DOS CONSIDERACIONES SOBRE EL ESCUCHAR

DOS CONSIDERACIONES SOBRE EL ESCUCHAR

El silencio y la escucha de Dios
por Mario Vega, www.elim.org.sv

Hoy vivimos rodeados de un incesante ruido externo: redes sociales, medios de comunicación, teléfonos, información constante. Todo esto genera ansiedad, preocupaciones y fragmentación interior. En medio de tal saturación de estímulos, donde la velocidad y la dispersión marcan el ritmo, se hace difícil discernir la voz de Dios, quien rara vez grita, sino que llama desde lo profundo. En este contexto, el silencio se convierte en un acto contracultural: una manera de resistir la superficialidad y abrir espacio a lo esencial.

El relato de Elías en el Horeb (1 Reyes 19:11-12) nos recuerda que Dios no se manifestó en el viento, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino en «un susurro suave». El silencio, por tanto, no es vacío, sino un lenguaje sutil de Dios que exige atención y disponibilidad interior.

El silencio puede practicarse al dedicar momentos sin distracciones para simplemente estar en la presencia de Dios. También puede vivirse en la lectura orante de la Escritura, dejando espacio para una acogida receptiva. Cuando aprendemos a valorar la soledad y a entrar en el silencio, sintonizamos con los ritmos de la creación y descubrimos en ellos un camino de encuentro con Dios.

Lejos de ser un lujo, el silencio es hoy un lugar de resistencia espiritual y de apertura al misterio divino. Es el espacio interior donde la Palabra se encarna en nosotros y desde el cual podemos hablar y actuar con autenticidad

Mario Vega.

El bello arte de escuchar

Por Rob Campbell, pastor fundador de Cypress Creek Church ( www.cypresscreekchurch.com ) y director ejecutivo de Africa Renewal ( www.africarenewal.org ).

En un mundo ruidoso donde se publica, tuitea y se grita para hacerse oír, escuchar de verdad se ha vuelto poco común. Todos buscan que su voz destaque, pero a menudo lo que falta es la fuerza silenciosa de escuchar de verdad.

Dios nos da este ejemplo. Cuando anhelamos que Él hable, a menudo elige el silencio, no porque esté ausente, sino porque escucha. La Escritura nos recuerda:

  • Dios escuchó al muchacho (Génesis 21:17)
  • Dios escuchó su gemido (Éxodo 2:24)
  • Dios los escuchó (Salmos)

Jesús demostró tener el mismo corazón. Escuchó con paciencia, compasión y comprensión. En un mundo tan ruidoso, ¿qué tal si el verdadero poder no residiera en hablar, sino en guardar silencio: prestar atención, mostrar interés y escuchar atentamente a los demás?

Escuchar es fundamental en nuestro caminar con Dios. Antes de hablar o actuar, Él nos llama a sintonizar nuestro corazón con Él. Como dice Deuteronomio 6:4: “Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es”. Escuchar a Dios significa más que oír; es recibir su verdad con disposición a obedecer. Jesús dijo: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27).

Los grandes líderes escuchan bien. Reflejamos a Cristo cuando escuchamos a quienes sufren o se sienten solos. Que la escucha marque nuestras vidas y nuestras comunidades.

“Todos deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse.” – Santiago 1:19 (NVI)

r. Reflejamos a Cristo cuando escuchamos a los que sufren o están solos. Que escuchar marque nuestras vidas y nuestras comunidades.

“Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.” – Santiago 1:19 (NVI)

Rob Campbell

FUENTE: https://jcgresources.com/en/blog/