El siguiente artículo forma parte del Boletín Tabita, publicado por las Legiones Blancas de Servicio Cristiano, que usted puede descargar e imprimir libremente en el siguiente enlace:
QUE SU LUZ BRILLE
América Y. Chávez Puente
Presidenta Comisión Nacional de Literatura LBSC
Desde hace nueve años soy legionaria. Recuerdo que tenía medio año o algo así de haberme incorporado a la Iglesia Metodista, cuando me abordaron unas hermanas de la Legión «Dámaris» de Bethel Portales, mi amada iglesia, y me invitaron a unirme. En aquel momento no sabía que había una organización de mujeres llamada Legión Blanca de Servicio Cristiano (LBSC), pero como Dios había decidido que mi camino era por aquí, sin pensarlo mucho dije que sí. Hoy en día me llaman la atención dos cosas: Una, cómo no me había enterado de la presencia legionaria en la iglesia, cómo nadie me había platicado el servicio maravilloso, los proyectos y actividades que se llevan a cabo en la Legión. Y dos, ahora viéndolo desde mi punto de vista de «veterana», muchas veces damos por sentado que todo mundo sabe cuántas y cuáles son las organizaciones de la IMMAR y además qué hace cada una de ellas.
Como legionaria, mi interés es que nos «pongamos la camiseta» cada día, que cada mañana pidamos porque Dios nos utilice para sanar, para liberar, para ser solidarias con el sufrimiento ajeno, nuestro Credo nos lo recuerda en su parte final «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mateo 25:40). Que nuestras acciones inviten a las demás a voltear a vernos, no para hacer alarde sino para que se conozca nuestra organización a través de nuestro trabajo y, cuando nos acerquemos a invitar a las hermanas a unirse, recibamos un ¡Sí! como respuesta.
Uno de los objetivos del Boletín Tabita es que nuestras hermanas en la iglesia se enteren de lo que hacemos y se emocionen, como nosotras, de saber que además de haber otras formas de servicio, éste lo hacemos con alegría, con ¡GOZO! como lo dice nuestro lema; la LBSC tiene 79 años de historia y, por lo tanto, está bien cimentada en nuestra Iglesia y puede ser una elección que les cambie la vida aplicando las enseñanzas de Jesús no solo en la teoría sino en la práctica.
Nos ha tocado ver en estos ya nueve Boletines publicados, en la sección de «Eventos Conferenciales», cómo las hermanas a lo largo de la República nos comparten sus actividades para cumplir con los proyectos legionarios, reúnen despensas, mochilas con útiles escolares, canastillas para bebés, se unen a las tareas y programas de sus iglesias locales, como visitas a hospitales, Escuela Cristiana de Vacaciones, etc. Así como también las reuniones, asambleas y cursos para aprender o enseñar lo útil para cierta comunidad y para el crecimiento personal y del grupo.
Sumándonos al trabajo y al esfuerzo de otras, podemos alcanzar a más gente dentro y fuera de nuestra iglesia. Trabajar para que nuestras acciones ayuden al crecimiento de los lugares en que cada legión se
desarrolla, no es un sueño porque delante de nosotras va Jesús con su ejemplo, su inspiración y su mandato:
“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. (Mateo 5:16 NVI)
