El Concilio Mundial de Iglesias 

El Concilio Mundial de Iglesias 

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Mi Iglesia NO pertenece al Concilio Mundial de Iglesias, por  éstas y más razones: 

1. El CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS (CMI) es una organización internacional que fue organizada en 1948 en Amsterdam, Holanda y que tiene sus oficinas centrales en Génova, Suiza. Su mayor autoridad es el Secretario General. 

2. Pretende ser “una comunidad (Koinonia) de iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador, según el testimonio de las Escrituras, y que procuran responder juntas, a su vocación común (el ecumenismo), para gloria del Dios único: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dice tener como propósito, cumplir el deseo del Señor Jesús, de “que todos sean uno para que el mundo crea” (Jn 17:21), aunque aclara que “no hace juicio con relación a la sinceridad con que sus miembros aceptan esta declaración,” pues “Algunas iglesias muy conservadoras juzgan que sus bases no son suficientemente bíblicas, y algunas iglesias liberales, no aceptan la doctrina de la Trinidad.” “También estamos concientes de los problemas que permanecen sin solución entre nosotros, con relación a la autoridad de la Biblia,” y que “hay controversia entre los miembros en cuanto al uso de los libros sagrados de otras religiones y sobre el asunto del culto unido entre los miembros de diferente fe.” 

3. Pertenecer a la comunidad del CMI, supone que cada iglesia o religión, “reconoce que los otros miembros pertenecen a Cristo, que el hecho de pertenecer a la Iglesia de Cristo tiene un alcance más amplio que la condición de miembro de su propia iglesia y que las otras iglesias poseen al menos algunos elementos de la verdadera iglesia (Asamblea General de Toronto).” 

“Por lo tanto, todas las iglesias miembros son partícipes igualmente válidos en la vida del CMI.” “Es imposible hablar de una teología única del CMI.” 

El Dr. Emilio Castro, quien fuera Secretario General del CMI, declaró: “No hay una teología oficial del CMI” (One World. Publicación oficial del CMI. Enero – febrero de 1986). 

4. Aún así, el CMI dice tener como objetivo “la unidad visible de las iglesias cristianas, en una sola fe y una sola comunión eucarística expresada en el culto y en la vida común en Cristo, así como avanzar hacia esa unidad para que el mundo crea» (Jn 17:21). 

El CMI cree que “en la medida en que las iglesias miembros comparten el bautismo y la confesión de Jesucristo como Dios y Salvador, se puede decir (utilizando las palabras del Decreto sobre el Ecumenismo del Concilio Vaticano II) que ya existe entre ellas una cierta comunión, aunque no perfecta.” 

Pero su concepto sobre la eucaristía no es bíblica, pues asegura que con ella “recibimos a Cristo,” ni tampoco su concepto del bautismo es escritural, pues el CMI afirma: “A través del bautismo, toda persona es hecha parte del la comunidad cristiana” y “por el bautismo, somos redimidos del poder del pecado y la muerte, e incorporados al único cuerpo de Cristo.” 

Además, pasa por alto, que en el contexto de Juan 17:21, “que sean uno,” no se refiere necesariamente al deseo de Cristo de que todos los cristianos pertenezcan a una sola organización humana, temporal, imperfecta y susceptible de perfeccionamiento y de caer en error, sino a que todos sean uno en Espíritu, como el Padre y el Hijo son uno, y que pertenezcan a la única iglesia verdadera, espiritual y universal, formada por los salvos y fundamentada en su Santa Palabra. 

El texto de Juan 17:21, con su contexto inmediato, dice: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, que sean perfectos en unidad” (Jn 17:17 y 20 al 23). 

5. El CMI es el principal vocero del movimiento llamado ecuménico (oikoumene: «toda la tierra habitada») que según ellos, es la expresión de “la voluntad de Dios, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Ef 1:9,10). 

Es importante mencionar que el CMI no cree que Dios aquí se está refiriendo a la unidad espiritual y gloriosa que al regresar Jesucristo, gozarán todos los salvos, cristianos e hijos de Dios, sino que ellos creen que quiere decir que todos los humanos creyentes, salvos y no salvos, deben buscar unirse en una sola organización (el CMI) en este mundo. 

También debe mencionarse que en sus conceptos y filosofía, el CMI equipara el ser “criatura de Dios,” con el ser “hijo de Dios.” Pero la Biblia dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Jn 1:11). 

6. El CMI, no sólo promueve relaciones con iglesias evangélicas, sino que mantiene relaciones comprometedoras con otras religiones como la Iglesia Católico Romana y al respecto declaró: “Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica Romana participa activamente en el Movimiento Ecuménico y es, en muchos sentidos, un interlocutor valioso del CMI (especialmente por medio del Grupo Mixto de Trabajo y de su participación en la Comisión de Fe y Constitución).” 

“Las iglesias miembros del CMI y la Iglesia Católica Romana están inspiradas por la visión común del plan de Dios de unir todas las cosas en Cristo. 

Es inconcebible que el CMI y la Iglesia Católica Romana puedan continuar cumpliendo su vocación ecuménica sin colaborar mutuamente; tenemos la firme esperanza de que ambos encontrarán medios de profundizar y de consolidar esa relación, particularmente por el hecho de que la Iglesia Católica Romana ha pasado a formar parte, durante los últimos años, de un número creciente de organismos ecuménicos a nivel local, nacional y regional de los que iglesias miembros del CMI, también forman parte.” 

7. “Aunque la adhesión al Consejo no es de ninguna manera la única forma que tienen las iglesias de trabajar juntas a nivel mundial, algunas iglesias miembros del CMI, que mantienen relaciones bilaterales con la Iglesia Católica Romana, creen que su ausencia empobrece a la comunidad del CMI.” Debe mencionarse que de acuerdo con sus propias declaraciones, el CMI afirma que ”los tiempos de ganar convertidos de una religión a otra, han pasado.” 

Entre otras cosas, el CMI (Asamblea General en Porto Alegre Brasil, 14 al 23 de febrero de 2006), señaló “diversas maneras de fortalecer la colaboración con la Iglesia Católica Romana, que no es miembro del CMI. Los delegados acordaron desarrollar modos de trabajo con otros grupos de iglesias en los próximos años. 

Además, la Asamblea urgió también a sus iglesias miembros a fortalecer el diálogo y la cooperación entre cristianos y musulmanes, e hizo conocer su llamado al respeto mutuo, la responsabilidad y el diálogo entre la gente de distintas religiones.” 

8. El CMI afirma oficialmente, que su concepto de ecumenismo es más que el de buscar “que las congregaciones y religiones cristianas evangélicas sean una,” sino más bien que todas las religiones del mundo, con tal de crean en algún dios creador, y hasta toda la humanidad, se unan en una organización mundial (CMI), por medio de un sincretismo y universalismo imposible y hasta ridículo. 

Uno de los lemas del CMI es: “El ecumenismo existe a base de mantener las contradicciones juntas.” Así, para el CMI, Ecumenismo significa “solidaridad” y “unidad en la diversidad.” 

9. En cuanto a sus ideas de sincretismo (pretender mezclar religiones idólatras y prácticas paganas con el cristianismo bíblico), los líderes del CMI reportaron haberse “sentido orgullosos de que por primera vez (en la Asamblea de Toronto Canadá: Julio 24 a Agosto 10, 1983), tres Hindúes, cuatro Budistas, cuatro Musulmanes, un Sikh y un representante de una tribu espiritista canadiense” asistieron como “invitados oficiales,”  y  siendo todos éstos idólatras, fueron considerados ahí, como parte de la “familia cristiana.” 

El Dr. Phillip Potter en su reporte como Secretario General del CMI en ese tiempo, dijo lo siguiente: “Los creyentes, como piedras vivas, superan las divisiones del racismo y están en el proceso de transformarse en la verdadera raza humana, hecha a la imagen de Dios; todos los creyentes, tanto mujeres como hombres, son los sacerdotes del Rey y Gobernador de sus vidas, ofreciéndose a sí mismos y al mundo, a Dios, a través de su culto y su testimonio; así, el nacionalismo, con todas sus actitudes excluyentes, da lugar a una comunidad que es consagrada a Dios y su propósito de unir a todas las naciones en su diversidad, en una casa (oikos), siendo todos el pueblo de Dios, como una señal del plan de Dios (oikonimia: la administración de la casa) de unir todas las gentes en una familia humana en justicia y paz.” 

10. Pauline Webb, una socialista británica que en ese tiempo fungía como miembro del Comité Ejecutivo del CMI, en su sermón dominical de apertura, se refirió a los “miembros de otra fe” dándoles una cordial bienvenida así: “Especialmente, damos la bienvenida a esta asamblea, a nuestros invitados de otras creencias, dado que estamos descubriendo que en el diálogo con otros compañeros, buscadores de la verdad, nuestros corazones se abren a recibir nuevas perspectivas del único que es la fuente de toda verdad. Reunámonos como los que no tenemos nada que defender y todo que compartir.” “Nosotros testificamos de la singularidad del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús y precisamente por ello, reconocemos y afirmamos la presencia de dios en las experiencias religiosas de las gentes de otra fe.” 

En representación de tales personas de otra fe y creencias no cristianas, el Dr. Gomal Singh, un líder de la religión Sikh, inició su discurso así: “Señor moderador, hermanos y hermanas: Estamos profundamente agradecidos por habernos invitado a esta Asamblea, a la que venimos de lejanas, lejanas tierras. Hindúes y Musulmanes, Sikhs, Budistas y Zoroastras de India, Pakistán, Sri Lanka, Tunisia, Japón y Tailandia y hasta de la Unión Soviética. Les damos las gracias desde el fondo de nuestro corazón, especialmente al CMI que ha hecho esto posible.” “La mayoría de las religiones del mundo, como el Hinduismo, el Islam y el Sikhismo, creen en dios. También creen en el alma y en la vida después de la muerte. 

Creen en  el cielo y el infierno; y aquellos, como los Budistas que no creen en eso, creen en la compasión hacia todo lo que tiene vida. Aquellos que adoran a los objetos de la naturaleza, como los indios americanos y nuestros aborígenes, sólo adoran la vida y los elementos dadores de vida, los mayores regalos de dios.” Para concluir dijo: “Dispongámonos pues a no contender sobre las formas y rituales, sino sobre la actitud y la espiritualidad detrás de ellos.”   

11. Este tipo de ecumenismo del CMI, no sólo se promueve a base de sus múltiples escritos y comunicaciones oficiales, sino también con hechos. Por ejemplo, en su Asamblea en Toronto, B. C., Canadá, se invitó a que en el centro del campus universitario donde se celebró la asamblea, los representantes de una tribu local de indios nativos, abrieran los trabajos de la asamblea, practicando una de sus ceremonias rituales en la cual una “flama sangrada” es encendida, echándose sobre ella ofrendas de pescado seco y hojas de tabaco, para simbolizar la participación y presencia de su tribu, en tal asamblea. 

Un vocero del CMI declaró: “Esta ceremonia de apertura, representa el creciente reconocimiento por parte del pueblo canadiense y de los cristianos de Canadá, de las profundas convicciones religiosas de los nativos, quienes enfocan su atención en el creador y la unidad de la creación. Algo tenemos que aprender de esa realidad en nuestro mundo hoy.” 

Este fuego, permaneció encendido durante los 18 días que duró la asamblea y sirvió para encender velas usadas en otros cultos. También erigieron una cabaña usada para sus ritos de purificación y en uno de los cultos vespertinos, se incluyeron danzas, gritos y cantos de los nativos, al son de un tambor. 

12. En la Asamblea de Canberra, Australia (Febrero de 1991), un periódico reportó: “Aborígenes vestidos con taparrabos y plumas y con sus cuerpos pintados con decoraciones tribales, danzaron al son de un tambor y alrededor de un altar, llevando a cabo su ceremonia tradicional de purificación o limpia, con la que se abrieron los trabajos de la asamblea. Cerca de ellos, se encontraban mujeres aborígenes ataviadas con sus tradicionales vestimentas rojo y negro y religiosos aborígenes con vestimentas occidentales.” (Christian News, Feb 18, 1991). 

En el Segundo día de esa asamblea, otro periódico reportó que la feminista de una iglesia coreana, Chung Kyun Kyung, invocó a una diosa pagana. El reporte dice: “Combinado juegos pirotécnicos verbales con una representación interesante por parte de danzantes coreanos y aborígenes, Chung rindió una dramática invocación a un espíritu femenino, que ella relaciono con Hagar, la esclava egipcia mencionada en el Génesis y que según Chung, fue explotada y abandonada por Abraham y Sara. 

Chung después enterró fragmentos de papel escritos con los nombres de otros espíritus de personas explotadas, que decía ella, estaban llenos de “han” la palabra coreana para ira, y representaban a víctimas como mujeres del holocausto, las luchadoras por la libertad, las victimas del movimiento de la no violencia, muchas sufridas mujeres coreanas, y otras mujeres pobres y explotadas como el ejército de prostitutas japonesas de la segunda guerra mundial” (Religious News Service. Marzo 5, 1991). 

Chung además, declaró: “También sé que ya no creo en un Dios guerrero y macho que salva a todos los buenos y castiga a todos los malos.” Chung terminó comparando el referido espíritu invocado al de la idólatrica imagen de Kwan, diosa de la compasión y sabiduría, adorada en Asia.” Para sorpresa de los cristianos que presenciaron tal abominación, Chung recibió una prolongada ovación de pié por parte de la asamblea. 

13. En esa misma asamblea, el director del comité “Inter-Faith dialogue” (Diálogo entre la fe de diferentes religiones)” Wesley Ariarajah de Sri Lanka (Leer el BAAR Statement) declaró a un periódico local: “El CMI llevó el ecumenismo a su máxima expresión en este fin de semana, al sugerir que Musulmanes, Hindúes, y otros, pueden alcanzar salvación al igual que los cristianos, a quienes acusó de tener una mente cerrada.” Dijo que “le era inconcebible pensar que Dios escucha la oración de los cristianos, mientras que ignora la oración de aquellos que le rezan a las versiones particulares de su dios.» 

“Como cristiano de Sri Lanka que ha leído los escritos y escrituras de los santos del hinduismo, simplemente no puedo creer que no haya otras personas aparte de los cristianos, que sean miembros de la familia de Dios, o que otros no tengan acceso a Dios, ni que Dios no tenga acceso a ellos. 

¿Quién entonces está oyendo las oraciones de los Hindúes? ¿Que hay muchos dioses? Si estamos pensando en un Dios que es el Creador y Sustentador de la plenitud del universo, como lo dice el salmo 24, entonces es inconcebible creer que un Hindú, o un Budista o cualquier otro, está fuera de Dios. 

Mi comprensión del amor de Dios es tan amplia, que me impide creer que sólo este estrecho segmento llamado iglesia cristiana, será salva. Si eres cristiano, debes estar abierto a un concepto amplio y no a uno estrecho y excluyente. El Dr. Ariarajah dijo que no era ser buen cristiano, el andarle diciendo a la gente de otras creencias, que están en el error.” (The Australian Feb. 11, 1991). 

Al respecto, la Biblia dice: Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos? Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; si vosotros fuereis y sirviereis a dioses ajenos y los adorareis, yo os arrojaré de mi presencia. Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y oraren y buscaren mi rostro y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. Por tanto, así dice Jehová el Señor: Convertíos y volveos de vuestros ídolos y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones (Ez14:3 y 6; Is1:15; 2ª Cr 7:14,19 y 20 ). 

14. Así, ser miembro del CMI implica “reconocer los aspectos de la vocación ecuménica que han tenido mayor notoriedad en los últimos años, en particular las preocupaciones por defender la integridad de la creación, las relaciones con creyentes de otras religiones y la promoción de procesos de educación que permitan a los cristianos pensar y actuar de forma ecuménica y reconocer la pluralidad de culturas y de tradiciones espirituales y teológicas representadas en las iglesias miembros y manifestar su compromiso de ser una comunidad verdaderamente incluyente.” 

En su publicación oficial Current Dialogue, número 42 (Septiembre 10, 2003), se publicó un comunicado de prensa informando que un grupo de 35 autoridades religiosas de Asia, Europa y E.U.A., se reunieron en la Universidad de Birmingham, Inglaterra (Septiembre 6 al 9). 

Bajo el lema “Un Modelo pluralista: Una exploración multireligiosa” publicaron sus conclusiones diciendo:  “Se llama a todas las religiones del mundo a reconocer su mutua validez y a desistir de reclamar que alguna religión es la “única y verdadera” o “la mejor.”  

En la oración final de la Asamblea de Porto Alegre, Brazil (revisada y aprobada para su lectura en la última sesión), se incluyo el siguiente párrafo: “Dios, te damos las gracias por los diálogos profundos y sinceros que se entablan entre nuestras iglesias y con los creyentes de otras religiones en la búsqueda de entendimiento mutuo y respeto recíproco.” 

15. El CMI ha declarado que “la inseparable relación entre la labor por la unidad de la Iglesia y la labor en favor de la sanidad y plenitud de toda la creación pueden inducir a menudo al CMI a dialogar y colaborar con personas, grupos y organizaciones que no se identifican por tener un objetivo o un compromiso específicamente cristianos. Nos referimos, en particular, a organizaciones representativas de otras comunidades religiosas u organismos interreligiosos. Aunque en estos casos una relación estructural no sería posible ni apropiada, son asociados indispensables del CMI en sus esfuerzos para promover el diálogo y la colaboración con creyentes de otras religiones, a fin de construir comunidades humanas viables.” 

16. En sesión plenaria ante la IX Asamblea del CMI, en Porto Alegre, Brasil (2006), en voz de la Dra. Isabel Apawo Phiri, de la Iglesia en Unidad de África del Sur, se hizo una invitación a las iglesias “a renovar su compromiso en busca de la unidad y a profundizar el diálogo, el ecumenismo, la educación teológica, la aceptación de los matrimonios mixtos como una bendición y una posibilidad de celebrar la unidad cristiana.” «Jesús hablaba en serio cuando dijo que Dios era nuestro padre, que todos pertenecemos a una sola familia, porque en esta familia todos son miembros plenos y nadie queda afuera.» 

Más recientemente, un número cada vez mayor de voces de las iglesias, especialmente de Asia aunque también de América Latina, han hablado de la necesidad de un «ecumenismo más amplio» (macroecumenismo) según el cual el Movimiento Ecuménico se abriría a otras religiones y tradiciones culturales, más allá de la comunidad cristiana. 

El arzobispo Desmond Tute, dijo al plenario de la Asamblea del CMI, en Porto Alegre. «Bush, Bin Laden, los gay, las lesbianas, los así llamados normales, todos pertenecen a ella (la familia e Dios) y son amados y apreciados.» 

En contraste, La Biblia dice que estos son los que “se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Y habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican” (Ro 1:21 al 32). 

17. Así, para el CMI, la evangelización es criticada como “proselitismo irrespetuoso;” y se promueve que el testimonio para buscar que los idólatras se conviertan al Dios verdadero, se cambie por un simple diálogo que a “todos enriquece, educa y beneficia.” El Dr. D.C. Muller, que fuera un prominente oficial del CMI, declaró que “un avivamiento evangelístico, pondría en peligro nuestro diálogo con otras religiones.” 

Amparo Beltrán, consejera latinoamericana de Misión Urbana y Rural (MUR), quien participó en la Asamblea del CMI, en Porto Alegre, Brazil (2006) señaló: «Creo que es fundamental incentivar el diálogo ecuménico en las bases de nuestras iglesias y también con los grupos y organizaciones populares porque abre las puertas al entendimiento mutuo, a la comprensión y a establecer relaciones de respeto entre las personas de distintas creencias y opiniones.» 

Todo esto, demuestra que los oficiales del CMI desprecian la advertencia bíblica que dice: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? 

Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo, por lo cual, ¡salid de en medio de ellos, y apartaos! dice el Señor y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré y seré para vosotros por Padre y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso (2ª Co 6:13 al 18). 

18. El Inclusivismo es creer que hay otras maneras de ser salvo aparte de la fe en Jesucristo, El universalismo es la creencia en que al final, todos, crean o no crean en Cristo como Salvador, serán salvos. 

En cuanto su visión universalista e inclusivista, el CMI dice: “Puesto sucintamente, la salvación es un involucramiento total de Dios en el mundo. No hay área de la vida que los seres humanos tengan que enfrentar como individuos, comunidades, o naciones, que no esté relacionada con Dios. Jesucristo, en su vida, sufrimientos, cruz y resurrección, es este involucro total de Dios. Toda la humanidad, con sus agonías y luchas, es juzgada, liberada y redimida. Este Cristo es quien nos ha llamado como cristianos, a seguirlo en este continuo trabajo de Dios, de creación y re-creación.” 

“Los cristianos debemos creer que todos los seres humanos son parte de una dinámica apuntando hacia el reino mesiánico. El testimonio bíblico se refiere a esta meta final como el Reino De Dios, el cual incluye las dos dimensiones de la redención: de toda la creación y la plenitud de cada ser humano.” 

19. En las asambleas de Upsala (1968), Nairobi (1975), Vancouver (1983 y Canberra (1991) se enfatizó cada vez más, la dimensión “universal” del concepto de unidad, que “debe incluir no sólo a la iglesia sino a toda la humanidad.” 

En Porto Alegre (2006), el CMI declaró: “En el umbral de siglo XXI, todas las instituciones ecuménicas deben evaluar sus estructuras a la luz del desafío que significa manifestar una forma y calidad de comunidad mundial caracterizada por la reconciliación y la inclusión de todos.” 

El Dr. Dirk Mulder, que fuera moderador del CMI, en su programa de diálogo entre las creencias con diferente fe” (Interfaith dialogue), declaró que él no cree “que las personas que no son evangelizadas, estén perdidas para siempre.” 

“Si todos lo no cristianos son almas perdidas, Dios tiene poca relación con la vida y proclamación de Jesús.”  El interlocutor le preguntó: “¿Cree usted que un Budista o Hindú puede ser salvo sin creer en Jesucristo?” “Por supuesto, por supuesto!” fue su respuesta. 

En cambio, la Biblia dice: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo, y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios (2ª Ti 2:5; Hch 4:12; Jn 3:18). 

El CMI publicó: “En su calidad del organismo más integral y representativo de las muchas expresiones organizadas del Movimiento Ecuménico, el CMI tiene el papel específico de encargarse de las cuestiones ecuménicas mundiales y de actuar como guardián de la coherencia interna del movimiento ecuménico, así como de expresar la preocupación común de las iglesias de servir a todas las personas necesitadas, de derribar las barreras que separan a los seres humanos y de constituir una sola familia humana en la justicia y la paz.” 

20. En el aspecto político, en la Asamblea de Porto Alegre, Brasil (14 al 23 de febrero de 2006), se invitó “a las iglesias, organismos ecuménicos y grupos de la sociedad civil, a ser actores en el Decenio para Superar la Violencia.” 

“Las iglesias en pos de la reconciliación y la paz, centrarán sus esfuerzos en América Latina.” Así, urgió a las iglesias !a tomar parte activa y unilateral en la lucha contra la injusticia social la violación a los derechos humanos y la pobreza que el imperialismo norteamericano está causando.” 

Es interesante mencionar que aunque es un organismo abiertamente hostil a muchos dictadores y al imperialismo norteamericano, el CMI nunca ha levantado oficialmente, una sola voz en contra de dictadores comunistas, o de los regímenes socialistas o comunistas pasados y presentes, responsables, detrás de la que se conoció como “La cortina de Hierro,” de terribles genocidios y múltiples mártires cristianos. 

21. En la asamblea de Jamaica, un tópico de discusión importante fue el patrocinio de $65,000 dólares norteamericanos que el CMI otorgó al frente patriótico de Zimbabwe, un grupo guerrillero comunista que hizo alarde de asesinar misioneros cristianos y de derribar un avión comercial. 

A pesar de que como en otras ocasiones,  se dio lugar a que voces de líderes evangélicos levantaran sus protestas, como es costumbre, nunca por ello se modificó alguna vez su filosofía o política y hasta ahora, nunca se ha publicado una retracción, ni se dio ni una explicación al respecto, ni menos una disculpa. Como consecuencia, el Ejército de Salvación, la Iglesia presbiteriana Irlandesa y la iglesia luterana de Alemania suspendieron desde entonces, su membresía en el CMI.  

En su “Programa para combatir el racismo” el CMI ha canalizado donativos por más de 5 millones de dólares norte-americanos a grupos radicales y guerrilleros alrededor del mundo, principalmente en África y América Latina, y a instituciones como la Universidad Malcom X (musulmana). 

22. El Dr. Phillip Poter, quien fuera secretario general del CMI declaró: “Hacemos un llamado a todas las iglesias a pasar de hacer caridad, dar patrocinios y programas tradicionales, a tomar acciones sacrificiales que lleven a nuevas relaciones de dignidad y justicia entre todos los hombres y ser los agentes para la reconstrucción radical de la sociedad.” También explicó lo que esto significaba así: “El conflicto ha llegado a ser intenso y es necesario un cambio radical en las estructuras económicas, sociales y políticas y no solo la prudente transición de recursos y tecnologías.” 

23. En cuando al VIH/SIDA, enfermedad sexualmente trans-mitida predominantemente por las relaciones sexuales “de alto riesgo,” como las relaciones extramaritales y antinaturales por la boca y el ano, y por el uso compartido de jeringas contaminadas con el virus (drogadictos), el reverendo Jape Heath, secretario general de la Red Africana de Líderes Religiosos Afectados o Viviendo con VIH/SIDA, durante una conferencia de prensa en Porto Alegre, Brazil, declaró: «No podemos ver al sexo como el culpable. La pobreza y la desigualdad son las principales vías de contagio del VIH/SIDA, y los estigmas en torno a la enfermedad deben considerarse como un mal colateral.” 

Dijo que “el origen (de los estigmas) está en la base moral de la sociedad que cree que las personas enfermas son culpables de pecado, cuando el virus pasa por la pobreza mundial como máxima responsable.” Según sus informes, “sólo en África ya había más de 25 millones de infectados.” Puntualizó que su organización busca la educación de las iglesias para que encaminen sus esfuerzos a implantar políticas de atención a las personas con SIDA, eliminando los mensajes negativos (como la necesidad de arrepentirse y ser salvos). 

24. En lo que toca a la misión de la iglesia, para el CMI su meta original de buscar la unidad de las iglesias cristianas, ha sido sustituido por “una meta mayor,” que es “la unidad de toda la humanidad.” El CMI ha cambiado la proclamación del evangelio de salvación por gracia a través de Cristo Jesús para todas las naciones, por el “diálogo respetuoso.” 

En sus propias palabras, el diálogo consiste en “abrir la mente y el corazón a otros. Es un acto que implica riesgo y una profunda convicción de vocación. Esta apertura, este riesgo, esta vocación y sensibilidad, son el corazón del movimiento ecuménico.” 

Nosotros nos preguntamos ¿Ser abierto? ¿tomar riesgos,  y ser vulnerable? ¿Eso enseña Jesucristo? 

La Biblia dice: “No os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra. Nadie os engañe en ninguna manera; porque (Cristo) no vendrá sin que antes venga la apostasía” (2 Ts 2:2 y 3). 

Para el CMI el lema del ecumenismo sigue siendo: “El servicio une, la doctrina divide.” “El diálogo ofrece la oportunidad de enriquecer y descubrir nuevas dimensiones para entender nuestra fe.”

Así para el CMI, los cristianos somos llamados a buscar nuevas dimensiones de la verdad en vez de proclamar la inmutable verdad bíblica. Con este fin, el CMI a través de los años, ha entablado “diálogos” con casi todas las religiones, incluyendo Católico romanos, musulmanes, budistas, hinduistas, humanistas, religiones tradicionales africanas y hasta comunistas, sin que este diálogo tenga como intención, evangelizarlos. 

“Para que se conviertan de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1ª Ts 1:9 y 10). 

Para el CMI amar al perdido no implica invitarlo a ser salvo, sino que “el amor requiere de nosotros que reconozcamos y respetemos la integridad de nuestros compañeros que estable-cen un diálogo con relación a su fe y convicciones.” 

Esto contrasta con la exhortación bíblica que dice: No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas, porque en el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. 

Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. 

A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. 

Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén (Ef 5:11; Jd 1:18 al 25). 

25. Como ser miembro del CMI “significa participar plenamente en la vida y la labor del CMI y en sus actividades, aportando una contribución financiera regular para su labor.” siendo que está documentado que el CMI ha patrocinado actividades reconocidas por muchos cristianos evangélicos como anticristianas, el que pertenece al CMI está ignorando, peligrosamente, la advertencia bíblica que dice: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Ap 18:4). 

A pesar de que muchas de sus declaraciones, metas y lemas están adornados con lenguaje característicamente cristiano, por sus hechos, que hablan más fuerte que sus palabras, el CMI cae dentro de los que Cristo dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 

“Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí, pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mt 15:7 al 9). 

26. En resumen, la prioridad y mayor interés del CMI son las necesidades sociales, políticas y económicas de la sociedad, y no la “Gran Comisión” encomendada por Jesucristo (Mr 15:16 y Mt 28:19 y 10), o sea, la evangelización del mundo perdido y la salvación de la humanidad que vaga sin Dios, sin luz y sin esperanza, irremediablemente hacia la condenación eterna y los tormentos indecibles del infierno. 

Jesucristo dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 

Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles (Mr 8:34 al 38). 

27. No es de sorprender, por lo tanto, que algunas iglesias estén experimentando conflictos internos serios y hasta amenazas de cisma entre sus miembros y congregaciones, al discutir si procede o no pertenecer al CMI, defendiendo, apoyando y participando en sus actividades ecuménicas. La Biblia dice que una de las 7 cosas que abomina Dios, es “el que siembra discordia entre hermanos.” (Pr 6:16 al 19). 

Amados; Por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos, porque algunos hombres han entrado encubiertamente, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. 

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras. AMÉN (Jd 1:1 al 4 y 1ª Co 15: 1 al 4).