Fin de Semana en Tequisquiapan. Recordando al Pbro. Raúl Ruíz Ávila 

Fin de Semana en Tequisquiapan. Recordando al Pbro. Raúl Ruíz Ávila 

(1942-2024).

PRIMERA PARTE

Oswaldo Ramirez González

Conocí al pastor Raúl Ruíz Ávila a mediados de mayo del año 2011. Fue invitado a predicar en un culto especial alusivo al aniversario de la iglesia “Príncipe de Paz” de Mixquiahuala, Hgo., la que es mi congregación natal. Recuerdo que aquella vez, al terminar el culto, me fue presentado por la Hna. Ahovita Pérez (presente en la Patria Celestial), quien fuera una de las principales líderes morales y espirituales de dicha congregación. Charlamos brevemente sobre historia de la iglesia local y del metodismo en general, hecho que motivó una plática más profunda pero que para ese momento no era posible, por lo que el pastor con este objetivo me invitó a visitarlo a su residencia en el estado de Querétaro, visita que quedó agendada para agosto de ese mismo año.

El sábado 27 de agosto alrededor de medio día arribé a Tequisquiapan. Como era mi primera vez en aquel lugar y no sabía bien la dirección, me dispuse a comunicarme con el pastor, pero no obtuve respuesta; minutos después, su esposa, la Hna. Judith Arriaga, me regresaba la llamada desde el celular del pastor, pues él se encontraba dando un estudio en la iglesia, motivo por el cual no podía contestarme. Enseguida tomé un taxi y llegué al templo “Monte Horeb” minutos antes de que se terminara el estudio. Naturalmente el pastor se percató de mi arribo y con una broma cordial me presentó a los hermanos y hermanas de la congregación, quienes igualmente cordiales me dieron la bienvenida. 

Pese a que ambos éramos miembros de número de SEHIMM (desde luego él con mayor antigüedad que un servidor), no habíamos tenido hasta meses el gusto de conocernos en persona en aquel evento conmemorativo en mi iglesia. Con apenas unos años como egresado de la licenciatura en historia y sólo cuatro años de mi ingreso a dicha sociedad, apenas comenzaba a conocer a las eminencias dentro de la historia del metodismo. Uno de ellos era el pastor Raúl Ruiz Ávila, quién en su calidad de Obispo de la Conferencia Anual del Centro estuvo presente en la puesta de la primera piedra del segundo templo de Mixquiahuala. Además, tuvo una participación crucial en el desarrollo y transformación institucional del metodismo mexicano y latinoamericano el último tercio del siglo XX. Fue a este estimado siervo de Dios a quién le tocó la división y transición de la Conferencia Anual del Centro (de herencia norteña) fraccionarse en la Conferencia Anual de México (CAM), Conferencia Anual Septentrional (CAS) y Conferencia Anual del Sureste (CASE), respectivamente. Su notable trabajo lo llevó también a ser delegado y representante ante varios organismos internacionales y de América Latina.

Volviendo aquel fin de semana en Tequisquiapan, luego de despedir a sus feligreses volvió a estrecharme en un saludo y abrazo fraterno, lo que terminó de romper el hielo y la seriedad entre ambos; enseguida nos dirigimos a su casa. 

Esa tarde el pastor junto con su esposa compartieron sus alimentos conmigo, brindándome además un par de días cordial hospedaje. Durante la comida nos familiarizamos en el diálogo, platicamos datos generales sobre la historia de mi congregación, mi profesión, así como de su experiencia como pastor, en particular en el que para entonces era el ocaso de su servicio como ministro activo. A la sobremesa nos sorprendió un aguacero que interrumpió unas horas la energía eléctrica y la ilación de nuestra charla. No obstante, ese tiempo sirvió para que en un antes y después de la merienda charlásemos amenamente hasta pasada medianoche. La entrevista que estaba prevista realizar en dos partes fue concluida casi en su totalidad la tarde y noche de ese sábado.

La introducción de estas charlas fue parte de la sobremesa; los otros dos intervalos sólo fueron interrumpidos por la lluvia ya mencionada y por la merienda. Con una luz tenue, en el cobijo de su estudio, teniendo como testigos sus libros, fotografías y algunos recuerdos personales que lucían en sus libreros, el silencio que dominaba después de la torrencial lluvia se interrumpió en esas paredes para escuchar atento al Pbro. Raúl Ruiz Ávila. A continuación, una parte sobre aquellas charlas:

Sobre alguna obra institucional y de acción social del metodismo mexicano…

O.R.G. ¿Cuáles son las primeras instituciones de obra social que estableció la CAS?

R.R.A. Bueno en sus orígenes, lo que es la región de la CAS, de hecho, a nivel nacional, el lema era: “Junto a cada templo, una escuela”. Casi todas las iglesias tenían una escuela, porque más del 90% de la población mexicana era analfabeta, entonces los misioneros se preocuparon por promover la educación, que llegó a ser muy reconocida. Por ejemplo cuando se incendió en templo de Puebla en la década de 1920, el pueblo católico apoyó, ya que gracias al metodismo se habían establecido dos escuelas; una de señoritas y otro el Instituto Madero, que en esa época se llamaba  El Instituto Mexicano Metodista, y para conservar las siglas, después de la Revolución y con las reformas de la Constitución de 1917, se le cambió el significado a IMM (Iglesia Metodista de México), Instituto Mexicano Madero, y a la Escuela de Señoritas se le puso Instituto Normal México.

Nota aclaratoria. Cabe señalar que aquí el pastor Ruiz se refiere a dos instituciones que actualmente se localizan en la Conferencia Anual del Sureste (CASE); sin embargo, para aquel entonces tanto la CASE como la CAS no existían. En su lugar la iglesia metodista mexicana (IMM) se agrupaba en dos grandes bloques: la Conferencia Anual del Centro (de herencia episcopal norteña) y Conferencia Anual Fronteriza (de herencia episcopal sureña).

Respecto al Plan de Cincinnati… 

R.R.A. Entonces cuando viene la Revolución, y luego el Plan de Cincinnati, que yo estoy de acuerdo con el nombre de “Plan de Asesinatti”, [señala sarcásticamente], porque fue cuando repartieron la chamba, … Cuando yo andaba de ministro, me mandó llamar a Guadalajara el señor Apolinar Zambrano, que era el decano de la Iglesia Congregacional [de Guadalajara] diciéndome: 

“cómo es posible que la Iglesia metodista de México violase los acuerdos del Plan de Cincinnati, esto es territorio congregacional…”  y le dije:

Hermano Apolinar, en el tiempo que la iglesia Congregacional tiene aquí ¿cuánto ha crecido? Y respecto a ello ¿Cuánto ha crecido la población de Guadalajara?  Yo creo que tenemos terreno para todas las denominaciones, y ese plan ya quedó obsoleto, así es que yo estoy aquí como un soldado del Señor, cumpliendo órdenes de evangelizar; y me gustaría contar mucho con su apoyo y su experiencia. Para impulsar la obra evangélica. En esa época Guadalajara tenía 2 millones de habitantes…

Le dije: 

Si nos repartimos la población a ustedes les toca un millón y a nosotros un millón… 

Y es que toda la obra metodista de occidente (Ahualulco, Amecameca, etc.), con el Plan de Cincinnati se le entregó a la iglesia congregacional. Toda la obra en Zacatecas, San Luis Potosí y esa región se entregó a los Discípulos de Cristo; y en el sureste, toda la obra de Oaxaca, Chiapas y demás se les entregó a los presbiterianos.

O.R.G. ¿Por qué hicieron ese acuerdo?

R.R.A. Porque según ello era para economizar, pues la crisis [económica] estaba fuerte en la década de 1920. Aparte, para repartir equitativamente el trabajo después de la Revolución.

O.R.G. Posiblemente afectó mucho la crisis de Wall Street, ya que por aquellos años estaba reciente la caída de la bolsa. Los efectos de la Primer Guerra Mundial, entre otras cosas. ¿No cree?

R.R.A. Sí. Pero la bendición para nosotros los metodistas (ventaja) era que en México había dos metodismos; la Episcopal (norte) [IME]y la Episcopal del Sur [IMES] La mayor parte de las Iglesias metodistas del sur abrieron obra en el norte de México y viceversa.  Entonces en 1930 cuando se establece el plan y luego la unificación, se establece ya como una sola la Iglesia Metodista de México… y con ello el metodismo cobra más fuerza…

Relación de la Iglesia Metodista Mexicana con la Iglesia Metodista Unida…

O.R.G. ¿La separación de la IMM (Iglesia Metodista Mexicana) de las iglesias norteamericanas fue total o parcial?

R.R.A. Se han conservado los lazos fraternales. Se recibió mucho apoyo de Estados Unidos para proyectos específicos, pero la clave fue que ya México elegía sus propios obispos y organizaba su propia administración, ya no con la intervención directa de Estados Unidos. En esa época se nombró el Comité de Cooperación (algo así) en el que por acuerdo mutuo la IMM y con determinado metodismo en Estados Unidos. Pues allá existen varios metodismos (aun en la actualidad). Mucho después de nosotros se unificaron la Iglesia Episcopal y la Episcopal del Sur y formaron la Iglesia Metodista Unida (IMU). También existe la Iglesia Metodista Primitiva, la Iglesia Wesleyana, la Iglesia Metodista Libre, entre otras. Todas estas nacen de lo que son las enseñanzas de Juan Wesley…

Metodismo en Cuba y Guatemala…

R.R.A. Cuando me tocó estar apoyando cuando yo era superintendente, allá en el sur en Guatemala, con la Iglesia Metodista. Allá la iglesia a la que respondían era a la Iglesia Metodista Primitiva (es chiquita); pero luego esta iglesia en Guatemala decide separarse, ya que quería tener un liderazgo local y se separa de la iglesia Metodista Primitiva (con sede en Pensilvania, me parece) y forman su propia organización nacional metodista, y se llama La Iglesia Evangélica Metodista Primitiva de Guatemala…

En el caso de Cuba, el metodismo llegó por un cubano, que estuvo en Inglaterra y regresó a la isla estableciendo así la Iglesia Evangélica Metodista de Cuba. También me tocó apoyar a la iglesia metodista de Cuba. Me tocó cuando Fidel Castro rompe relaciones religiosas en su país, entonces todos los pastores asalariados patrocinados por la IMU de Estados Unidos se salieron y se regresaron a la Unión Americana. Pero los verdaderos apóstoles se quedaron. Entonces tuvo que ir el Obispo Alejandro Ruiz Muñoz (mexicano metodista) a ordenar al Primer Obispo Cubano, que fue el Rvdo. Armando Rodríguez, un hombre con un carisma tremendo y que llevó adelante a la iglesia metodista cubana ganándose el respeto del Partido Comunista Cubano y de Fidel.  A tal grado que cuando tuvimos una reunión continental de CIEMAL ahí en Cuba, en La Habana, Fidel nos invitó a tener una reunión con él en la sede del Partido Comunista; se supone que iba a ser un diálogo de diez minutos y fue una charla de una hora. A mí me tocó presentarle un “Plan de Salvación”, pues el problema de México como de Cuba es el mismo… Por ejemplo, acababan de ejecutar a uno de sus funcionarios [cubano] por tráfico de drogas, lo descubrieron, lo juzgaron y lo ejecutaron… 

Ahí mismo en esa reunión le mencioné a Fidel la frase de Valko V. Chervenkov, Secretario General del Partido Comunista de Bulgaria (1950-1954) y Primer Ministro de aquel país de 1950 a 1956, cuando según la crónica en plena Guerra Fría se tuvo una reunión metodista allá, donde  este político dijo:

“Tanto el comunismo como el capitalismo quisieron establecer una nueva sociedad y ambos sistemas han fracasado, porque una nueva sociedad se da en base a un nuevo hombre y ese nuevo hombre sólo puede obtenerse a través de Cristo…”

Entonces, a mí me tocó el acto de jubilación de Armando Rodríguez, obispo cubano, y al Pbro. Alejandro Ruíz Muñoz la ordenación. Curiosamente, me tocó presidir la Conferencia General de Cuba para elegir al nuevo obispo; y bueno, la iglesia tenía miedo al cambio y luego de muchas votaciones, no había elección. Eran las tres de la mañana y había dos candidatos, La Asamblea decidió que mejor sería posponer un año la elección, y le tocó a Elías Galván, el Primer Obispo en Estados Unidos. Fue muy interesante, porque Armando Rodríguez ya había invitado a todo el cuerpo diplomático del gobierno de Cuba. 

Curiosamente la televisión cubana, la cual ya sabes está muy bien controlada, transmitió periódicamente por su señal el culto de ordenación metodista. Al principio pensé que era cuestión de espionaje o alguna cosa así, porque la iglesia metodista cubana tenía su propia emisora televisiva. Después nos dimos cuenta de que estuvimos en emisión en vivo en el canal de noticias… Al día siguiente fuimos a visitar un museo de La Habana; y cuando estábamos a punto de entrar a visitarlo, salió un vigilante y luego el encargado a darnos la bienvenida y mencionando que ese museo que íbamos a visitar lo había fundado una persona metodista. Fue ahí cuando nos enteramos de que habíamos sido televisados en cadena abierta en la isla [risas].

 Tequisquiapan, Querétaro. 27 de agosto de 2011.

Un comentario sobre “Fin de Semana en Tequisquiapan. Recordando al Pbro. Raúl Ruíz Ávila 

  1. Muy buenos recuerdos del Pastor Raúl Ruiz Ávila y de su papá el Pastor Raúl Ruiz López. recuerdos desde la H.H. Cuautla, Morelos.

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