Ministerio de edificación, transformación y discipulado bíblico
LA MISION DEL DISCÌPULO – MAESTRO CONSTRUCTOR – EL MODELO DE CRECIMIENTO – CUARTA ETAPA – DISCIPULOS REPRODUCTORES (Sexta parte)
Cuauhtémoc Meneses Stama
Estamos compartiendo «el como del discipulado bíblico», como fruto de mi experiencia con Dios en el ministerio de formación de discípulos espirituales, discípulos reproductores y discípulos colaboradores de mi Dios y Señor.

CAPACITACIÓN: Posiblemente esté pensando que, cuando se termina la formación de discípulos espirituales, la formación de discípulos que se reproducen en otros y la formación de discípulos colaboradores de Dios, ya ha alcanzado la meta final del discipulado. ¡NO ES ASÍ! Desafortunadamente, muy pocos discípulos siguen para llegar a ser líderes que se reproducen.
DISCÍPULOS REPRODUCTORES: La función del discipulador es actuar como mayordomo y la tarea es animar y apoyar a los discípulos que se ha formado espiritualmente, para que se reproduzcan en otros.
En este punto, es muy importante que ayude al discípulo a llegar a ser uno que también se multiplique o reproduzca. Que el nuevo discípulo no se detenga aquí. Su papel como capacitador de sus discípulos es importante en esta parte del desarrollo del nuevo discípulo (Leer 2 Timoteo 2:2). Su tarea es capacitarle para que sea un líder ideal. Usted es mayordomo de Dios (Leer 1 Corintios 4:1).
Según el Nuevo Testamento, el mayordomo tenía la responsabilidad de supervisar toda la casa del amo. Parece que Pablo relacionaba el papel del mayordomo con la analogía del constructor que edifica sobre el fundamento (Leer 1 Corintios 3:10-16). Una cuchara de albañil es el símbolo del mayordomo de Dios. Los que edifican sobre el fundamento, tienen una gran responsabilidad. Como mayordomo-constructor debe elegir buenos materiales para edificar sobre el fundamento. El fundamento de Cristo es suficientemente ancho y profundo para un templo espiritual de cualquier tamaño. La anchura y la profundidad de la vida espiritual del creyente serán limitadas por un fundamento inadecuado. Debemos edificar espiritualmente para que la vida del discípulo, esté de acuerdo con el diseño del edificio espiritual y su fundamento, Cristo Jesús.
Madera, heno y hojarasca, no son materiales malos para edificar casas comunes, pero usted no está edificando una casa común, sino un templo espiritual que debe resistir el fuego del juicio divino.
Primera de Corintios 3:13: “La obra de cada uno…el día la declarará, pues por el fuego será revelada, y la obra de cada uno…el fuego la probará”. El oro, la plata y las piedras preciosas representan valores eternos. El fuego no los destruirá. El fuego puede derretir el oro y la plata, quitar la escoria y cambiar su forma, pero no puede destruirlos. Debemos edificar vidas que resistan la prueba de la eternidad, en vez de soportar solamente unos meses o unos años. Fije metas altas para usted como mayordomo de Dios y sus discípulos y manténgalas de tal manera, que las futuras generaciones sigan edificando templos sagrados. Al capacitar líderes que se reproducirán, acepte su responsabilidad como mayordomo de Dios, de elegir los materiales correctos para la edificación, de los discípulos reproductores que está capacitando. Ayúdeles a cultivar convicciones básicas, doctrina sana, y principios para la vida que resistirán la prueba del tiempo.
Ahora, el discípulo espiritual empieza a multiplicarse. Formará cristianos maduros, responsables, llenos del Espíritu, de buen testimonio y con la sabiduría de Dios.
En la gráfica podrán observar a la persona madura con hijos espirituales, que pueden crecer y producir nietos. En la misma gráfica podrá observar que la semilla de la Palabra de Dios, ha producido nuevos árboles frutales y el templo está más expandido que antes. Se agregan piedras y las piedras vivas también crecen (Leer Efesios 2:21, 22 y 1 Pedro 2:5).
Testimonio del Hno. Cuau
En mi andar, con mi Dios y Señor, cuando inicié en el ministerio de edificación y transformación después de ser formado como discípulo espiritual, me di a la tarea de formar discípulos espirituales, organizando en principio grupos de 12 personas o más, pero al ver que abandonaban algunos el grupo, me desanimaba y oraba a mi Dios. Continúe formando discípulos espirituales y, con el paso del tiempo, Dios me reveló que, aunque terminara una persona su proceso de formación como un discípulo espiritual, por esa persona había fiesta en el cielo. Así que continúe con gozo en mi corazón el ministerio de hacer discípulos que le había entregado a mi Dios y Señor, hace 35 años. Desafortunadamente, muy pocos discípulos siguen para llegar a ser líderes que se reproducen.
FE EN ACCIÓN
Querido/a hermano/a, espero que hayas continuado con tu formación de discípulo espiritual. Si no es así, te recomiendo retomar el material de enseñanza de “Vida Discipular” para que llegues a ser un discípulo de Jesús y te comprometas con ÉL a reproducir en otros las enseñanzas del Maestro de maestros, Jesús, y edifiques vidas que sean transformadas a la imagen, carácter y personalidad, de nuestro Señor Jesucristo. Recuerda que CRISTO CUENTA CONTIGO.
La Palabra de Dios transforma vidas y da una vida con propósito, vida abundante, vida victoriosa y vida eterna.
Que Dios “te bendiga y te guarde, que Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”. Y recuerden hacer del día del Señor: un día santo, un día saludable y un día feliz.
Hno. Cuau.
Tomado de mis estudios sobre Discipulado Bíblico y de compartir mi experiencia con Dios, como discípulo de Jesús.