Oswaldo Ramirez González
Revolucionario de origen metodista que perteneció a la facción más radical del maderismo. Como lo señala Gamboa (2011) le tocó vivir la efervescencia proletaria, la creación de círculos obreros y su cambio, así como el cambio y deterioro del sistema político y social.
Nació en Mineral del Monte, municipio perteneciente al estado de Hidalgo, el 26 de agosto de 1879. Hijo mayor del matrimonio entre Alejandro V. Mendoza y Adelia García. Fue el primero de doce hermanos; le siguieron Ángel, Cayetano, Vicente, Agustín, Salvador, Adelaida, Luisa, Sofia, Domitila, Consuelo y Aurora. Al ser el primogénito corrió con mayores responsabilidades desde muy temprana edad, pues acompañaba a su padre -quien era un hábil minero- a su trabajo en la mina “El Espíritu Santo” a sus jornadas diarias de trabajo. Esta actividad le propició una salud frágil, lo que obligó a su familia a trasladarse a otra región menos inclemente, estableciéndose más tarde en un poblado fabril de las regiones montañosas del estado de Veracruz.
En 1898, a la edad de diecinueve años, Camerino Zeferino Mendoza llegó junto con sus padres y hermanos a Santa Rosa Necoxtla. Una vez instalados en ese lugar, su padre estableció una modesta tienda, mientras que Camerino se ocupó por un corto tiempo como obrero en la fábrica textil de Santa Rosa. Posteriormente dejó ese empleo para dedicarse a lo mismo que su padre. Por aquellos años conoció al que sería uno de sus entrañables amigos: Heriberto Jara, quien además de hacerse su compadre, fue su compañero en la fábrica, colega de armas y gobernador de Veracruz (1924-1927).
Uno de los hechos que marcó su vida y que posiblemente fue el detonante para que se interesase en la lucha obrera y revolucionaria, fue presenciar la represión en la Huelga de Río Blanco, el 7 de enero de 1907. Ante tal situación demostró su empatía y cooperación con los afectados, proporcionando a los trabajadores afectados los productos necesarios para subsistir en lo que se solucionaba la huelga. La masacre de trabajadores y la situación de desigualdad fueron los principales motivos para que Camerino junto con Heriberto Jara, Gabriel Guevara, Rafael Tapia y Cándido Aguilar formaran un grupo político en oposición al régimen: el Círculo Liberal Mutualista de Orizaba.
El 31 de mayo de 1909, durante una visita de Francisco I. Madero a la región, Camerino junto con un grupo político de allegados se entrevistaron con el político coahuilense y acordaron crear el Primer Centro Liberal Antirreeleccionista de México, al que se sumaron Manuel Quijano, Heriberto Jara, Rafael Tapia, Francisco Camarillo, Ángel Juarico, Gabriel Gavira, Ernesto Guerra, Rutilio Caloca, Teodoro Escalona, Carlos Ramírez Parraguirre y Donato Brazo Izquierdo, entre otros. Ante el fraude electoral fraguado por el general Díaz, y la detención de Francisco I, Madero, fieles al Plan de San Luis, Camerino Z. Mendoza, junto con un grupo de hombres, se levantaron en armas en San José Ixtapan del Rio, Puebla, gracias a lo cual lograron tomar y ocupar algunas poblaciones aledañas; tal fue el caso de Cañada Morelos, San Andrés Chalchicomula y Tehuacán.
Pero no todo fueron victorias para este líder revolucionario; pues al igual que todos los insurrectos fue perseguido por el ejército porfirista, lo que lo obligó a salir a principios de 1911 hacia la Habana, Cuba, lugar desde donde recibió de Madero ocho mil pesos, con el objetivo de mantener sus gastos y regresar al país para seguir la lucha armada. A su regreso, logra reunir un ejército de más de 900 hombres; y con la ayuda del coronel Heriberto Jara y de Rafael Tapia, lograron recuperar el estado de Puebla, estableciendo su cuartel en el municipio de Tehuacán, ocupando el cargo de gobernador provisional.
No obstante la inminente derrota de la dictadura porfirista y la victoria de Madero, Camerino Z. Mendoza rompió relación con el caudillo antirreeleccionista debido a que consideraba una traición el otorgarles el poder a viejos esbirros políticos del viejo régimen en torno a la transición democrática y electoral del país. Por lo que se negó, al igual que Emiliano Zapata en Morelos, a deponer las armas; de la misma manera hizo caso omiso de entregar el mando del gobierno al Lic. Rafael Cañete, quien había sido designado por el presidente interino, Francisco León de la Barra. La situación entre ambas partes se tornó tensa principalmente entre los meses de junio y julio de 1911, lapso en el que, a pesar de que Cañete hubo tomado el control político de la capital poblana, Camerino Mendoza y sus hombres se negaron abandonar la plaza militar de Tehuacán; más aún cuando Cañete había encarcelado a dos diputados locales, por oponerse a reconocer al presidente interino.
Luego de recrudecerse esta situación, el gobierno ofreció el licenciamiento a Camerino y sus hombres; pero éstos, al aceptarlo de mala manera y bajo sus propios términos, fueron acusados de insubordinación a cuyo elemento se sumaron las injurias e intrigas del general Meraz, a quien tiempo atrás Camerino le perdonó la vida por rendirse y entregarle en paz la plaza de Tehuacán. La mezcla de estos factores resultó en su detención y su traslado a la penitenciaria. Al cabo de las averiguaciones y de que Camerino aceptase deponer las armas, fue puesto en libertad junto con Priciliano Mendoza, Heriberto Jara y Ernesto Guerra. Como consecuencia de aclarar el malentendido, Camerino recibió de Francisco I. Madero un telegrama que decía lo siguiente:
“Orizaba. Septiembre, 5.—- General Camerino Mendoza, México.— Siempre creí que su prisión era injustificada, y así se lo manifesté al señor Ministro de Gobernación. Reciba mis más sinceras felicitaciones por su libertad .—- Francisco I. Madero,”
El Tiempo, 7 de septiembre de 1911, p.7.
Una vez puesto en libertad, Francisco I. Madero ordenó se le diera el mando del 47º Cuerpo de Rurales, el cual al mismo tiempo estaba supeditado a las órdenes del general Aureliano Blanquet. Éste último quien había estado junto con el general Meraz detrás de las intrigas para enemistarlo con Madero y su encarcelamiento; lo envió a Morelos a combatir al ejército zapatista, con el único fin de ponerlo a prueba, ya que ambos compartían afinidades, entre las cuales estuvo el negarse de principio a licenciarse y deponer las armas.
A principios de 1913, luego de la decena trágica y del asesinato de Madero (22 de febrero de 1913), el general Victoriano Huerta, usurpador de la presidencia, inició una férrea persecución contra los antiguos simpatizantes del mártir y apóstol de la democracia. Curiosamente fue apresado por quien fuese su jefe anterior al mando, el general Blanquet; pero un grupo de veracruzanos notables, al enterarse de la noticia, interpusieron gestiones que detonaron en su pronta libertad. Sin embargo, a sabiendas de que esa libertad era parcial, temiendo por su vida, emprendió la huida hacia su terruño. A su persecución salió presto Gaudencio de la Llave, antiguo militar porfirista.
En la madrugada del 8 de marzo de 1913, las tropas persecutoras sitiaron la antigua casa de su madre, donde se encontraba acantonado junto a sus dos hermanos. Después de varias horas y más de treinta bajas por parte del ejército de Gaudencio, murió acribillado su hermano Vicente y un vecino. Camerino y Cayetano, su hermano menor, fenecieron como consecuencia del incendio del lugar. En represalia del hecho, Gaudencio de la Llave tomó un pequeño grupo de paisanos de Santa Rosa y los fusiló, como medio para atemorizar a la población y como una señal de impotencia al no haber sido las balas de sus hombres las que acabasen con la vida del líder revolucionario. Posteriormente, tomó los cadáveres de éste y sus hermanos y los trasladó a la jefatura de policía de Orizaba, donde fueron exhibidos algún tiempo.


El pueblo de Santa Rosa Necoxtla, testigo de la vida de este líder revolucionario y que había sido fundado alrededor de 1898, adquirió la categoría de Villa en 1910; veinte años después cambió su nombre a Villa de Camerino Z. Mendoza; en 1932 es elevado a municipio y en 1933 el gobierno del estado de Veracruz eleva la localidad a categoría de ciudad. Importante es reflexionar y conocer que de las filas del metodismo mexicano también han emergido líderes sociales, intelectuales y revolucionarios, como lo fue el caso de Camerino Zeferino Mendoza García; realmontense de nacimiento, veracruzano por adopción y revolucionario por convicción.
Fuentes de información.
Bibliográficas.
GAMBOA, Leticia (2011). Camerino Z. Mendoza. Líder radical de la Revolución Maderista, Ediciones EyC, México, 114págs.
SÁNCHEZ, Alán (2022). 150 de la misión metodista en México. 150 biografías breves, CUPSA, México, 82-83pp.
Hemerográficas.
Regeneración, 22 de julio de 1911, 2p.
Revista de Revistas, 25 de junio de 1911, 23p.; 10 de septiembre de 1911, 19p.
El Siglo XX. Antes “Fin de Siglo” Semanario ilustrado de política y literatura, 24 de septiembre de 1911, 1p.
El Tiempo, 7 de febrero de 1911, p.6., 9 de junio de 1911, p.2., 19 de julio de 1911, p.2., 23 de agosto de 1911, p.4., 6 de septiembre de 1911, p.6., 7 de septiembre de 1911, p.7.
Páginas Web.
Camerino Z. Mendoza en https://es.wikipedia.org/wiki/Camerino_Z._Mendoza Actualización del 10 de noviembre de 2024.
ENCICLOPEDIA de los municipios de Veracruz en www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/EMM30veracruz/municipios/30030a.html Actualización del 8 de noviembre de 2024.
SERNA Miguel A. “General Camerino Z. Mendoza. Héroe revolucionario mexicano”, en https://www.nuevografico.com/2014/01/general-camerino-z-mendoza-heroe.html Actualización del 8 de noviembre de 2024.
