
Tiempo de reflexión
¡Ha llegado el Adviento! El Adviento es una de las épocas del calendario cristiano preferida por muchos. Sin importar la edad, para muchos ha llegado la temporada en donde los buenos deseos parecen surgir de todas formas y, en muchos casos de las personas menos esperadas a nuestro alrededor. Al interior de las iglesias comienzan a surgir los cantos tradicionales de la temporada que, anuncian también la llegada de la Navidad. Tal vez sea la temporada donde la mayoría de las tradiciones convergen en unidad; los cánticos de Adviento y Navidad parecen ser de todos y se entonan de manera compartida sin un reclamo de pertenencia o exclusividad. ¡Todas las personas son bienvenidas para participar de estas fechas!
La llegada del Adviento no sólo se percibe en las iglesias. De hecho, hoy en día es más fácil ver que los centros comerciales anuncien su llegada a través de los múltiples artículos que ofrecen mucho antes que el periodo llegue. Si se trata de competir comercialmente, generar necesidades sociales y tomar la delantera a los rivales mercantes para suplirlas, siempre será una buena estrategia.
Al interior de las iglesias se dice que el Adviento es un tiempo de reflexión, pero en muchos casos sólo se percibe la tradición. ¿Reflexión de qué? Parece que los mensajes se vuelven a centrar en la preparación de la próxima navidad. Una más de las navidades que tocará atender en las actividades programadas de la temporada y a través de los años; una más. No ha sido casualidad el uso de minúsculas al hacer mención en este momento. Al aceptar esto, puede ser que no estemos hablando de un tiempo de reflexión sino de una costumbre más en nuestras vidas. ¿Qué pasa con el quehacer de la Iglesia de Cristo? ¿en dónde está su vocación? ¿en dónde su proclamación? ¿será que la costumbre nos dará la respuesta automática, la que hemos aprendido a repetir con el paso de los años? Les invito a que hagamos un ejercicio, te pregunto: ¿en cuántos servicios y temporadas de Adviento, Navidad y Fin de año has estado presente? ¿Cuántos años has vivido esta festividad? ¿Qué cambios has visto en la vida de las iglesias? No sé si atreverme a preguntar: ¿qué cambios has visto en la vida de las personas que asisten a las iglesias? ¿Está presente la Vida en las iglesias? Y de manera personal: ¿tú encuentras Vida en la iglesia? Tal vez, y sólo tal vez, sea en este sentido dónde deberíamos enfocar la verdadera reflexión: sobre la costumbre.
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