El sufrimiento que lleva al arrepentimiento
El autor Walter Brueggemann comenta que los salmos muestran el sufrimiento humano en tres etapas: 1) La orientación, cuando sentimos que todo está en orden y disfrutamos de Dios; 2) La desorientación, cuando algún suceso nos hace sufrir, somos heridos y nos preguntamos dónde está Dios; y 3) La nueva orientación, en la cual Dios irrumpe en nuestra vida y nos relacionamos con él de una forma nueva (Brueggemann, pp. 9-11,19, 1984, citado por Scazzero, p. 192,2020). Ese sufrimiento lo entiende el Señor, y su obra redentora en nuestra vida nos da la capacidad de enfrentarlo.
Esa obra redentora la recordamos en la Semana Santa que acabamos de pasar: Dios Hijo termina su existencia en la tierra, trastocando el orden “religioso” establecido y dándonos una nueva forma de relacionarnos con él, justificándonos mediante su sacrificio en el Calvario. La Escritura ya lo había anunciado, la forma correcta de relacionarnos con Dios podía verse al leer dicha Escritura; pero los líderes de aquella época hacían énfasis en el cumplimiento de reglas, en vez de guiar al pueblo a tener una relación personal con Dios.
En los días santos reflexionamos en cómo esta relación personal nos la vino a mostrar Cristo, dándonos además una certeza para las cosas del más allá, pero también para los asuntos terrenales -el más acá. Ahora la experiencia del nuevo nacimiento está allí, disponible para quienes deseen aceptarla, pero tenemos que pasar por el proceso del arrepentimiento (recordemos que en Mateo 4:17 se nos dice: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado). “Nuestro orden”, debe sufrir la sacudida del arrepentimiento, para poder entrar por fe en un nuevo orden dictado por Dios, parafraseando a Brueggemann. Arrepentimiento y fe: dos caras de la misma moneda.
Los metodistas creemos en estas doctrinas, enseñanzas emanadas de la Biblia. Son parte de nuestro cuerpo de creencias, como veremos en el escrito “Prominentes y distintivas doctrinas del metodismo”, dentro de esta edición del 15 de abril. Pero también tenemos la historia de un líder mexicano que murió por predicar esas doctrinas, en “Biografía de Epigmenio Monroy”. Y continuamos con las crónicas de gratitud a Dios por el 150 aniversario del metodismo en nuestro país, en “Señor, hoy celebramos tus obras”, un mensaje del Obispo Agustín Altamirano, y “Un testigo ocular del CL aniversario del primer culto metodista en la Ciudad de México”.
Nuestros distritos siguen teniendo sus asambleas semestrales, y hoy toca el turno al Distrito Coahuila Centro de la Conferencia Anual Oriental (CAO), que nos presenta la crónica de su 28a. reunión. Tenemos la reseña de dos importantes eventos de la juventud metodista: la Junta Nacional de las Ligas Metodistas de Jóvenes e Intermedios y el Campamento de LMJI en la CAO, titulado “Somos Revolución”. Los invitamos a que lean estas crónicas en el presente número de El Evangelista Mexicano.
“Ven, Santo Espíritu”, es una remembranza del Pbro. Baltazar González Carrillo dentro de “Historias de una Historia”; así como el escrito “El pastor bivocacional”, donde se nos da un punto de vista sobre las ventajas y los retos de quienes combinan el pastorado con el desempeño de un trabajo secular. También forman parte de esta edición, así como una reseña de un taller para niños realizado por estudiantes de psicología de la Universidad Madero, y la sección “Noticias internacionales”, con actualidades que se relacionan con la fe.
Verdaderamente, La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte, como dice 2 Corintios 7:10.
Referencias
Brueggemann, W. (1984). The Message of the Psalms: A Theological Commentary. Augsburg.
Scazzero, P. (2020). Relaciones Emocionalmente Sanas Dia a Día: Una Jornada de 40 días para Cambiar Profundamente Tus Relaciones. Vida Publishers.