Semblanza de María de la Luz Alonso

Semblanza de María de la Luz Alonso

Andrea Elizabeth Silva Perales

María de la Luz Alonso Luna
(Que en Gloria está)

Nació el 20 de febrero de 1953 y fue llamada a la Presencia de Dios el 6 de octubre de 2025.

Mujer con un llamado al servicio de Dios y para Dios.

Formó, junto a su amado esposo, Narciso Colunga, la bella familia integrada por sus hijos: Lorena, Alberto, Daniel, Julio, Marlen y Rocío, mismos que desde pequeños fueron encaminados y llevados a los pies de Cristo. 

Desde que sus hijos fueron pequeños, buscaron dejar en ellos la más valiosa herencia, la cual es el caminar en el Señor; siendo así la búsqueda y asistencia en la Primera Iglesia Bautista de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Al paso de los años, y con el propósito de que sus hijos siguieran caminando conforme a la palabra de Dios, Él la llevó a asistir y después ser miembro en plena comunión de la Iglesia Metodista de México A.R “ El Mesías” en la misma ciudad. Allí, no pasó mucho tiempo para que, conforme a su testimonio y evaluación de su carácter fiel, fue distinguida para ocupar algunos cargos a nivel Iglesia local, conferencial; por mencionar algunos: presidenta de la Sociedad Misionera Femenil, Coordinadora distrital de la misma. A su vez, además de cuidar con mucho amor y dedicación en su Iglesia local, apoyaba el grupo de oración e intercesión; fue  administradora, líder del departamento de desarrollo cristiano, maestra de escuela dominical para adultos, encargada de preparar la santa cena mensual, consejera matrimonial.

Al distinguirse por su amor al prójimo, y demás cualidades, como hija de Dios, se le invitó a visitar, orar casa por casa, a los habitantes de una colonia, ubicada en los límites de Cd. Victoria, llamada San Marcos. Con la cobertura pastoral y en apoyo de su esposo, lograron conquistar el corazón de familias enteras para Cristo, por lo cual con gozo se pudo iniciar una Misión en aquel lugar. Después se unió a dicha labor la Hna. Margarita Perales,  de la misma iglesia; juntos, con el paso de los años, vieron como se estableció un lugar particular, en el que se predicaba y a los niños se les impartían clases bíblicas a su nivel. Es grato hacer hincapié en que esta misión se inició con las prédicas, bajo un árbol que estaba próximo a un hogar de una familia que llena de gozo abría dicho espacio. 

Gracias al matrimonio Colunga Alonso y a la hermana Margarita Perales, se dejó establecido un grupo de fieles asistentes, que permitió ser instituida una iglesia como hasta el día de hoy, llamada Iglesia Metodista de México A.R “Cristo la Roca”. Posteriormente a ellos, han pasado varias familias pastorales para enriquecer el Servicio para Dios, en la ahora iglesia local. 

Al final de los años 90 y con el deseo por seguir conquistando almas para Cristo, con ese mismo amor y dedicación inició su labor en la misión, ahora establecida  como Iglesia Metodista de México A.R. “ Jesús es el camino”, en Cerrito Nuevo, que pertenece al municipio de Güemez, Tamaulipas; misma que desde los años mencionados hasta el mes de septiembre del año en curso fue atendida por nuestra querida, amada y recordada pastora María de la Luz. Sierva Fiel para la prédica de la palabra de Dios en ese lugar, ni su salud -que a veces la comprometía-   la hizo dejar de asistir, porque era más el deseo de continuar buscando almas para Cristo, que su propia salud. 

A la par de sus inicios del servicio en ambas misiones para después establecerse como Iglesias, en un momento tan especial y único, ella, en el año 2015, recibió el llamado para servir a Dios de tiempo completo; pero ahora sí, con la recepción del los estudios teológicos por extensión; y al término de ello, las órdenes ministeriales, continuando el servicio en su cargo pastoral, en la misma iglesia que se instituyó al haberla ella iniciado como misión. 

Sin duda alguna cuando se encamina a los hijos conforme a su palabra, Dios nos da regalos extraordinarios; como pudo darle uno de tantos: que su hijo Alberto en el mismo año 2015 haya recibido el Llamado pastoral y desde aquél momento hasta el día de hoy, sirve a Dios en la iglesia que pertenece a la denominación Pentecostés.

Al igual que le llenó de gozo el caminar de su hijo y consiervo, pudo irse tranquila al saber que sus oraciones no fueron en vano, porque cada uno de sus hijos, nietos y bisnietos recibieron palabra, intercesión diaria. Ellos conocen, permanecen en el  Señor. 

María de la Luz fue y será siempre una verdadera bendición para sus hermanos en Cristo, pues con oración e intercesión se hizo siempre presente. 

Las palabras del apóstol Pablo, fueron para ella decisivas en su ministerio: “Porque para mí el Vivir es Cristo y el morir es ganancia”. Filipenses 1:21.


Acerca de la autora.

Maestra titulada de la Escuela Normal Superior con la especialidad en Español. Máster en Educación, excatedrática de la Escuela Normal Superior de Tamaulipas. Egresada del bachillerato en Teología por extensión del Seminario Metodista «Juan Wesley»; gracias a lo último, ha impartido clases a los estudiantes de dicho seminario por extensión, así como a los pastores en función del anteriormente llamado Distrito «Sin Fronteras.»

Participó en la redacción de las Convencionalidades Básicas de la Lengua Escrita que está  por publicarse en este año civil, en el estado de Tamaulipas en nivel Secundaria, Actualmente imparte clases a nivel secundaria y de forma particular imparte clases de regularización desde primaria a nivel superior.