La Esterilidad

la esterilidad

Una persona fértil es la que tiene la capacidad de engendrar hijos. Normalmente, prácticamente todos los varones y mujeres, al llegar a los 15 años de edad, son fértiles (hasta que las mujeres llegan a la menopausia o cesación de la menstruación entre los 45 y 55 años de edad); y por lo tanto tienen la responsabilidad social, de escoger cuando y con quién quieren engendrar hijos. La historia y la experiencia dicen que lo mejor es engendrar hijos que sean el fruto de un matrimonio lleno de amor, respeto, y responsabilidad.

Se le llama esterilidad, a la incapacidad de engendrar hijos. Se le llama esterilidad primaria a la de un matrimonio que no logra un embarazo, después de un año de intentarlo. Se le llama esterilidad secundaria, la de la pareja que después de haber engendrado un hijo, después de un año o más de intentarlo, no logran establecer un nuevo embarazo (ESHRE: European Society of Human Reproduction and Embryology).

La esterilidad primaria, es causada en un 65% por defectos en la función o estructura de los órganos de la reproducción de la mujer, como son malformaciones o tumores en la matriz (quistes, miomas pólipos, etc.) incapacidad para ovular (por enfermedad poliquística de los ovarios, o disfunción hormonal en 15 a 25% de los casos. Esta, a veces se asocia con el tabaquismo, el alcoholismo o la drogadicción); secuelas por tratamiento previo con radiaciones a la pelvis; o infecciones pasadas o activas, en las trompas de Falopio o en el recubrimiento interior de la matriz, llamado endometrio (gonorrea, tuberculosis, sífilis, etc.); o bien, acidez excesiva en las secreciones (moco) del vaso vaginal (incompatibilidad mocosemen: Un 10% de los casos).

Un 25% de la esterilidad en la pareja, es causada por escases (oligospermia), o un alto porcentaje de espermatozoides defectuosos en el semen. Un 15% se cataloga como Esterilidad Sin Causa Aparente (ESCA). El aborto habitual (como secuela de abortos provocados previos), es también causa de esterilidad.

En forma ocasional y en situaciones especiales, como en los campos de concentración, el estrés excesivo, la malnutrición severa, y las enfermedades febriles (que causan fiebre alta), pueden ser causa temporal de esterilidad en la mujer. Hay personas que nacen con esterilidad primaria o varones que quedan estériles tras sufrir parotiditis (paperas), o alcoholismo crónico; y por supuesto, a todos los que se les ligan las trompas de Falopio (Salpingoclasia) o por vasectomía, los conductos deferentes (que llevan los espermatozoides de los testículos para almacenarlos en las vesículas seminales); o sufren castración (extirpación de los ovarios o los testículos), por razones médicas, terapéuticas u otras, siempre quedan estériles. (http://es.wikipedia.org/wiki/Esterilidad).

El 25 de julio de 1978 nació en la ciudad inglesa de Oldham una niña singular: Louis Brown, el primer bebé “de probeta” de la historia. Actualmente, hay múltiples métodos de reproducción o fecundación asistida, como programar las relaciones sexuales del matrimonio para los días previos a la ovulación (días 16, 15, y 14, antes de la siguiente menstruación); la inseminación artificial; y la fecundación in vitro (unión de un óvulo cosechado por laparoscopia, con un espermatozoide, en un tubo de ensayo o probeta), siendo luego, el embrión resultante, implantado inmediatamente, o después de consérvalo congelado por un tiempo, dentro de la matriz de su madre. También está el caso de la maternidad subrogada, donde una mujer le presta a un matrimonio su matriz, para que en ella se implante su embrión, y desarrolle su hijo. (http://es.wikipedia.org/wiki/Reproducci%C3%B3n_asistida). 

En la antigüedad, más que en la actualidad, por razones de herencia, y otras, que una pareja y específicamente, que una mujer fuera estéril, era una verdadera tragedia, y entre los judíos, por ejemplo, era casi una maldición.

Dentro de sus bendiciones para el pueblo escogido de Israel, Dios les prometió diciendo: Si permaneces fiel, “bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti macho ni hembra estéril, ni en tus bestias; y no habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra” (Dt 7:14; Ex 23:26).

En la Biblia, la palabra estéril se menciona por primera vez cuando dice que la esposa estéril de Abraham se llamaba Sarai; y se aclara que ser estéril quería decir que no tenía hijos.

En la Biblia se mencionan seis mujeres estériles a las que Dios, milagrosamente, les concedió concebir y engendrar hijos. A las primeras tres, se les incluyó en la genealogía de Jesucristo. Dice: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo; porque nada hay imposible para Dios.’ (Gn 18:15; Lc 1:37).

  1. Sara, la esposa de Abraham (el padre de la fe a quien se le concedió un hijo, 25 años después de que le fue prometido. Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo: Gn 21:1-7. He 11:17-19).
  2. Rebeca, la esposa de Isaac (el unigénito del padre Abraham, que fue un tipo de Cristo).
  3. Raquel, esposa de Jacob (el padre de las 12 tribus de Israel); y madre Benjamín y José, el gobernador de Egipto.
  4. La esposa de Manoa, madre de Sansón, juez de Israel (He 11:32).
  5. Ana, la esposa de Elcana, y madre de Samuel, el último juez, y además profeta de Israel.
  6. Elizabeth, esposa de Zacarías, ambos ancianos, y padres de Juan el bautista, primo y precursor de Jesucristo.

(Gn 11:29-30, 18:15, 29:31, 25:20-21; 29:29-31 y 30:1, 22-24; Jue 13:1-3, 24; 1º Sam 1:1-28; Lc 1:5-58).

 Como dato curioso, mencionaremos que la concepción de Esaú y Jacob fue milagrosa, veinte años después de casada Rebeca; pero que su gestación (desarrollo dentro de la matriz) fue normal, pues fueron dados a luz cuando se cumplieron sus días, o sea a término. Además, que eran gemelos fraternos (procedentes de dos huevos diferentes), y no gemelos idénticos (procedentes de un solo huevo o cigoto humano), por lo que sus características genéticas y heredadas de sus padres, Isaac y Rebeca, eran completamente diferentes, no sólo en lo físico, sino aún en su temperamento, gustos, talentos y habilidades.

En cuanto a los consejos bíblicos para los padres que no han podido concebir, engendrar, y dar a luz hijos sanos y a término, Dios dice: He aquí, herencia de Jehová son los hijos; y cosa de gran estima delante de Dios, es el fruto del vientre (Sal 127:3); por lo que en su soberanía, es Dios quien decide, por misericordia, y nunca por méritos propios, a quién le concede hijos y a quién no.

Pero la Biblia dice: Por nada estén afanosos, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, y con acción de gracias; pues el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y el que escudriña los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (Fil. 4:6; Ro 8:26-27).

Además, sumisos ante la soberanía de Dios, deben siempre terminar sus oraciones, tal y como lo hizo Jesucristo, cuando agonizaba en el huerto de Getsemaní: Padre mío, si es posible; pero no sea como yo quiero, sino como Tú (Mt 26:39), confiando en que en su grande misericordia, nuevamente, como en esas seis mujeres mencionadas, Dios puede concederles el milagro de concebir y dar a luz un hijo. Como médico, les puedo compartir que me ha tocado ver tal milagro, varias, sino es que muchas veces.

Recuerden que aparte de todo lo mencionado, está la opción de adoptar un hijo, y cumplir así la bendita tarea de ser un canal de bendiciones y un instrumento en las manos de Dios, para criar y educar a una criatura, como hijo de Dios, y hasta que llegue a estar enteramente preparado para servir al Buen Padre Celestial.

Es mi oración que Dios les conceda las peticiones de su corazón (Sal 37:4). AMEN.

Dr. Ernesto Contreras Pulido
Drernestocontreras@hotmail.com

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