*Nota: esta carta fue presentada en la pasada Conferencia de Distrito en Chihuahua, Chih.

Buenas tardes hermanos: mi nombre es Teresa Pardo y soy la presidenta del distrito Chihuahua de la LMJI por la gracia y misericordia de nuestro Señor, a lo cual siempre le daré la honra y la gloria por la obra transformadora que ha hecho y sigue haciendo en mi vida.

El anhelo de tener una mayor comunión con el Señor, el compromiso e interés con nuestra iglesia, la unidad unos con otros, las ganas de aprender de su palabra, la intención de adorarlo en espíritu y en verdad, y el amor que brota de nuestros intermedios y jóvenes, es algo que podemos decir que ha caracterizado este año sin duda a nuestras ligas. Y todo gracias a nuestro Señor, toda la honra y la gloria sean para Él. A lo cual seguimos pidiendo de sus oraciones hacia nosotros, al igual que de su ayuda y enseñanza a lo largo de este proceso.

Si bien nosotros comenzamos a ejercer nuestro cargo a principios de este año, quiero platicarles que el Señor comenzó a obrar en la vida de muchos de los jóvenes e intermedios que ven ustedes aquí desde el año 2018.

Campamentos, ligas, actividades distritales, reuniones de oración, reuniones de estudio, en la intimidad de nuestras habitaciones:  de éstas y de muchas maneras su Espíritu Santo se ha derramado sobre nuestras vidas, de tal manera que podemos decir que hemos experimentado a un Dios visible, vivo y en movimiento, a un Dios que no sólo está en las cuatro paredes de nuestra iglesia, sino que nos toma de la mano y nos lleva a mostrarnos de su gran poder y amor.

Hermanos: hay un avivamiento en los corazones de quienes decimos que son el futuro de nuestra iglesia. Hay dones repartidos, ministerios establecidos, llamados que se responden con obediencia, almas perdidas que han sido encontradas, hijos pródigos que han vuelto a casa, frutos dignos de arrepentimiento y ustedes pueden sumar a la lista no por lo que han escuchado, sino por el testimonio que han visto a través de nuestras vidas.

Queremos más: queremos comprometernos con Dios de manera plena, queremos ser apoyados por quienes tienen el ministerio de ser consejeros de jóvenes y de intermedios, queremos ser respaldados en oración por nuestros intercesores y ser guiados por los ancianos y maestros de nuestra iglesia, encontrar camino y amor en nuestros pastores y descubrir nuestra identidad en Cristo.

Les invitamos a que se acerquen y se involucren en nuestras actividades, a que apoyen a las personas que apoyan a nuestras ligas y no las rechacen o las hagan a un lado; que si ven que cometemos errores, en conocimiento y en bondad puedan llegar a corregirnos e instruirnos. Queremos ofrecer una disculpa genuina si en algo nos hemos equivocado y si nuestro carácter ha hablado por nuestro testimonio; no se rindan ni se cierren, así como Cristo no lo hace con nosotros.

Sin embargo, no quiero terminar mi escrito sin que sepan que están todos ustedes invitados a experimentar a ese Dios que quiere revelarse a sus vidas, que quiere sanar las heridas de su corazón, que anhela cambiar ese corazón de piedra por uno de carne, que desea quitar el escepticismo de sus mentes y cambiarlo por asombro ante sus maravillas y que puedan ustedes encontrar libertad en Cristo Jesús.

No limiten el poder y las maravillas de nuestro Dios, pídanle a su Espíritu Santo que sea guiándolos si hay estorbo en sus vidas que no les permite disfrutar de manera plena su relación con el Señor; y no tengan miedo de acercarse con cualquiera de nosotros para pedir oración por ustedes. Creemos en el poder de la oración y sabemos que la oración del justo puede mucho. Si tienen alguna duda acerca de lo que ha hecho el Señor en nuestras vidas como ligueros, no tengan temor a preguntarnos y así aclarar la situación; no permitan que se esparzan rumores de que somos una juventud desordenada y sin guía, porque créanme que es todo lo contrario. Y queremos que ustedes formen parte de este avivamiento.

Muchas gracias por permitirnos tener este espacio y darnos voz a todos nuestros jóvenes e intermedios. Les amamos en el amor de Cristo, Dios siga bendiciendo sus vidas.

Teresa Y. Pardo
Presidente Distrital 
CANCEN

• Secciones Varias