HERMOSAMENTE DIFERENTES

HERMOSAMENTE DIFERENTES

No, no somos iguales, 
somos hermosamente diferentes.
Somos la apoteosis de la creación
¡Somos la gente!

Varón y mujer,
mujer y varón;
círculo completo
de la mano de Dios.

Belleza femenina, y fuerza de varón
dupla invencible en este universo
cuando juntos sueñan los más grandes sueños
y juntos construyen con gran devoción.

No hay hombres iguales ni iguales mujeres
somos todos únicos, no hechos con molde;
Los más grandes logros, los más grandes placeres
sólo los alcanzan una mujer y un hombre.

¿Colores y razas? ¿Tamaños y tallas?
¿niveles sociales y otras diferencias?
¡Riqueza y hermosura!
¡Lo sabe la ciencia!
Preciosura pura, amplitud del alma,
muestra de la gloria que de Dios adorna
a la mujer y el hombre en todas sus formas.

¡Alégrate, amigo, y gózate amiga!
No dejes que nadie haga enemigos
a aquellos que fueron hechos de lo mismo.
Dignidad humana nos une sin duda
en la maravilla de las diferencias;
que lo sepa el mundo, lo entienda el gobierno,
lo sufra el diablo, ¡lo sabe la ciencia!

Ninguno es más, 
ninguno es menos.
¡A todos nos hizo 
el Dios de los cielos!

Raúl García de Ochoa. Monterrey,  N.L., 11 de agosto de 2024. 


NOTA DEL AUTOR: Al estar en casa de mi madre, me vienen los pensamientos de las primeras dos líneas. El deseo de querer ser igualmente tratados y tener y ejercer los mismos derechos nos ha llevado a minimizar y rechazar las bellas diferencias, que precisamente nos hacen una bella y poderosa creación en el invencible binomio hombre y mujer.

Nos une la dignidad humana, los derechos, los privilegios. Nos diferencian muchas cosas maravillosas que, en sinergia, constituyen poderosos factores de consagración, de logro, de crecimiento, de satisfacción. Las diferencias que potencializan nuestras vidas de mujer y hombre, de hombre y mujer en sinergia no son malas, son maravillas inherentes al acto creador.