Por Steve Cordle, pastor fundador de Crossroads y líder de The River Network.
Jesús nos mandó hacer discípulos, «enseñándoles a obedecer todo lo que yo os he mandado». Entonces, una iglesia debe ayudar a los creyentes a aprender a escuchar y obedecer a Jesús, y una Vía de Equipamiento es un medio para hacerlo.
Suponga que uno de los miembros de su grupo le pregunta: «Me gustaría dirigir un grupo. ¿Qué necesito hacer?» ¿Qué le dirías a esa persona?
Una Ruta de Equipamiento es una serie de enseñanzas y experiencias que sistemáticamente exponen a los creyentes a lo esencial de seguir y servir a Jesús. ¿Qué crees que es lo más importante que un nuevo creyente debe saber y hacer? Aunque es posible comprar un plan de estudios completamente desarrollado, antes de hacerlo, yo sugeriría lo siguiente:
1. Elabore una lista de lo que su iglesia considera vital que un creyente sepa y haga.
Por ejemplo, mientras que aspectos básicos como la oración y la lectura de la Biblia aparecerán en las listas de la mayoría de los líderes, usted puede querer enfatizar el enfoque distintivo de su iglesia. Nuestra iglesia ha adoptado el método SOAP de lectura devocional de la Biblia. (véase «Divine Mentor» de Wayne Cordeiro para más detalles.) Queremos que la gente pueda decir en sus grupos: «Háblame de tu SOAP», o: «¿Traerá alguien un SOAP la semana que viene?». Por lo tanto, el primer paso de nuestra Vía de Equipamiento incluye la instrucción en el SOAP. Eso nos ayuda a desarrollar una cultura de escuchar a Dios a través de las Escrituras.
2. Identifique los distintivos actuales de su iglesia, y lo que usted quiere que sean.
¿Quiere que su gente use dones espirituales como sanidad o profecía? Si es así, asegúrate de que tu Vía de Equipamiento menciona y desarrolla esos dones.
3. Recuerde que gran parte del aprendizaje de las personas proviene de la práctica.
Los líderes de la iglesia a menudo explican demasiado y demuestran poco. Eso debilita el equipamiento.
Aprendemos a orar orando con otros, y aprendemos a evangelizar estando con alguien mientras comparte el Evangelio.
Por lo tanto, empareje a los alumnos con profesores que sean practicantes.
Los discípulos transformados transforman vidas y comunidades. Asegurémonos de que no sólo esperamos que la gente escuche y obedezca a Jesús: mostrémosles cómo hacerlo.
El Evangelista Mexicano 