Ma. Alejandra Ortigoza Pérez
Introducción.
El texto reseñado corresponde al libro: “El Queso y los Gusanos. El cosmos de un molinero del siglo XVI” del historiador Carlos Ginzburg. El autor se propone el análisis de la mentalidad sobre Dios y la religión (católica) a partir de describir el entorno cotidiano de un individuo situado en la Edad Media tardía en Italia. Esta investigación, que corresponde al género de ensayo histórico, se basa en la vida y expresiones del molinero de la región de Friuli en Italia, cuyo nombre fue Domenico Scandella, mejor conocido como Menocchio, quien nació en el año de 1532 en Montereale, que era un pueblecito entre las colinas de Friuli, al norte de Pordenone, Italia.
Acotaciones.
¿Cómo fue que un simple molinero llegó a ser tan importante y amenazador para el Santo Oficio? ¿Cómo era posible que hablase, desafiara y cuestionara la autoridad y las actividades de la iglesia, con tanta seguridad y con palabras que debatían las enseñanzas hasta ese momento por parte de la Iglesia? Veamos pues a continuación el porqué de dichas preguntas, a cuyo caso son resueltas a medida en que nos adentramos en la lectura.
En aquellos tiempos los campesinos, además de estar sometidos rigurosamente a la autoridad del rey y a la voluntad y control moral y religioso de la iglesia católica, eran ignorados y castigados si expresaban su sentir hacia sus autoridades; a éstas no les interesaba lo que les ocurría a aquéllos más allá de su entorno de trabajo, pues eran consideradas clases inferiores, lo que los llevó a trasmitir sus ideas, creencias, opiniones y sus esperanzas de forma oral y casual durante el devenir de su vida cotidiana. Por eso, como señala el autor del libro, fue difícil obtener información sobre estas clases sociales que permitan conocer cuáles eran sus ideas, sentimientos, fantasías y aspiraciones en esa época, así como la vida de sus hijos y su ámbito económico. Gracias a los escritos de Menocchio autografiados y la lista de sus lecturas, se puede conocer que sabía leer y escribir, algo que no era común en la mayoría de las personas de su tiempo, lo que le llevó consecuentemente a expresar sus ideas ante sus vecinos y conocidos. La libre opinión en un entorno controlado por la iglesia lo llevó a ser capturado y juzgado por la inquisición, en un proceso que al final lo llevó a la pena de muerte.
El porqué del título del libro.
Menocchio compara la creación del mundo con el queso de donde surgen los gusanos espontáneamente, cuestionando las explicaciones religiosas y tradicionales acerca de la creación del mundo. Ginzburg menciona que Menocchio no era un campesino común y corriente, pues era letrado y por eso estuvo en varios cargos en su localidad. Sus conocimientos, ideas y cuestionamientos eran el reflejo de interacción con otras culturas mediante diversas lecturas. Con todas las expresiones de Menocchio se puede ver que la cultura campesina no está cerrada, sino que retoma de la vida diaria, además de las ideas y mecanismos prácticos de su oficio, las versiones empíricas en la creencia de un Dios. No obstante, si el Santo Oficio no hubiera prohibido la lectura de las Sagradas Escrituras a las clases campesinas dejándolas exclusivamente bajo escrutinio de la nobleza y los religiosos, el saber práctico de aquellos hombres quizás tendría una interpretación más amplia; así lo podemos ver con la interpretación que les da Menocchio. Este personaje común rompe con los estereotipos generales y nos muestra que a partir de las excepciones de vida puede haber un conocimiento que en abstracto arroje más luz, en este caso a la vida y al sentido espiritual y divino de las cosas.
Reflexión en perspectiva cristiana.
Desde nuestra perspectiva, esta lectura nos aporta el conocimiento de la interacción de las creencias de los campesinos, así como el saber de los desacuerdos de ellos respecto a la forma en que se les imponen preceptos en los que debían creer; podemos ver el temor de la clase campesina, evitando sublevarse; pero ello permite también saber sobre el control religioso que se ejercía hacia la población; vista desde la vida de Menocchio, nos muestra cómo un simple molinero -que es el personaje principal- se esfuerza por adquirir conocimiento de forma oculta, rebelándose contra el poder que se concentraba sólo en el papa, lo cardenales, los obispos y los sacerdotes con la intención de que sea uniforme la enseñanza del Santo Oficio.
El ejemplo de Menocchio al adquirir entendimientos de los libros que leyó y que le ayudaron a tener otra perspectiva de la fe, muestra cómo el conocimiento y discernimiento hace la diferencia entre ser sometidos y someterse a sí mismos, por voluntad, por fe, con convicción propia; sin embargo, el temor a lo desconocido hizo que los paisanos de Menocchio no lo escucharan y lo tomaran como sospechoso de herejía. Irónicamente el control de la fe ejercido por parte de la iglesia católica generaba muy de vez en cuando atisbos de fe contrarios y, quizás, más cercanos a nuestro Dios.
Esta historia permite ver cómo desde siglos pasados la iglesia quería tener el control eclesiástico, por eso censuraba y luchaba contra la herejía; y de todos los que no obedecían sus mandatos decían que estaban cometiendo herejía, eran reprendidas las personas que tenían otros pensamientos acerca de la forma en que se creó el cosmos; Menocchio era culpable de ir más allá de lo que se le enseñaba respecto a la fe, lo que provocó todo el proceso que le llevó a la hoguera.
En el siglo XVI, la iglesia lidiaba contra las diferentes creencias, pues su deseo era que se creyera sólo en ella. Este período fue de cambios religiosos y sociales, pues se daban diferentes interpretaciones orales y populares como la de Menocchio, que ofrecía otra perspectiva religiosa. Es así como se empezó a dar la interacción entre el pensamiento y las instituciones eclesiásticas; de cierta manera el eco prematuro de la reforma protestante se respiraba en el ambiente.
Las motivaciones del molinero de Friuli.
Lo que quería Menocchio era una religión igualitaria, que se tomara en cuenta la razón. Que no se impusieran las reglas de la iglesia sólo para conveniencia del papa y todo su séquito, lo que los llevaba a menospreciar e ignorar las necesidades de los campesinos y artesanos, que eran muy diferentes a las necesidades -o más bien la carencia de ellas- del papa y su séquito. El menosprecio de las autoridades eclesiásticas le quitaba su dignidad, habiendo dos clases de dignidad; una era la del papa, sus cardenales, obispos y párrocos, también están las leyes de los príncipes; pero había una división jerárquica que se contraponía entre los superiores y los hombres pobres, que se encontraban en las sociedades rurales, a una de las cuales Menocchio estaba consciente de pertenecer.
Finalmente…
En lo personal considero que la fe en Dios en todo tiempo mueve masas, conciencia, actos, prejuicios, castigos, es lo que he visto a lo largo de estos años; de lo cual rescato que debe haber libertad para el ser humano en la toma de decisiones religiosas, pues cada persona tiene la capacidad de entender y acercarse a Dios de acuerdo con su contexto, y nadie es sumamente importante ni está tan cerca de Dios lo suficiente para imponer y quitar a otro el derecho de elegir lo que crea que más le conviene.
Esta lectura refleja el control que tenía la iglesia católica sobre las personas y la creencia de éstas, así como del control riguroso que los llevó a ejecutar formas de tormento y penas capitales de muerte, tortura y hoguera hacia todos los que osaran cuestionar sus preceptos. Por fortuna y Gracia de Dios, los tiempos han ido cambiando de manera gradual; sin embargo, ello no quita reflexionar lo que siglos atrás padecieron aquellos que se atrevieron a acercarse a Dios desobedeciendo el instructivo del catolicismo institucional, el cual fue finalmente roto a partir de las reformas y el movimiento de Martín Lutero. Recomiendo leer este texto con ojos críticos como una lección del testimonio de vida cristiana de aquellos que sin saberlo se situaron en los linderos de la pre-reforma.
Bibliografía
Ginzburg Carlo (1999). El Queso y los Gusanos. El cosmos, según un molinero del siglo XVI. Muchnike Editores. España.
Reseña de la autora:
Mi nombre es María Alejandra Ortigoza Pérez, congregante de la Iglesia “La Santísima Trinidad” de Zacapoaxtla, Puebla de marzo de 1999 hasta Julio de 2024, en la cual tuve la bendición de Dios colaborando en el área de Desarrollo Cristiano, en la comisión de culto infantil, en la comisión de Educación Cristiana, responsable de escuela dominical infantil, colaborando también en el área de Tesorería.
Con la Gracia, bendición y respaldo de Dios, a partir de agosto 2024 se me asignó como pastora de fin de semana en la Iglesia “Monte Horeb” ubicada en Zoatecpan, Xochitlán de Vicente Suárez, Puebla. Pertenezco a la Conferencia de Sureste (CASE), Distrito Tlaxcala. Actualmente estoy cursando el cuarto semestre de la Licenciatura en Teología en el Seminario metodista Dr. Gonzalo Báez Camargo.
