
“Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré”.
(Éxodo 15:1-2)
El médico escocés William Patton Mackay (1837-1885), fue el autor del himno «Te loamos, oh Dios», cuya letra la tradujo, del inglés al español Henry W Cragin (1885-1947). El músico John Jenkins Husband (1760-1825), de nacionalidad inglesa, fue quien compuso la tonada «Revive Us Again», con la que se interpreta este himno. John J. Husband fue músico de viola.
HIMNO
Te loamos, ¡Oh Dios!
Con unánime voz,
Pues en Cristo tu Hijo
Nos diste perdón.
Coro:
¡Aleluya Te alabamos!,
¡Cuán grande es tu amor!
¡Aleluya! Te adoramos,
Bendito Señor.
Te loamos, Jesús,
Pues tu trono de luz,
Tú dejaste por darnos
Salud en la cruz.
Te damos loor,
Santo Consolador,
Que nos llenas de gozo
Y santo valor.
Unidos load,
a la gran Trinidad,
Que es la fuente de gracia,
Poder y verdad.
CONTEXTO DEL TEXTO
Es lógico que después de semejante victoria sobre Egipto la alegría y el júbilo se hagan sentir. Por eso, las tradiciones más antiguas ponen en boca de Moisés este cántico que exalta no sólo el prodigio de la liberación de Egipto (1-11), sino también la compañía del Señor a través del desierto, el don de la tierra y su permanencia en ella (12-18). Los versículos 20 y siguientes corresponden a otra antigua tradición según la cual, después de la liberación, María, la hermana de Aarón, dirige a las mujeres en una especie de liturgia con panderetas y danzas para celebrar la victoria. Este cántico es el más antiguo que conocemos.
ENSEÑANZA
- Que Dios directamente hace milagros y los hemos visto
- Que como consecuencia y en gratitud a su amor por nosotros, le alabamos y glorificamos.
- Que la alabanza no se queda allí, en la boca y en el regocijo, se traduce en acción y servicio.
ORACIÓN
Gracias, Dios, por bendecir nuestras vidas a través de bendiciones extraordinarias, que están fuera de la lógica humana, gracias porque muchas veces has dicho sí a nuestras peticiones y congojas y otras veces no. Gracias por tu misericordia y tu amor. Te suplicamos que sigas trabajando por nosotros, para seguir dándote la honra y la gloria, porque aun quienes hemos conocido a Jesucristo, todavía somos orgullosos, traicioneros, egoístas, soberbios, convenencieros y odiosos, y yo soy el primero. Sigue transformando nuestras vidas, para que este mundo sea igualmente transformado. En el nombre de tu Hijo, amén.

