EL DISCIPULADO CRISTIANO EN LA TRADICIÓN WESLEYANA.
LA GRACIA; UNA TEOLOGÍA PRÁCTICA DEL CORAZÓN Y DE LA VIDA.
ABRIÉNDONOS A LA INFLUENCIA DE LA GRACIA:
LOS MEDIOS DE GRACIA
En el proceso de maduración espiritual, la gracia juega un papel importante y es necesario que nos abramos a la gracia de Dios. A través de la historia, la iglesia ha practicado ciertas disciplinas espirituales, conocidas como medios de gracia. Los medios de gracia son los canales a través de los cuales recibimos la gracia de Dios. Juan Wesley entendía que hay dos clasificaciones de los medios de gracia: los instituidos y los prudenciales. Los medios de gracia instituidos son aquellos que fueron practicados o comandados por Jesucristo y pregonados por la Iglesia a través de la historia: el ayuno o abstinencia, la oración, la adoración pública, el estudio de las Escrituras, el compañerismo cristiano (también conocido como la conversación cristiana o la fraternidad cristiana), y la participación en el sacramento de la Santa Comunión. El compañerismo cristiano no se refiere a una charla cualquiera con hermanos de la iglesia, sino una conversación con una o dos personas para discernir la voluntad de Dios. Los medios prudenciales son las acciones que consideramos de beneficio o prudentes para el mantenimiento de una buena relación de Dios.
En el sermón <Los Medios de Gracia>, Juan Wesley dice:
<< Por medios de gracia entiendo las señales exteriores, las palabras o acciones ordenadas e instituidas por Dios con el fin de ser los canales ordinarios por medio de los cuales pueda comunicar a la criatura humana su gracia anticipante, justificadora y santificadora.
Uso esta expresión, medios de gracias, porque no conozco ninguno mejor y porque ha sido usado generalmente en la iglesia cristiana por muchos siglos. En particular, por nuestra propia iglesia metodista, que nos dirige a bendecir a Dios por los medios de gracia y nuestra esperanza de gloria (Jesús); y nos enseñanza que un sacramento es un signo exterior de una gracia interior, y un medio que nos la confiere.
Los medios principales son: la oración, ya sea en privado o en la congregación; el estudio de las Escrituras (que significa leer, escuchar y meditar sobre ellas), y la cena del Señor: participar del pan y del vino en su memoria. Creemos que estos fueron instituidos por Dios como los canales ordinarios para comunicar su gracia a las almas del género humano.
Concedemos que todo el valor de estos medios en nuestra experiencia espiritual nos guía al conocimiento y amor de Dios, para ser aceptables en su presencia. Concedemos, igualmente, que todos los medios exteriores, si están separados del Espíritu de Dios, no pueden ser de ningún provecho ni conducir de ninguna manera al conocimiento o al amor de Dios. Es incontrovertible que la ayuda que se recibe aquí viene de ÉL mismo. ÉL, y solo ÉL, es quien por medio de su poder omnipotente obra en nosotros lo que es agradable en su presencia…
Confesamos, además, que el uso de todos los medios no bastaría para redimir un solo pecado; que solo la sangre de Jesucristo es suficiente para reconciliar al pecador con Dios, puesto que no existe ninguna otra propiciación por nuestros pecados, ninguna otra fuente que pueda limpiar la iniquidad e impureza.
Todavía más, es un hecho, aunque nos pese confesarlos, que un gran número de los que se llaman cristianos hasta hoy, abusan de los medios de gracia para su propia destrucción. Este es el caso, indudablemente, en que se encuentran los que tienen la forma sin el poder de la santidad. Presumen, equivocadamente, que ya son cristianos, porque cumplen con tal o cual cosa, aunque Cristo jamás se haya revelado en sus corazones, ni se haya derramado en ellos el amor de Dios..>>
Wesley creía también que Dios nos ha provisto medios adicionales a los instituidos, a través de los cuales se cumple la dimensión social y relacional del evangelio. Estos medios llegaron a conocerse como los medios de gracia prudenciales, de los cuales Wesley escribió:
<< Por lo general, se supone que los medios de gracia y las ordenanzas de Dios son términos equivalentes. Comúnmente queremos decir con esta expresión, aquellos que son denominados, obras piadosas; por ejemplo, oír y leer la Escritura, recibir la Cena del Señor, la oración pública y privada, y ayunar. Y es cierto que éstos son los canales comunes que imparten la gracia de Dios a las almas de los hombres. Pero ¿son éstos los únicos medios de gracia? ¿No existen otros medios más que estos, con los cuales Dios se agrada, no solo frecuente, sino además comúnmente para impartir su gracia a aquellos que le aman o temen? Ciertamente existen obras de misericordia, tanto como obras piadosas, que son medios de gracia reales..>>
Resumiendo, Wesiey nombra los medios de gracia instituidos como la oración (en privado, en familia, en público); el estudio de las Escrituras; el leer, meditar, y escuchar la Biblia; la Cena del Señor, el ayunar; y la conferencia cristiana. Los medios de gracia prudenciales incluyen el asociarse con otros cristianos para autoevaluarse y apoyarse mutuamente en las reuniones de clase, en banda y en sociedad, y definir pautas para cuidar el cuerpo físico (beber agua, comer temprano, no comer carne por la noche, no comer demasiado, etc.) Además exhorta a los metodistas a mantener su enfoque en Dios en todo lo que hacen.
Los medios de gracia nos ayudan a crecer en la fe, obrando en dos maneras: nos ayudan a experimentar la presencia de Dios y nos ayudan a entender la naturaleza de Dios (quien es Dios y que es lo que Dios quiere para su pueblo). Los medios de gracia nos ayudan a mantener una relación intima entre el sentir la presencia de Dios y el pensar en Dios. Hay personas que saben mucho de la Biblia, sin embargo no han tenido una experiencia personal con Dios. Hay otras que son muy sensibles a la presencia de Dios, sin embargo no estudian completamente las Escrituras sino sus pasajes favoritos y por tanto tienen un entendimiento incompleto de quien es Dios. Si practicamos los medios de gracia en su totalidad, experimentaremos la presencia de Dios y tendremos un conocimiento amplio y profundo de quien es Dios y que es lo que quiere para sus hijos e hijas.
COMENTARIO DEL HNO. CUAU: En mi formación como discípulo de Jesús desarrolle la disciplina espiritual de “Tener un tiempo devocional con el Maestro” utilizando los medios de gracia de la lectura, meditación y estudio de la Biblia y la oración de fe. El “Plan maestro de discipulado cristiano” me instruyó a tenerlo por 21 días consecutivos, asegurándome que si cumplía con el reto, la disciplina espiritual de tener un devocional diario se establecería permanentemente en mi vida discipular, y doy testimonio de que así sucedió en mi vida, llevo 31 años teniendo mi encuentro personal con mi Dios y Señor diariamente y he experimentado la gracia de Dios al sentir su presencia y conocerle más a Él, día con día. Te doy testimonio que nada ha sido de mayor valor para mí, que el tiempo devocional diario, porque ha sido una parte esencial de mi crecimiento espiritual, al estar conectado diariamente en el mismo canal con mi Dios y Señor.
FE EN ACCIÓN: Querido hermano(a) medita en lo siguiente: Como hijo de Dios, debes tener al Señor Jesucristo como el centro de tu vida cristiana. Esta verdad es real si le inviertes tiempo a Jesucristo que te ayudará a tenerlo en el centro de tu vida, este tiempo se denomina “El tiempo devocional” o “Devocionales personales.” Utilizando los medios de gracia de la lectura bíblica, la meditación y la oración, Dios te utilizara de una manera poderosa, al apropiarte de la verdad y el poder de Dios en la adoración personal.
Juan 8:31,32 “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho.”
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Comparto selecciones del manual de estudio introductorio sobre “El Discipulado Cristiano en la Tradición Wesleyana de Hispanic Ministries, y mi experiencia con Dios en el ministerio discipular.
Hno. Cuau.

