Pedro López Hernández
Keila Ochoa es una de las escritoras más conocidas en los últimos tiempos, incluso sus libros han llegado a España. Sus temas versan sobre ficción, pero en cada una de las historias habla del gran amor de Cristo, bellamente narrado y a la par muestra paisajes excepcionales, desde Oaxaca hasta pueblos mineros de influencia inglesa, como Real del Monte.
Si bien, ha dedicado gran parte de su tiempo a crear historias, su vida resulta sumamente interesante y por tanto se mostrará, pues para lograr sus objetivos sabe anteponer a Dios, aunado a que lucha para influir en los demás por medio de la escritura. Desde el principio, Keila esboza una bella sonrisa todo el tiempo y la amabilidad es algo que predomina en ella, así como su don artístico, pues detrás de ella hay un paisaje al estilo de Van Gogh, algo que refleja su gusto por las artes. Aunado a ello, el tono de su voz transmite serenidad y paz.
⎯Primero que nada, ¿cómo inició esta aventura de escribir?
⎯Pues comenzó por ser muy buena lectora; creo que desde pequeña me gustaron mucho los libros. Entonces cuando lees mucho, sientes deseos de escribir tus propios libros, porque te llenas de ideas e imaginación⎯al tiempo que lo dice, es notoria la emoción en su voz y en el movimiento de sus manos, el cual indica que está rememorando y que la pasión por su carrera artística no la abandona⎯. Uno de los libros que me marcó y siempre lo menciono es Mujercitas, porque al igual que en la novela tengo hermanas y Jo quiere escribir, entonces yo decía “quiero escribir como Jo”.
⎯Mencionas como mentora a Louisa May Alcott, una gran artista, pero ¿qué te alentó a convertirte en escritora? Porque muchas veces cuando decides dedicarte al medio escrito te comentan que estás arruinando tu vida o vas a ser pobre.
⎯Ciertamente no estudié Literatura, sino Educación porque esa es otra de mis pasiones, de hecho soy maestra de vocación; pero lo que me alentó a escribir, valga la redundancia, fue empezar a escribir⎯con la mano rectifica su gusto por escribir, pues forma una pluma y pareciera que escribe en el aire⎯. A veces decimos “quiero escribir”, pero nunca has escrito nada; de niña escribía poemas, de adolescente mis diarios, entonces llevaba mi diario y quería ser la siguiente Ana Frank o no sé qué pensaba⎯ mientras expresa lo anterior, una sonrisa sincera se dibuja en su rostro, al tiempo que su tono de voz refleja gracia por recordar algo agradable, ahora rememora y es visible el gusto de contar su historia.⎯ Sin embargo, lo empecé a hacer con seriedad, como un hábito de todos los días, hasta que realicé cuentos. Lo que más me alentó fue que participé en un concurso organizado por la revista ‘Prisma’, la cual tiene muchos años aquí en México, pero ahora es digital. Ellos sacaron una convocatoria para cuentos de niños, envié un y gané el tercer lugar, razón por la que dije “tal vez sí tenga madera para esto y no estoy perdiendo el tiempo”. Pero si te soy sincera, escribí de algo muy personal, no era algo que iba diciendo a todo mundo. Seguí estudiado prepa y entré a facultad; pero en mi interior pensaba en escribir ficción, no cosas tan serias⎯ríe alegremente⎯.
⎯Con lo que comentas, recuerdo a la escritora de Cumbres Borrascosas, ya que ella también era cristiana y desde chica se dedicaba a la literatura porque creaba poemas; pero justamente ¿qué te inspiró a escribir sobre Dios?
⎯Pienso que escribir sobre Dios es algo natural cuando tienes una relación con Él, es decir, no podemos separar una de la otra⎯pone una mano que expresa división pero que se esfuma para juntarla con la otra, mientras sus ojos reflejan seguridad⎯ . Alguien me dijo una vez: “¡Ah!, eres una escritora cristiana”, y otra persona que estaba junto respondió: “¡No, no, no, ella es una persona que escribe!” Me gustó esa distinción, porque en todo⎯forma una pequeña amplitud con sus manos para referirse a ‘”todo”⎯ lo que hago no puedo separar que soy cristiana o que soy hija de Dios, o seguidora de Jesús, porque eso es lo que soy. Lo anterior se va a mostrar cuando doy clases, porque soy maestra; cuando estoy con mis hijos, porque soy mamá; cuando salgo con mi esposo, porque estoy casada; es decir, eso es algo que es parte de quien yo soy⎯los dedos se mueven con orden mientras enlista sus deberes, posteriormente sus manos van hacia su pecho al referirse a sí misma⎯, como lo era de ésta escritora que tú mencionas. Entonces, cuando escribimos, proyectamos aquello que creemos o entendemos, y en lo particular he querido ser muy puntual⎯forma un punto con su dedos índice y pulgar, los mueve para dar en el blanco⎯ o muy abierta en cuanto a mi fe. Otros escritores que seguramente conoces en el campo de la Literatura, quizás escribieron más de otras cosas, pero ellos siguen siendo hijos de Dios y se nota en lo que escriben, porque nos dan esa sed de conocer a Dios. En mi caso, he decidido ser muy abierta en mi fe y escribir específicamente novelas cristianas.
⎯Cuando escribiste novelas cristianas, ya que hay personas de todo tipo, ¿recibiste críticas o te comentaban que desperdiciabas tu talento?
⎯Las críticas son parte de la vida, hasta como maestra las recibo. No obstante en esta profesión u oficio de escrbiri sí he recibido críticas, pero siento⎯analiza y habla pausadamente⎯que la crítica debe ser tomada constructivamente. Entonces pensaba, “¿qué me están diciendo, que no soy buena escritora o me están diciendo que no escriba sobre algunos temas?” Si alguien me decía que no era buena escritora, me parecía lógico porque estaba aprendiendo y lo sigo haciendo, sé que esto es un oficio y que entre más lo haga, voy a mejorar; siempre estoy abierta a que me comenten. Pero cuando me decían que no escribiera sobre algunos temas, entonces no hacía caso⎯mueve la mano dando a entender continuidad y se toca el pecho⎯, porque estoy muy convencida de la historia que Dios pone en mi corazón, si hay alguien a quien no lo guste, pues que no lo lea, está en la libertad de elegir otras novelas; pero hay gente a la que le encanta lo que escribo, pues lo hago para consolar, animar y entretener; ellos son mis lectores.
⎯Has escrito muchas novelas y sin embargo, cada una tiene algo muy distintivo y algo muy bello, por tanto ¿cuál fue la obra que más te marcó, no sólo por su proceso de creación, sino que logró que algo de ti cambiara, porque el escritor madura con su contenido?
⎯Lo que mencionas es correcto y creo que hay dos novelas que me han marcado mucho; la primera es Donají porque fue un salto de novela juvenil, es decir, de ‘Los guerreros de la luz’ que fue mi primera novela publicada, a novela para mujeres o adultos⎯las manos forman un puente⎯, novela contemporánea. Para Donají tuve que ir a Oaxaca, investigar, preguntar y ahondar. La segunda novela es ‘Grietas’, la más reciente y ha sido un salto de novela histórica al suspenso, esto como un medio para atraer a otro tipo de público. Si me preguntas a qué hijo quieres más, pues lo mismo sucede con los libros, porque cada uno es especial ⎯en sus ojos es visible el amor por todo lo que ha hecho⎯de cada uno te puedo contar una historia; sin embargo las novelas que te mencioné fueron importantes porque me ayudaron a dar el salto a una nueva etapa.
⎯Tienes novelas muy buenas con influencia mexicana como Donají, pero en este caso ¿cuándo es que llega el éxito para ti?
⎯Pues mira, la verdad el éxito es una palabra muy especial, a mí me gusta tomarla con pinzas⎯sus dedos emulan pinzas, para después mover ambas manos como si fueran un abanico⎯, porque a veces he luchado en mi carrera, como escritora, para definir qué es el éxito, es decir, que venda muchos libros, que la gente me conozca o que las novelas toquen vidas. Sinceramente ha sido un caminar⎯con sus manos, cual vallas, dibuja un camino⎯, un sube y baja y creo que más que éxito, he tenido la satisfacción de poder asegurar que he publicado libros que beneficien a las personas de alguna manera, porque no sólo he escrito novela, incluso el libro que tiene más ventas ni siquiera trae mi nombre en la portada⎯muestra la palma de la mano para aludir una caratula⎯ porque fue un devocional que escribí con otras amigas mexicanas y que publicó una editorial muy grande en Estados Unidos, ha vendido millones de copias pero nuestros nombres no son importantes, sino el contenido porque es un devocional que busca acercar a la gente a Dios. Muchas personas ni siquiera saben que escribimos ese libro, pero no importa. El éxito, para mí, es cuando alguien como tú me dice “me gustó Donají”, “me divertí”. No sé cuántas copias se han vendido, ni si se venderán muchas o pocas, pero para mí lo anterior es una motivación porque Dios me dice “sigue escribiendo”.
⎯Hay muchos chicos que al salir de bachillerato e iniciar su carrera, quieren tener éxito, pero en este caso, ¿cómo manejas la fama internacional que tienes, pues me parece que hasta en España eres conocida?
⎯Es muy curioso todo esto, de hecho pienso que Dios nos va preparando⎯levanta las cejas como rectificando⎯ para afrontar los logros. Cuando era más joven me hubiera encantado decir que hasta me conocen en España y ahora que me comentan eso, me pregunto quién me conocerá⎯repone con sencillez y ríe⎯. O sea, no es algo que piense constantemente, quizá porque uno va madurando y en este etapa de mi vida soy mamá (tengo dos hijos en primaria), entonces me la paso haciendo tareas, estando aquí y allá; eso me tiene tan ocupada que pensar en ese éxito ya es secundario. Así que les diría a los chicos que en lugar de soñar con el éxito, piensen, de acuerdo con mi opinión, “¿en este momento de mi vida, qué es lo que estoy haciendo para otros, para Dios, para ayudar a mi comunidad?”, porque los momentos cambian y en cada uno de ellos se puede servir a Dios y cuando lo haces, eres muy feliz.
⎯Obviamente para lograr todo esto hubo un tiempo específico y mucha investigación entre otras cosas; no obstante, hay jóvenes que buscan ascender rápido debido a la influencia que ejercen en ellos las estrellas pop o escritores, pero están dejando a Dios de lado. Pues bien, ¿qué les aconsejarías si quieren lograr sus metas?
⎯A lo mejor que revisen un poquito sus libros de Historia, porque la verdad es que los buenos escritores nunca pensaron en ser aceptados o nunca vieron la fama como su objetivo, por ejemplo tú mencionabas a las hermanas Brontë, pero podríamos pensar en Dostoyevski o en Tolstói, me encantan los escritores rusos, y ellos escribían porque era algo que debían hacer, algo que les apasionaba⎯forma un arco como si evocara al mundo del arte⎯, pero no eran ricos, sus ganancias no eran buenas y fueron criticados en su tiempo; aunque muchos años después seguimos leyendo sus obras. A lo mejor tenemos que valorar entre lo siguiente: rápido y fácil, pero que te olviden o que sea un producto mediocre;⎯con sus manos muestra dos alternativas, la buena con su izquierda y la mala con su derecha⎯o trabajar fuerte en lo que te apasiona y esperar la prueba del tiempo, porque a veces queremos las cosas de manera rápida. Un libro no se escribe velozmente, pues necesita tiempo, dejarlo, regresar a él, estudiarlo, dedicación. Cuando me preguntan cuál es la parte más bella de escribir un libro, cuándo lo vendes, cuándo lo publican; entonces respondo que cuando lo estoy escribiendo, porque me compenetro en ese universo de tal forma que hasta lloro con mis escenas⎯con los dedos forma lágrimas que bajan desde sus ojos⎯; ese es el mejor momento. Lo mismo pasaría con un chico o un joven que le guste música, pintura y hasta crear un juego de video, ¿por qué no? es un nuevo arte. Entonces cuando estás en el proceso de creación es el mejor momento, no cuando ganas millones de dólares, si te va bien; además siento que es una forma, para nosotros los cristianos, de adorar a Dios, cuando construyes y dices “Señor, Tú también eres creador y me has dado ésta imaginación, gracias”.
⎯Muchas personas que afirman que las artes son enemigas de Dios, incluso hasta comentan que existen carreras malas, pero, ya que eres escritora, ¿crees que es posible, por medio de la ficción, ganar almas para Cristo?
⎯Claro, porque realmente lo que hago como escritora es compartir el mensaje⎯abre sus manos, como ofreciendo algo⎯ para alguien que probablemente nunca entre a una iglesia o nunca abra una Biblia, pero a través de una historia puede decir “mira, este personaje recurrió a Dios en su momento de debilidad, quizá yo pueda hacer lo mismo”. Definitivamente el arte no está en contra de nuestra fe, pues Dios creó el arte y podemos verlo⎯mueve sus dedos como mostrando un paisaje, incluso con su expresión es posible entender que al ver el entorno incluso son notorias las dotes artísticas de Dios⎯ a través de su creación. Pienso que todo arte, sea Literatura, Pintura, Música, Arquitectura y Cinematografía; todo ese arte muestra belleza, porque para ser arte debe ser bello. Si no es bello, no es arte porque lo contemplamos y nos mueve; hay pinturas que pese a su aspecto, nos conmueven, causan algo; la belleza, finalmente nos apunta a Dios; el arte nos dice qué está mal en el mundo y nos dirige a Dios, a pensar que sí hay algo bello en el mundo. Ese es el poder del arte y creo que como creyentes, no todos estamos llamados a ser artistas, pero todos estamos llamados a disfrutar, a contemplar el arte y a poder usarlo para compartir con otros nuestra fe.
Keila Ochoa Harris, a través de su arte y su gran ejemplo, ha logrado apasionadamente demostrar una de las cosas que plasma en su novela ‘Donají’, es decir, un fragmento del vals de Macedonio Alcalá, titulado ‘Dios nunca muere’: Sé que Dios nunca muere y que se conmueve del que busca su plenitud ver una nueva luz. Así, cada uno de sus libros resguarda bellos secretos y también muestra la forma en que es posible lograr una buena relación con Dios, del mismo modo que lo hizo Louisa May Alcott, pues la mayoría de sus historias son novelas de crecimiento.
Pedro López Hernández, estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UNAM. Apasionado de las artes como escribir, razón por la cual decidió cursar dicha carrera. Igualmente gusta de visitar lugares históricos, en consecuencia busca dedicarse no sólo a la Literatura, sino también al periodismo de medio ambiente y al cultural. Es mimebro de la Iglesia Metodista El Buen Pastor en Apizaco, Tlax.