La Biblia es…
En este mes de agosto, en que recordamos la trascendencia de la Palabra de Dios, tenemos la oportunidad de reflexionar y reforzar lo que esa palabra divina es para nosotros, tomando frases de ésta misma:
La Biblia es una lámpara que alumbra nuestro camino (Salmo 119:105). En circunstancias de la vida cuando tenemos que decidir entre perdonar y odiar, entre temer y confiar, el consejo de la Palabra de Dios ilumina la senda que a veces puede ser estrecha, pero que resulta más confiable que la ancha senda que lleva a la perdición.
La Biblia es agua que Cristo usa para lavarnos (Efesios 5:25-27). Cada vez que leemos esa Palabra, recordamos que Cristo, la Palabra encarnada, viviendo en nosotros, nos da ejemplo para seguirle aplicando lo que en ella está escrito, y haciéndolo parecernos más a él.
La Biblia es una espada que esgrimir frente al enemigo (Efesios 6:17), como lo hizo Jesús con el diablo cuando lo tentó en el desierto. Por cada mentira del enemigo, el Señor respondió con la verdad de la Palabra. Igualmente, con cada pensamiento de mentira que venga a nuestra mente, la Palabra de Dios destruye la telaraña de esa mentira. El Espíritu Santo utiliza la palabra que él mismo ha inspirado para derribar argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Cristo.
La Biblia es nuestra norma de fe y conducta. Es la voz de Dios hablando a nuestro corazón.
Al recordar la frase “Escrito está”, hacemos memoria de la fortaleza de la palabra escrita, que Dios quiere sea también impresa en nuestra mente y corazón. Bendita Palabra, que Dios usa para transformarnos en un proceso continuo de santificación.
En este primer número de agosto de El Evangelista Mexicano tenemos varias colaboraciones que invitamos a leer, comentar y compartir. Reciban un saludo fraternal de nuestra parte y la invitación a seguir bebiendo de la palabra revelada por Dios.
Sinceramente,
María Elena Silva Olivares.
