeres? | Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx) Recuperado 30_05_2023
[2] Desigualdad laboral en México, persiste la brecha salarial de género – Grupo Milenio Recuperado 30_05_2023
[3] CirculoViolencia.pdf (semar.gob.mx) Recuperado 30_05_2023
[4] Violentómetro. Si hay violencia en la pareja, no hay amor | Instituto Nacional de las Mujeres | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx) Recuperado 30_05_2023
[5]Barragán V. (2006). Memoria Workshop, Violencia contra la mujer. México: Gobierno del Estado de Durango. 9-11
[5]Barragán V. (2006). Memoria Workshop, Violencia contra la mujer. México: Gobierno del Estado de Durango. 35
