De los Niños es el Reino de los Cielos
pero Jesús dijo: —Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis,
MATEO 19:14 La Palabra (versión española) (BLP)
porque el reino de los cielos es para los que son como ellos.
“Infancia es destino”, es el título de un libro y una frase que usamos para expresar la importancia de la etapa infantil en marcar el derrotero de un individuo. La bendición de Jesús a los niños al tocarlos con sus manos sin maldad, impartiéndoles gracia, nos refiere a la conducta que debemos de tener con nuestros pequeños que vemos en diferentes contextos. Con algunos nos encontraremos a diario; con otros, quizá una o dos veces por semana; los encuentros con algunos otros serán más esporádicos, pero siempre podremos hacer con ellos las cosas que vemos en el pasaje del epígrafe, añadiendo los versículos 13 y 15:
Por entonces le presentaron unos niños a Jesús para que orara poniendo las manos sobre ellos. Los discípulos reñían a quienes los llevaban, pero Jesús dijo:
— Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el reino de los cielos es para los que son como ellos. Y después de poner las manos sobre los niños, se fue de allí.
- Le fueron presentados unos niños para que pusiese las manos sobre ellos y orase: los niños fueron llevados por sus padres ante la presencia de Jesús. Como entonces, entendemos que los pequeños espontáneamente no van a buscar un acercamiento a las cosas espirituales, y es responsabilidad de los adultos encaminarlos y presentarles al Señor que es su Buen Pastor y desea tenerlos cerca.
Cuando los adultos ignoramos esta realidad, que somos nosotros quienes enseñamos con el ejemplo y la enseñanza oral la persona de Jesucristo, no nos damos cuenta de que ese vacío dejado por nosotros, el diablo se encarga de llenarlo. Si no ponemos en la mente de nuestros pequeños enseñanzas acerca de quién es Jesús, lo que es capaz de hacer en la vida de ellos, el diablo – a través de sus tentáculos llamados medios de comunicación, videojuegos, y contenidos que ellos ven en sus escuelas- ocupará el lugar en sus mentes con mentiras como las que cuentan ideologías extrañas, una de ellas la ideología de género.
- Ante el impedimento de los discípulos, la orden del maestro de dejarlos acercarse a él: En nuestras comunidades siempre habrá personas poco tolerantes, para quienes los niños son un estorbo o un mal necesario. Soy esposa de pastor, y en la etapa de la pandemia muchas veces me tocó entrar al santuario los domingos por la mañana y sentir la ausencia de las voces de adultos y niños, alejados del templo por las restricciones sanitarias que había en ese tiempo; de manera que ahora disfruto escuchando esos espacios antes solitarios y ahora llenos de las pláticas, oraciones y risas de adultos y especialmente de los niños. Cuando veo a una persona incomodarse por la presencia de los pequeños en el templo, hago mención de aquellos meses y años de silencio y cómo es una bendición la presencia de nuestros pequeños en la casa de Dios. ¿Que pueden ser ruidosos? sí, pero es cuestión de educarlos con amabilidad y firmeza para que aprendan a comportarse dentro de la iglesia. Si durante la semana les anticipamos lo que habrá el día que vayan a la iglesia, y cómo deben conducirse, resultará mucho más sencillo para los adultos tenerlos en orden. Pero los niños deben tener claro que la iglesia es la casa de su Buen Pastor, y que allí siempre serán bienvenidos; la ida a las actividades de la iglesia debe ser algo que los padres anticipen para ellos con gozo, no una penitencia que pagar.
- Establecer la verdad de que el reino de los cielos está al alcance de ellos. La inocencia y fe de los niños los hace más suceptibles a captar las realidades espirituales. ¿No lo creemos? Los medios de comunicación sí, y por eso vemos tantos programas y contenidos con mensajes acerca de lo sobrenatural, la magia, los duendes, los superhéroes, etcétera. ¿Por qué es tan fácil para un padre llevar a sus hijos a ver películas de Harry Potter, o comprarles libros de este personaje, y tan difícil llevarlos a comprar una Biblia y sentarse a explicársela en porciones que ellos puedan captar? El reino sobrenatural de Dios les pertenece a ellos; pero si no los ponemos en contacto con ese reino sobrenatural, el reino de las tinieblas está listo para invadir sus mentes y espíritus. Nosotros decidimos a quién entregárselos, si al Señor o al diablo; recuerdo a una madre que mientras luchaba en oración y con su ejemplo y consejo por sembrar en sus hijos enseñanzas bíblicas, decía: “yo no tuve hijos para entregárselos al diablo”, ¡y cuánta razón hay en esas palabras!
La anterior es una buena frase para evaluar nuestra tarea como padres o mentores de los niños que tenemos en nuestro camino: ¿los estamos entregando al Maestro, o al príncipe de las tinieblas? Esta lucha santa por el alma de nuestros niños requiere decisión y entrega de nuestra parte para no impedir, sino acercarle al Señor Jesús a esos pequeños, para que su gracia pueda bendecirlos. ¿Requiere esfuerzo?: sí. ¿Los niños valen este esfuerzo?: desde luego. ¿Y qué si yo no lo hago?: alguien más lo hará, y no necesariamente con intenciones de bien para ellos.
En este primer número de abril tenemos un poema dedicado precisamente a los niños, así como una reflexión sobre las implicaciones que la ley recientemente aprobada para prohibir las mal llamadas “terapias de conversión” tiene para la tarea de consejeros, padres y ministros que quieran apoyar a niños y adultos con disforia de género. El Espíritu Santo es esa persona maravillosa que nos ayuda en el proceso de enseñar a las nuevas generaciones, y de eso hay un interesante comentario en este número. La necesidad de un verdadero avivamiento nacido del intelecto es el tema de “Avivamiento intelectual”, también en esta edición.
Acaban de celebrarse los juegos intermetodistas, y presentamos una reseña de dicha actividad. Un homenaje a un fundador de iglesias que está por jubilarse, nos permite conocer su trayectoria ministerial de más de 25 años. También los invitamos a asomarse a la sección Noticias internacionales, que nos da ecos de sucesos en el ámbito de la fe y los desafíos que enfrentamos dentro de las iglesias.
Conservar la infancia, y recuperar nuestra propia infancia: dos cosas que podemos hacer de la mano del Maestro y Buen Pastor, que nos ha prometido que nada nos faltará.
María Elena Silva Olivares
Directora de El Evangelista Mexicano.
