EDITORIAL

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Dos Visiones de Marzo

Es curioso cómo el mismo mes en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, se realice también una celebración, más antigua y con mucho significado, como lo es el Día Mundial de Oración. Las dos fechas, centradas en las mujeres. La primera, muy manoseada por cuestiones ideológicas y políticas, sin embargo tiene el mérito de mover a la reflexión sobre temas relacionados con el bienestar de la mujer. La segunda fecha, quizá menos conocida, abona a la unidad en el espíritu, que es el origen de toda unidad visible. Se ha dicho: “la familia que ora unida, permanece unida”; y pudiéramos parafrasear diciendo: “las mujeres que oran unidas, permanecen unidas”, y más aún, porque en esa unidad hay una convocatoria a que los hombres se unan en ese mismo sentido. De esta segunda fecha queremos hablar ahora.

Surgido de la iniciativa de un grupo de mujeres interesadas en unificar los esfuerzos de oración a nivel mundial, el Día Mundial de Oración ya se había efectuado antes, pero se estableció desde el año 1968 como la fecha para orar unidas por temas en común, definiendo que sería cada año, el primer viernes de marzo, así que en este año la fecha será el viernes 7 de marzo. En particular este 2025 habrá un evento organizado por el comité de oración de las Islas Cook, con el tema “Yo te hice maravillosa”, basado en el Salmo 139:1-18 (1). Para más información sobre la historia de esta fecha, remitimos al escrito hecho por Martha Lara en la edición del 28 de febrero de 2023 de este periódico (2)

A final de cuentas, ese día es un pretexto para enfatizar en la urgencia que tenemos por orar. La oración es un medio de gracia; es decir, una manera en que el Espíritu de Dios intercede por nosotros y recibimos la fortaleza y dirección divinas para seguir adelante. Como medio para relacionarnos con el Padre, en el nombre del Hijo y guiados por el Espíritu Santo, no debe ser un ritual mecánico o una camisa de fuerza que nos pongamos para ajustarnos a alguna demanda que sintamos nos está haciendo el Señor. La oración es un privilegio que tenemos como creaturas de Dios, más aún, como hijos de Dios. ¿Por qué es difícil orar? Para eso tendríamos que contestarnos cómo vemos a ese Dios al que oramos: ¿es para nosotros un personaje severo, que nos está auscultando para ver en qué fallamos?¿es así como él se nos presenta en la Biblia? ¿No es más bien una figura amante, que tiene los brazos extendidos para confortarnos y alentarnos en el diario caminar? Se nos pide orar sin cesar; y podemos tener una idea de este mandato si lo comparamos con la respiración: si no respiramos, dejamos de vivir; e igualmente si no oramos, dejamos de tener comunión con nuestro Creador.

¿Hay riesgos en la oración? Ninguno: tomarnos de la mano del Señor, como cuando le dijo a Pedro “boga mar adentro”, es el inicio de una travesía que nos lleva al conocimiento de quién es Dios y lo que quiere para nosotros; pero en esa travesía siempre estaremos bien asidos de su mano, y por eso no tenemos que tener temor de a dónde nos va a dirigir.

¿Hay oportunidades en la oración? Todas: la experiencia de hablar directamente con el Padre nos iluminará el rostro, nos llenará con la frescura del viento del Espíritu Santo, y nos hará experimentar esa frase preciosa del Señor Jesús, cuando dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí, nada podéis hacer” (Juan 15:5). El tiempo empleado al orar -pero orar con fe, no como un ritual- siempre será tiempo bien invertido. El orar da también la oportunidad de reforzar nuestros lazos con la gente a nuestro alrededor, pues si la invitamos a orar con el pretexto del Día Mundial de Oración, siempre habrá la expectativa de algo nuevo, que se prolongue más allá de esa fecha. Más oración, menos hablar de la oración: eso es lo que tenemos que hacer.

En esta edición del 28 de febrero incluimos testimonios de lo que Dios puede hacer si oramos a él con fervor, uno de ellos en “Historias de una Historia”. Incluimos además dos crónicas de conferencias de distrito, muy interesantes -una en verso- y una reflexión sobre el peligro de caer en la conducta de Saúl, y abusar del poder. Asimismo, la entrevista al rector de una de nuestras instituciones metodistas, entre otras notas. Los animamos a que lean cada escrito publicado, y agradecemos cada comentario que hagan al final de la publicación que hayan leído. 

Con el deseo de ser “…constantes en la oración” (Romanos 12:12) nos despedimos. Hasta la próxima.

María Elena Silva Olivares


NOTAS: 

  1. https://worlddayofprayer.net/index.html
  2. Lara, Martha. Día Mundial de Oración. Recuperado de: https://elevangelistamexicano.org/2023/02/28/dia-mundial-de-oracion/