
DIOS DE LOS CAMINANTES
Capellanías Migrantes organizada por GBGM/UMCOR
Obispo Agustín Altamirano Ramos.
Conferencia Anual de México.
Deuteronomio 26:5-11
5Luego tú dirás ante el SEÑOR tu Dios: «Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y vivió allí como extranjero con una familia muy pequeña, pero allí se convirtió en una nación poderosa y numerosa. 6Los egipcios fueron crueles con nosotros y nos hicieron sufrir y trabajar muy duro. 7Luego nosotros pedimos con llanto ayuda al SEÑOR, el Dios de nuestros antepasados. El SEÑOR escuchó nuestra voz y vio nuestro sufrimiento, nuestro duro trabajo y miseria. 8Después el SEÑOR nos sacó de Egipto con su gran poder y fuerza, con actos terroríficos, y con señales y milagros. 9Nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, una tierra que rebosa de leche y de miel. 10Ahora he traído los primeros frutos de la tierra que tú, SEÑOR, me diste». Luego los dejarás ante el SEÑOR tu Dios. Entonces te arrodillarás ante él para adorarlo. 11Después celebrarás por todas las cosas buenas que el SEÑOR tu Dios te ha dado a ti y a tu familia. Tú, los levitas y los inmigrantes entre ustedes celebrarán juntos.
Hermanos y hermanas: esta noche doy gracias a Dios por la oportunidad que me da de poder compartir con ustedes el mensaje de la Palabra. Sin duda muchos de ustedes han recorrido grandes distancias para participar de este encuentro y así compartir sus experiencias en el trato, en el servicio y en el amor que se vierte a través de los diferentes ministerios que se conjugan y tienen como propósito que el programa “La Ruta del Migrante” tome forma en cada uno de sus distintos países. Es para mí un privilegio y una bella oportunidad como Obispo de la Conferencia Anual de México en este país, la República Mexicana, poder recibirles y así ser parte de este cuerpo de Cristo que, tocado por el poder del Espíritu Santo, es sensible a las necesidades de los hombres y mujeres, y muchas ocasiones de las familias enteras que buscan una mejor forma de vida en nuestro vecino del norte, los Estados Unidos de Norteamérica. Y agradezco también a Cristian Schlick, Coordinador de Migración Global de UMCOR para México y Centroamérica, por la invitación para ocupar hoy este espacio.
El “sueño americano” es uno de los mitos que inconscientemente fundamenta mucho de la cultura y el aspiracionismo de una buena parte de la sociedad de los Estados Unidos a nivel nacional. Más concretamente, el sueño americano suele referirse a los ideales que garantizan la oportunidad de prosperar y tener éxito para lograr una movilidad social hacia arriba. Estos ideales suelen ser la democracia, los derechos civiles, la libertad… El historiador James Truslow Adams definió el sueño americano en 1931 de esta manera: «La vida debería ser mejor y más rica y llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias de las que proviene.» Y quienes no nacimos en ese territorio hemos entendido esa expresión “sueño americano”, como una oportunidad para tener una mejor calidad de vida en comparación con las oportunidades que, nuestras comunidades de origen, desafortunadamente, no nos brindan.
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