Una Iglesia para quedarse.

Una Iglesia para quedarse.

¿Cómo sería una iglesia donde nos gustaría llegar con nuestra familia para quedarnos?

Quisiéramos llegar a una iglesia donde su ministerio de alabanza alabe y adore genuinamente a Dios,  de tal manera que conduzca a la congregación hasta la misma presencia del Señor.

Quisiéramos encontrar una iglesia en la que desde el púlpito se predique el mensaje claro de la palabra de Dios, que consuele, edifique y confronte para llevar una vida conforme a la voluntad del Señor, e inspire  a la obediencia y servicio a Dios.

Una iglesia donde la oración, el ayuno, la lectura y estudio de la Biblia,  sean prácticas comunes en las reuniones de la Iglesia y los hogares.

Una Iglesia que sepa distinguir entre hacer ministerio y hacer misión. Creciendo y desarrollando ministerios al interior, y saliendo a hacer misiones evangelísticas y de acción social fuera de sus cuatro paredes, en las calles, terminales del Metro, plazas, cárceles y hospitales.

Finalmente, anhelamos encontrar una iglesia que nos abrace sin hacer distinción de personas , y nos anime a trabajar en la obra de Dios.

Una congregación con esas características puede ser la de cada uno de nosotros. No importa el número de congregantes, pero sí importa el tener una visión clara de los propósitos Divinos para la Iglesia y para cada creyente.

Oremos, re-enfoquemos, seamos guiados por el Espíritu Santo. Dios es quien diseña y edifica este tipo de iglesias.

Anhelemos y logremos ser “Una Iglesia para quedarse.”

Dios  te bendiga.
Pbro. Francisco Obregon.
Mentor pastoral.
Distrito Bernabé CAO IMMAR