EDITORIAL

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¿PROFETAS VIRTUALES O PROFETAS PRESENCIALES?

Las redes sociales han llegado para quedarse, y también forman parte de nuestra actividad como creyentes. Según la edad que tengamos, algunos usarán más un tipo de redes que otras, pero prácticamente todos usamos estas plataformas para enviar y recibir contenido escrito, en audio o gráfico.

Se han hecho estudios sobre las características de un discurso digital frente a uno presencial: una investigación del año 2020 sobre los gestos empleados por el hablante en el discurso digital frente al presencial no encontró diferencias significativas entre uno y otro, salvo en un elemento llamado gestos kinetográficos (los que usamos al mover la mano o el brazo para ilustrar conceptos), que es mayor en el discurso presencial que en el virtual (1). Además, los gestos en el discurso virtual son más prolongados que en el presencial, éste ultimo más espontáneo e inmediato. 

Bueno, ésta es una diferencia interesante, pero también nos referimos a los discursos escritos en los chats y foros que abundan en las redes, y que para muchas personas se convierten en un medio por el cual difunden mensajes -en el caso de los creyentes, incluidos mensajes basados en textos bíblicos. Abundan los devocionales virtuales escritos y en audio, y quienes los difunden lo hacen con la buena intención de que lleguen a personas que los puedan recibir y aceptar.

El tema es que hay quienes piensan que estos mensajes son un sustituto del mensaje verbal, el presencial, el que sale de nuestra boca; y dicen cosas como: “yo mando todos los días mensajes a mis contactos”, cuando les preguntamos si comparten el evangelio, pensando que esta actividad virtual es un modo de suplir el compromiso de hablar las verdades del evangelio a otros. Y quizá a muchos nos pase que recibimos una variedad de mensajes reenviados con muy buenas intenciones por otros; pero la verdad es que, si nos pusiéramos a leerlos o escucharlos, tal vez no tendríamos el tiempo de conocerlos todos.

¿Qué pasaría si cada mensaje escrito o grabado que enviamos, en vez de ello lo parafraseáramos y transmitiéramos verbalmente a al menos una persona, ya sea por teléfono o yéndola a buscar personalmente? El impacto sería mucho mayor, porque tendría el sello de nuestra presencia y nuestra voz. El problema es que esto representa más trabajo, y tal vez no queramos hacer el esfuerzo de hablar con nuestras palabras de ese mensaje, porque es más sencillo aplanar un botón y darle reenviar a otros, y sentir con ello que ya nos quitamos el compromiso de hablar.

Pero es precisamente ese deber el primero que tenemos como cristianos: ser profetas, mensajeros del Evangelio en forma oral, y con nuestro testimonio de vida. Cristo nos llama a ser TESTIGOS, es decir personas que damos testimonio de algo, que presenciamos y adquirimos verdadero conocimiento de algo. Así que, la próxima vez que queramos reenviar un mensaje de texto, de audio, o una imagen, pensando con ello que estamos predicando, tendríamos que recordar que las opciones virtuales son ADEMÁS DE, no EN VEZ DE, la predicación que debemos hacer en persona a otros.

Hay muchos profetas virtuales, pero ¿cuántos estamos dispuestos a ser profetas presenciales del Evangelio de Cristo? El Espíritu Santo está esperando que lo dejemos usar nuestras personas, no las redes sociales, para que otros conozcan a Cristo: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8).

En El Evangelista Mexicano número 54 de este periodo incluimos una amena crónica en verso de la Conferencia del Distrito Centro de la CAM (Conferencia Anual de México), así como el conmovedor relato de un llamado al ministerio, hace más de seis décadas, y una interesante argumentación sobre por qué en nuestra Iglesia Metodista aceptamos el bautismo infantil, además de otra sobre cómo acompañamos a aquellos ministros que tienen tropiezos en su labor pastoral, entre otras colaboraciones. Agradecemos muchísimo cada lectura, comentario y réplica a dichas colaboraciones y enviamos un abrazo afectuoso a cada uno de nuestros lectores.

María Elena Silva Olivares
Directora.


NOTA:

  1. López-Navarrete, Alberto J. Una aproximación multimodal a los gestos en la comunicación digital: comparativa en la mediación gestual entre discursos en línea y discursos presenciales. Revista Inclusiones Vol: 8 num Especial (2021): 148 -160. Recuperado del sitio: https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/176387/Lopez-Navarrete%20-%20Una%20aproximacion%20multimodal%20a%20los%20gestos%20en%20la%20comunicacion%20digital%20comparativa….pdf?sequence=1 el 29 de septiembre de 2024.