NOTA DE LA DIRECCIÓN: Agradecemos al Pbro. Felipe de Jesús Ruiz Aguilar, corresponsal de El Evangelista Mexicano en la Conferencia Anual del Noroeste, por habernos proporcionado este valioso material sobre los inicios de esta comisión; asimismo, por la lista de presidentes de la CONAM que aparece al final de esta reseña.
Querétaro, 4 de junio de 2023
IGLESIA METODISTA DE MEXICO A.R.
Al servicio de Dios, al servicio del prójimo,
al servicio del peregrino laboral por necesidad.
Reverendo José Luis César Pérez Guzmán
Vienen a la memoria dos frases especiales predicadas por obispos en la congregación de Cuautla, Morelos, ambas en el culto de aniversario, uno en 1993 y otro en 1995; la primera, del Obispo Ulises Hernández: “no basta con decir que Dios está conmigo, hay que creer y vivir con Dios mismo”; y la segunda de la Obispa Graciela Álvarez: “si hemos llegado hasta aquí, es porque Dios mismo, quiere que lleguemos más lejos.
Con este espíritu, la Iglesia Metodista de México A.R. establece hoy en día en nuestra Disciplina Metodista de México, con fundamento en los artículos 671 a 677, la integración de la Comisión Conferencial de Asuntos Migratorios, la cual debe operar en forma permanente a favor de las poblaciones migrantes que entran, salen y retornan todos los días y noches a nuestro país.
Art. 671 OBJETIVO. La Iglesia Metodista de México, A. R., expresará la autenticidad y profundidad de su vida, su fe y su consagración, mediante hechos concretos de amor al prójimo. Por tanto, esta Comisión elaborará proyectos que promuevan el desarrollo integral del individuo procurando que respondan a las necesidades reales de su entorno social.
Pero para llegar a esta determinación normativa en nuestra Disciplina Metodista de México, llevó todo un contexto y ruta histórica ante los cuales, como hombres y mujeres de fe, tuvimos que reaccionar ante las diferentes crisis por las que han atravesado nuestro país y otras naciones.
En el año de 1984, la crisis económica que se vivía en el país dio como resultado el aumento de la migración laboral de mexicanos y mexicanas a Estados Unidos, además del incremento paulatino de migración centroamericana.
Ante ello, la Iglesia Metodista Unida, en Estados Unidos, ya estaba operando su respuesta para apoyar las migraciones que llegaban de otros países. Una de ellas, muy importante, fue la creación, entre otras actividades, no solo de ciudades “Refugio”, sino también de “Iglesias Refugio”, que por ley debían ser respetadas.
En diálogo de los Obispos Miguel Hernández de la Conferencia Anual del Norte y Ulises Hernández de la Conferencia Anual de México con La Junta de Ministerios Globales de la Iglesia Metodista Unida en los Estados Unidos, en el año de 1987, se acordaron los pasos necesarios para iniciar la ruta de creación de un área de la Iglesia que se especializara en la atención a las personas migrantes. Para ello, la primera sesión se llevó a cabo en la ciudad de Austin, Texas, donde fuimos nombrados como representantes de nuestra Iglesia el Pbro. Rafael Murillo Paniagua y su servidor Pbro. José Luis César Pérez Guzmán. En esa ocasión se acordó proponer a la Iglesia Metodista de México la conformación de la Comisión Nacional de Asuntos Migratorios, la cual tendría a un Pastor responsable. Quien tomó la decisión fue El Gabinete General de ese tiempo.
Los Obispos Miguel Hernández y Ulises Hernández comunicaron mi nombramiento como Director de la Comisión Nacional de Asuntos Migratorios a partir de julio de 1987, dando inicio a mi responsabilidad al frente de dicha tarea.
Para ello, entré en comunicación inmediata con la Junta de Ministerios Globales y con los Obispos para organizamos y para construir el nuevo proyecto en acuerdo con los pastores de las Iglesias que se encontraban en la Frontera, además comenzamos a comunicarnos con los responsables de las iglesias fronterizas de la Iglesia Metodista Unida.
Los primeros acuerdos, tomando en cuenta que el flujo de migrantes ya se estaba dando desde hace tiempo fueron los siguientes:
- Organizarnos y prepararnos como Iglesias para recibir a personas indocumentadas mexicanos y personas refugiadas centroamericanas.
- Preparar a las iglesias locales y a los pastores.
- Preparar el sistema de trabajo.
- Organizar la relación con las iglesias del otro lado del Río Bravo para el trabajo coordinado.
- Realizar una gira de trabajo y orientación por las iglesias del norte.
En el año de 1987 inicié con las giras en Reynosa Tamaulipas, donde se realizó contacto con la Iglesia de Reynosa. Con las Iglesias locales el trabajo consistía en informar sobre nuestra responsabilidad, crear conciencia de compromiso y desarrollo de nuestra vocación para servir al prójimo, de las palabras a los hechos.
En una conversación con mi amigo desde el Seminario el Obispo Miguel Hernández comenté la siguiente tesis que probaría en este proyecto: Que, si al movimiento carismático que se iba fortaleciendo en las iglesias del norte, se le agregaba un contenido social con un compromiso de acción, nada les podría detener y su vocación de servicio se dará en forma mucho más dinámica. Con el tiempo y la gracia de Dios, dicha hipótesis se confirmó.
Cada Iglesia fue una experiencia muy rica. El sistema que seguimos fue el siguiente: una semana de predicación y orientación sobre la propuesta: Motivación bíblica teológica sobre el servicio con amor al prójimo, dar un paso más en la utilidad de las instalaciones del templo y el salones sociales, servicio en la cocina, capacitación para orientar a los migrantes, acompañamiento en sus dolores y necesidades, darles información lo que pueden y no deben hacer, y compartir los alimentos y hospedaje por tres días, orar y platicar y contactos con las iglesias y las organizaciones de apoyo al otro lado de la frontera.
Toda la frontera era difícil y sufrida, los migrantes para las autoridades y coyotes solo eran víctimas y portadores de dólares. Se molestaban con las iglesias y organizaciones que les apoyaban. En varias ocasiones tuve que ir a algunas delegaciones de policía en Nuevo Laredo y Ciudad Juárez para apoyar o por injusticias, era muy diferente el clima.
En Ciudad Juárez fui a la orilla del Río Bravo a ver como atravesaban las personas migrantes la frontera. La primera opción para el paso migrante era el Puente Negro, por donde cruzaba el ferrocarril, otros optaban por hacerlo sobre llantas, las cuales se cobraban para cruzar por el Río dependiendo a dónde llegarías a la otra orilla, esto por 1 dólar. Que te llevaran a las primeras calles de El Paso, Texas costaba 5 dólares; al centro de la ciudad, 20 dólares y así se decidía entre hacerlo a pie o nadando. Es importante considerar que enfrente estaban las camionetas de migración del país esperando para detener a todo aquel que se atreviera a cruza.
Con el propósito de conocer y comprender los sentimientos de las personas migrantes, decidí realizar el cruce en llanta. Al llegar a la otra orilla llegaron tres hombres y luego de una señal corrieron por la izquierda para que los de migración los siguieran, mientras que a mí me llevaron a la derecha por entre carros de ferrocarril, rumbo a las calles y finalmente otra persona me terminó llevando al centro. Todo muy bien planeado. Mi regreso fue por las casetas de ambas fronteras caminando.
Todas las Iglesias respondieron con mucha fe y amor al prójimo. Las hermanas y hermanos apoyando en todo y sirviendo a las personas y las instalaciones transformadas, como diría un hermano: mi iglesia es la casa de todos.
Reynosa, Río Bravo, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Ciudad Acuña, Ciudad Juárez, San Luis Río Colorado, Mexicali, y Tijuana, en todas se formó un Comité teniendo a su Pastor como líder de la Comisión. Todos vivián el problema y todos respondieron de acuerdo a sus posibilidades. En Tijuana, el comité se integró por cinco matrimonios de la iglesia, trabajando con gran intensidad y dedicación.
La Comisión fue adoptada con mucho entusiasmo y trabajo. Hay dos ejemplos que lo reflejan. En la Iglesia de Nuevo Laredo en una ocasión entraron personas y robaron el sistema de sonido y otras cosas del Templo. Me llamó el Pastor y me comentó que había una investigación, pero nadie mencionó a los migrantes como posibles culpables y decidieron seguir adelante con su programa, no se cerró el templo. Descubrieron a los que robaron y no eran migrantes. La fe y el amor mantuvieron vivo el servicio al prójimo.
En Piedras Negras, Coahuila, se nombró el Comité. El Pastor me llevó a las Colonias en donde vivían las personas en las casas de cartón, donde bajamos del auto y tuvimos la oportunidad de conversar con la gente más pobre de la ciudad.
En ese mismo viaje, en un domingo por la noche el clima enfrió demasiado por el invierno, el lunes salí temprano a la terminal de autobuses para seguir a Ciudad Acuña, pero por alguna circunstancia no llegó el autobús y me regresé a la iglesia, pregunté por el Pastor y su secretaria me comentó que con algunos hermanos reunieron cobijas y se fueron a donde vivía la gente en las casas de cartón a repartirlas. Un mes después me mandó la noticia de que abrieron un dispensario médico en ese lugar. Dimos gracias a Dios por las decisiones de la congregación con su Pastor.
Es importante mencionar y recordar la decisión de administrar los fondos económicos con mucho cuidado y austeridad. Todos los viajes desde la Ciudad de México y Querétaro a la frontera norte fueron en autobús y solo se tomaron dos vuelos a Estados Unidos. Platicando con los Pastores y su esposa estuvieron de acuerdo en que mi hospedaje fuera en la Casa Pastoral o en algún lugar en las instalaciones de la Iglesia. La relación con cada familia fue muy cordial.
La comunicación y el apoyo con la Junta de Ministerios fue permanente y en forma coordinada tuvimos varias reuniones en San Antonio, Texas, Arizona, Nuevo México, Ciudad Juárez, Ciudad de México y Monterrey, Nuevo León. También dialogamos con otras iglesias evangélicas y con los responsables de la Casa del Migrante de la Iglesia, experiencia Católica Nuevo Laredo en y Tijuana, intercambiando conocimientos y buenas prácticas.
Damos gracias a Dios por esta tan importante sirviendo al prójimo
Pastor J. L. César Pérez Guzmán
PRESIDENTES DE LA COMISIÓN NACIONAL DE ASUNTOS MIGRATORIOS:
Pbro. César Pérez 1987-1989
Pbro. Eduardo Alberto Carrillo González 1989-2006
Pbro. Felipe de Jesús Ruiz Aguilar 2006-2014
Pbro. María Calixto Luna 2014-2018
Pbro. Arturo González Sandoval 2018-2022
Pbro. Arturo González Sandoval 2022 a la fecha
