El Señor de la Historia

Llegamos a este número de aniversario, recordando que la primera edición de El Evangelista Mexicano salió a la luz el 15 de octubre de 1930. 93 años de expresión metodista escrita en nuestro país, buscando registrar la historia y haciendo historia al proclamar las verdades del Evangelio eterno de Dios.

Tomando como base el salmo 93, en alusión al aniversario de este órgano oficial, queremos dar gracias a Dios por la inspiración que dio a los primeros editores, quienes con recursos limitados pero con una gran disciplina y convicción quisieron dejar bien establecido que:

Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá.

México estaba saliendo de una época convulsionada por la confrontación militar y religiosa -recordemos la guerra cristera- y en este ambiente agitado nace junto con la Iglesia Metodista de México esta voz escrita, que ayudó a promover la unidad entre las congregaciones de aquella tercera década del siglo:

Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.

Los gobernantes iban y venían; por eso la gente necesitaba saber que había Uno que era fiel y verdadero, y que no cambiaba con las circunstancias. El periódico El Evangelista Mexicano buscó desde el principio hacer voltear la mirada de sus lectores a la presencia de ese Dios firme y eterno.

Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.
Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.

Cierto: había crisis económica en aquel inicio de la década de los años 30, no sólo en nuestro país sino a nivel mundial. Pero el propósito de quienes escribieron en el periódico, con las limitantes humanas que pudieran tener, era resaltar el hecho de que Dios es capaz de calmar las tempestades de todo tipo, aún las económicas.

Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

El camino seguro para salir de cualquier crisis es el camino de la santidad, y otra de las metas de El Evangelista Mexicano fue animar a los lectores a transitar por ese camino, por la gracia de Cristo y bajo la guía del Espíritu Santo.

Este número tenemos, entre otras colaboraciones, reflexiones sobre la Reforma Protestante, la importancia de seguir el llamado del Señor para ir a las naciones, el peligro de los sistemas de creencias que nos alejan de la Palabra de Dios, así como un recuento histórico de la trayectoria de este órgano oficial y de quienes han sido sus directores desde su inicio. Así, la edición de aniversario incluye la pluma de hombres y mujeres metodistas que nos siguen animando a buscar la unidad como Cuerpo de Cristo, a confiar en el Señor en medio de las diversas circunstancias que como individuos nos toca vivir, y a persistir en seguir ese camino de santidad, sin la cual no podemos verle. En 1930 como ahora, en 2023, Dios sigue siendo el Señor de la historia. 

María Elena Silva Olivares

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