PASTORES Y LAICOS: UNA PINZA EN LAS MANOS DE DIOS
En la Iglesia Metodista de México se tiene una fecha para reconocer el trabajo de quienes sirven de alguna manera en las iglesias locales, y a esta celebración se le ha dado en llamar Día del Ministerio Cristiano. En la mayoría de las conferencias se hace en el mes de junio; y generalmente se le llama Día del Pastor, aunque en realidad es el día de todos aquellos que colaboran para la buena marcha de la iglesia.
Hay un antiguo canto que dice: “En las luchas y en las pruebas, la iglesia sigue caminando; en las luchas y en las pruebas, la iglesia sigue caminando, sólo se detiene para predicar”. El avance de la iglesia va de manera conjunta con la predicación del evangelio de Cristo, y esta marcha no es posible sin el trabajo tanto de laicos como de pastores. ¿Qué hace un pastor sin colaboradores que apuntalen cada parte del trabajo para extender el reino de Dios? ¿Y qué hace ese grupo de colaboradores sin la cobertura y dirección de un pastor, que también debe evangelizar y discipular, como todos en la congregación? La labor de unos y otros actúa como una pinza que de manera unida logra alcanzar a los perdidos, movida por el Espíritu Santo; y alcanzar a los perdidos es la evidencia de legitimidad de la iglesia según John Wesley: Como una vez dijo un obispo: la obra de la iglesia es un trabajo conjunto de clérigos y laicos.
Se reconoce esta fecha como Día del Pastor, pues generalmente es el pastor quien está de tiempo completo en esta labor; y damos honra en esta fecha a quienes han seguido la vocación ministerial, poniendo la mano en el arado y sin mirar atrás. En este número de El Evangelista Mexicano tenemos cuatro artículos que tratan temas alrededor de la labor pastoral: el llamado ministerial de un exobispo, el perfil del pastor según otro exobispo, las maneras en que se puede apoyar al pastor orando por él, y el testimonio de un trabajo de acompañamiento pastoral en una de nuestras conferencias anuales, con el título “El lunes, hay sopa”. Invitamos a que lean todas y cada una de estas colaboraciones.
También mostraremos la importancia y alcance de la red de escuelas metodistas que hay en México, y la crónica de la graduación de alumnos del Seminario Juan Wesley en este año. Con gusto podremos leer las crónicas de tres conferencias anuales realizadas en este mes: la Norcentral, la Oriental y la del Sureste. Considerando que precisamente estamos en tiempo de conferencias anuales, el artículo “Al 3-2-1 de John Wesley” nos hace recordar algunas inquietudes del fundador del metodismo en cuanto a la causa del evangelio. Y una reflexión sobre I Samuel 8-10 nos hace meditar en la falsedad de la dicotomía entre lo público y lo privado. También invitamos a ustedes para que lean y comenten cada uno de estos escritos, así como otros más que aparecen en esta edición.
Finalmente es Dios quien recibe todo el crédito por el trabajo que hayamos realizado: su Espíritu Santo es el que alienta cada cosa que sucede en su iglesia. El Día del Ministerio Cristiano, o Día del Pastor, mueve a recordar las palabras del Señor Jesús a sus discípulos, que hacen eco en nuestra vida al día de hoy: “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos” (Lucas 17:10). Este día se celebra con humildad, sabiendo que Dios es el que hace en nosotros el querer, como el hacer, por su buena voluntad.
María Elena Silva Olivares
