LA BIBLIA: PILAR FUNDAMENTAL DE LA FE PROTESTANTE Y EVANGÉLICA

LA BIBLIA: PILAR FUNDAMENTAL DE LA FE PROTESTANTE Y EVANGÉLICA

El mes de agosto, los protestantes y evangélicos lo conocemos como “el mes de la Biblia”. Es un día especial donde cantamos los himnos tradicionales en el culto, mismos que hablan sobre la Sagrada Escritura, los pasajes bíblicos para el sermón son los que consideramos más apropiados; y algunas congregaciones aún acostumbran tener un concurso bíblico que tiene varias categorías diversas disciplinas.

¿Desde cuándo se inició a celebrar el día de la Biblia? ¿Cuál ha sido el motivo que nos llevó a tener éste día como algo especial? ¿Qué importancia veía en la Biblia los reformadores en el propósito de la iglesia y que tanto lo mantenemos el día de hoy? ¿La Biblia sigue siendo importante para los creyentes del siglo XXI, o es tal vez un libro más en nuestro haber? ¿Cómo está influenciando el posmodernismo en nuestro acercamiento a la Escritura?

La iglesia Protestante habría de nacer en el Siglo XVI a través del movimiento que inició el monje agustino Martín Lutero, el cual tenía el concepto de un Dios vengador y dispuesto a descargar su ira y su justicia sobre los pecadores. En una ocasión que fue a visitar Roma y al subir los escalones de la Basílica de San Pedro creyó oír una voz que repetía la frase de Habacuc: “El justo por la fe vivirá”; ante tal experiencia y siendo conocedor de las Sagradas Escrituras, se levantó y salió de aquel edificio. Fue mucha su decepción al comprender el grado de corrupción que había visto en la Iglesia Católica, así como su venta de indulgencias; lo que le llevó a entender cómo el catolicismo se había apartado de las enseñanzas puras del evangelio y que el pecador se justifica sólo por la fe en Jesucristo, sin necesidad de las obras humanas o por lo méritos que nosotros pudiéramos tener. Todos lo sabemos, pero es digno resaltar que con gran valor clavó sus 95 tesis en las puertas de la Iglesia de la Universidad de Wittenber el 31 de octubre de 1517 y en la Dieta Worms del 17 de abril de 1521, donde por primera vez se habría de utilizar el término protestante.

Al ser librado Lutero de sus enemigos, fue llevado al castillo de Watterburgo, donde habría de traducir el Nuevo Testamento al alemán. También haría folletos, himnos, se restablecería el canto congregacional y coral; el pueblo pudo tener la Biblia en sus manos con la finalidad de que la estudiara, y también rescató la doctrina de la justificación por la fe, enseñanza muy valiosa para todos nosotros.

Como parte de esta enseñanza, todos los protestantes tenemos como símbolo una Biblia abierta en el centro del presbiterio, en señal de que la Sagrada Escritura es el centro de nuestra reflexión y enseñanza.  

Para nosotros los evangélicos metodistas, tenemos a un hombre que Dios utilizó para transformar a su nación y que el mensaje del Evangelio corriera por el mundo como un río de poder: su nombre, Juan Wesley. Él tenía a la Biblia como el centro y la autoridad máxima dentro de la iglesia (recordemos el diagrama de las fuentes teológicas del metodismo). Wesley era un hombre muy culto, pero él mismo se denominó “homo unis libris”, hombre un solo libro, por lo que él no permitió ninguna enseñanza de fe que no estuviera sostenida en la Escritura, él no la habría de aceptar. En su prefacio a sus sermones el refiere: “Oh dadme ese libro! ¡A cualquier precio dadme ese libro!… ahí hay conocimiento suficiente para mí”.

Wesley aprendió a leer en la Biblia. Su madre, Susana,  se ponía a leerla con cada uno de sus hijos. Todos recordaremos cómo la madre de Juan tenía como regla que al cumplir cada uno de sus hijos la edad de cinco años, ella se tomaría el tiempo necesario para que aprendiera a leer y el tiempo era de un día y medio o un poco más. 

¿Desde cuándo celebran los metodistas el día de la Biblia en México? El Día de la Biblia en México es celebrado por los metodistas desde 1946. Esta celebración se inició el segundo domingo de diciembre y buscaba -y sigue buscando- promover la lectura y el estudio de la Biblia, así como resaltar su importancia en la vida cristiana. 

Al menos yo recuerdo que lo celebramos el último domingo de agosto y mi experiencia ha sido grata con esgrima bíblico, la localización de pasajes, preguntas generales de la Biblia, memorización de los libros de la Biblia, del Padre Nuestro, El Credo de los Apóstoles, entre otras cosas. ¡Ah! Y nunca faltaba nuestra ofrenda para la Sociedad Bíblica de México. Me temo que mucho de esto lo hemos perdido el día de hoy.

Pero, el día de la Biblia nos lleva entonces a recordar lo siguiente:

  1. Que la Biblia debe ser el centro de nuestra fe y enseñanza como cristianos, así como el estilo de vida que debemos de tener.
  2. Creemos que la Biblia es un libro inspirado por Dios y que utilizó a seres humanos para darnos a conocer su verdad. Ella es de inspiración divina.
  3. Que todos nosotros tenemos la libertad y la responsabilidad de estudiarla
  4. La Biblia proporciona principios morales y éticos que dirigen la conducta del creyente.
  5. En la Biblia encontramos el fundamento de nuestra fe en Jesucristo y su obra Redentora y encontraremos doctrinas tan importantes como: La justificación por la fe, la perfección cristiana, el testimonio del Espíritu, el libre albedrío, la salvación, entre otras.
  6. En la Biblia, la iglesia tiene un punto de encuentro y unidad a través de los estudios bíblicos, la escuela dominical y el culto. Aunque hoy en día, en muchas de nuestras congregaciones se ha perdido.
  7. A través del estudio y reflexión de la Sagrada Escritura, el Espíritu Santo ha cambiado corazones y, por ende, vidas, hasta el día de hoy.
  8. La iglesia ha prestado mucho interés en la enseñanza bíblica en los niños porque es una forma de poder transmitir la fe acerca de Dios y de Jesucristo y sobre todo del plan de salvación: Para fomentar valores morales como la honestidad, el respeto, la compasión hacia los demás; que aprendan a relacionarse con Dios en oración y a través de la lectura de la Biblia; ayudar a que los niños se integren a la vida de la comunitaria. Yo tengo dos niñas que vienen al estudio bíblico el día jueves y me agrada mucho, no sólo el ponerlas a leer, sino que ellas formulan su propias preguntas; que por cierto, ellas les dijeron a sus papás que querían venir al estudio, interesante, ¿verdad?

Sin embargo, estamos viviendo un tiempo muy difícil y diferente para muchos de nosotros, que es el posmodernismo, un movimiento cultural que nace con la caída del muro de Berlín en Alemania el 9 de noviembre de 1989. Pero ¿qué importancia tiene la Biblia en ésta nueva cultura?

El postmodernismo como movimiento cultural, artístico y filosófico, y se caracteriza por su escepticismo hacia los grandes relatos, las verdades absolutas y las ideologías totalizadoras. En este contexto, la Biblia, al igual que otros textos canonizados, puede ser analizada y reinterpretada de diversas maneras. Su importancia en el postmodernismo puede destacarse en varios aspectos:

  1. Los pensadores postmodernos tienden a destruir las narrativas tradicionales, incluidas las religiosas. La Biblia se convierte en un texto que puede ser examinado para descubrir múltiples significados y voces, desafiando la interpretación única y autorizada que ha predominado en contextos más modernistas. Como decía el pastor Ulises Hernández: “Un texto sacado de su contexto es un buen pretexto para decir lo que uno quiere”. En nuestra libertad de reflexión podemos cometer este error, si no respaldamos nuestro dicho con varios pasajes bíblicos.
  2. En el postmodernismo, a menudo se abraza la idea de que las interpretaciones son relativas. Esto significa que la Biblia puede ser vista como una fuente de infinidad de interpretaciones, dependiendo del contexto cultural, social y personal de quien la lea. Esto sin duda puede abrir la puerta a nuevas lecturas que resalten aspectos a menudo marginalizados, porque sencillamente se contraponen a la enseñanza bíblica. 
  3. La Biblia ha sido un texto fundamental en la formación de diversas identidades culturales y sociales. En un mundo postmoderno, donde las identidades son más fluidas, la Biblia puede ser utilizada como un recurso para explorar y expresar estas identidades en un contexto diverso y multicultural. Para el posmodernista, no existe un solo libro, sino “muchos libros que nos ayudan” en nuestra fe; de allí que el día de hoy en la iglesia cristiana exista un sincretismo con términos de la Nueva Era, hinduismo, prácticas de brujos, entre otras. Pero ¿por qué se ha dado esto? Yo creo que por el desconocimiento de la Escritura, porque hemos dejado de procurar (en muchos casos) que la Biblia sea el pilar de nuestra regla de fe y conducta.
  4. El postmodernismo invita a revisar las nociones de verdad, moralidad y ética. La Biblia, muchos la reinterpretan en un contexto que pone en cuestión su autoridad y su aplicabilidad a situaciones contemporáneas, lo que puede dar lugar a nuevos enfoques sobre temas como la justicia social, los derechos humanos o la ecología. En el posmodernismo los valores absolutos no pueden existir; esta corriente nos invita a participar de todo aquello que a mí me hace sentir bien (hedonismo y egoísmo). Hoy el culto depende de cómo estuvo la alabanza y no de qué me dijo el Señor Jesucristo a través del mensaje del pastor, ¿cómo me confrontó con mi pecado?
  5. Desde una perspectiva postmoderna, todos los textos seculares, junto con la Biblia, se consideran interconectados. Esto permite que los textos bíblicos se lean y se relacionen con obras de otros géneros y disciplinas, enriqueciendo así tanto los estudios bíblicos como la crítica literaria en general.

La Biblia sigue siendo el libro más vendido en el mundo. Además, el que se ha traducido al mayor número de idiomas, por lo que ha podido llegar a todo el mundo. Hoy la Biblia la encontramos en forma de libro y en muchas presentaciones, pero los protestantes estamos perdiendo la capacidad para manejarla correctamente, porque, además contamos con la Biblia en audio, en los teléfonos inteligentes la podemos descargar con una aplicación y lo mismo sucede en nuestras Tablet y computadoras; que son recursos muy buenos y necesarios en nuestra época, pero no podemos olvidarnos de saber usar “nuestra espada” en la forma tradicional

Me queda la convicción de que la Iglesia es de Cristo y que Él la habrá de seguir cuidando y sustentando en medio de tantos peligros que hay en nuestro entorno. Como decían los reformadores, “La Iglesia vive por la Escritura y los Sacramentos”. Finalizo con lo que dice un Salmo, y que por cierto lo cantábamos en la década de los 70:

“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
Tu siervo es amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón” 

Salmo 19: 7-11


El Pbro. Víctor N. Cossío Corona es egresado del seminario Gonzalo Báez Camargo. Actualmente sirve en la iglesia “Buenas Nuevas” en Cd. Juárez, Chihuahua. A lo largo de su carrera ministerial se encuentran múltiples cargos distritales, conferenciales y nacionales, y además es un reconocido maestro de los SETE (Seminario Teológico por Extensión) en la conferencia CANCEN (Conferencia Anual Norcentral).