«El héroe discreto» es de las últimas novelas del escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, y de ella su autor comenta lo siguiente:
“En todas las sociedades hay gente decente, con convicciones y principios morales, religiosos o cívicos, que se esfuerza por comportarse bien y no transgredir esos principios.
Son héroes anónimos, gente que no llega a primera plana de los periódicos ni a la televisión” -dijo- “Son ellos los que hacen progresar a una sociedad. No son los militares que aparecen en los libros de historia, sino los héroes del montón, ciudadanos comunes y corrientes, en los que si prende esa decencia, es lo que constituye una reserva moral para el futuro de un país”.
“Me pareció admirable que hubiera personas dispuestas a sacrificar su seguridad por sus principios en un mundo, en el que muchas veces la ambición hace que esos valores o principios se desmoronen”, reconoció.
“Creo que es fundamental para el progreso de una sociedad que haya héroes discretos como el de mi novela. Cuando un país pierde la reserva moral entra en bancarrota”, aseguró. De esos héroes dijo que son gente decente que, en la discreción y el anonimato, mantiene valores y virtudes: “Son como la reserva moral de una sociedad”.
Lo anterior me hizo recordar la siguiente cita bíblica, Romanos 8:19, la cual dice: «Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios».
En Jesucristo hay libertad de la esclavitud del pecado, y una transformación que convierte al hombre, haciéndolo apto para toda buena obra, capacitándolo para la práctica de principios y valores que enriquecen su vida familiar, su círculo social y su país.
Creo firmemente que ciudadanos transformados, en su conversión a Cristo, son esos héroes discretos que su familia y patria necesitan.
¡Feliz día de la Independencia! ¡Viva México, Viva México, Viva Cristo y Vivan los héroes de la patria!

Pastor Francisco Obregón Jiménez. Presbítero Jubilado.
Distrito Rey de Reyes IMMAR CAO.
