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GAMALIEL HERNANDEZ LOERA
Amós, el profeta que era boyero

AMOS 7:1-17
Muchos estudiosos de la Biblia ven al profeta Amós como el primer siervo de Dios que haya dejado una serie de sermones escritos. Parece que los que fueron antes que él solamente hablaron la palabra, y eso era todo, pero Amós dejó sus notas escritas. Este siervo de Dios era de la tierra de Judá, de un pequeño pueblo de nombre Tecoa, el cual se encuentra a unos 8 kilómetros al sur de Belén. Tecoa es famoso por dos incidentes, además de ser el lugar de origen del profeta: tiempo antes, Joab usó a una mujer astuta de ese lugar a fin de convencer al rey David de hacer volver a su hijo Absalón que había huido, (II Samuel 14:1-20). Además, después del cautiverio varios varones de Tecoa se presentaron para ayudar en la reconstrucción de los muros de la ciudad de Jerusalén, bajo las órdenes de Nehemías, (Nehemías 3:27.
La palabra Amós quiere decir portador de cargas, y el profeta es el principal en la Biblia, que lleva ese nombre, aunque se menciona otro en la genealogía de Cristo, pero es desconocido. Hay que hacer notar que el padre del profeta Isaías lleva un nombre muy parecido que es Amoz, o sea con z. y su ministerio se llevó a efecto entre los años 760 a 750 antes de Cristo.
El reino de Israel, o sea la parte norte del país, se había alejado de Dios, pero Dios nunca se alejó de ellos, pues los amaba, y buscaba la forma de cómo bendecirlos. Y en los tiempos del profeta Amós reinaba en Israel un rey de nombre Jeroboam II, que llevó el mismo nombre del rey que dividió el reino, y que había establecido a dos ciudades para rendir culto a dos becerros: en el norte era Dan, y en el sur era Betel. El rey Jeroboam II había llevado al reino a una posición muy privilegiada, pues había mucha prosperidad, así que no se veía posibilidad de ningún sufrimiento del pueblo. Fue en Betel en donde se presenta el profeta y da al pueblo los mensajes que Dios le había dado, pero especialmente para el reino de Israel.
Amós se presenta en la ciudad de Betel, y principia dando un discurso muy único, pues conforme habla, el oído de los individuos se va abriendo para escuchar lo que este siervo de Dios tiene que decir. Principia hablando de castigos que Dios va a traer a naciones que están circundando a Israel. Principia hablando contra Damasco, luego en contra de Gaza, continúa en contra de Tiro, y sigue con Edom, en seguida contra Amón, y luego contra Moab. Todo eso suena muy bonito a sus oídos, pero cuando habla de los castigos que recibirá Judá, parece que la gente se alegra más, pues aunque habían sido parte del mismo reino, los de Israel sentían un profundo odio en contra de Judá, y deseaban todo el mal posible para ese país.
Pensaban que todo iría mejor, pero luego el profeta da vuelta a la tortilla y habla de todos los pecados que Dios ha visto en el reino de Israel, y el castigo que les espera es terrible. Dijimos que el reino estaba en lo mejor de sus tiempos, así que no veían ninguna posibilidad de que algo semejante fuera a pasarles a ellos; así que en vez de meditar en las palabras del profeta, se le avisa al rey, el cual ordena que se le corra de su reino, pues no quiere problemas.
Una vez que el mensaje le llegó muy hondo a la gente, el sacerdote pagano Amasías quien ministraba en Betel, dijo al profeta Amós: Vidente, vete, huye a la tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allá; y no profetices más en Betel, porque es santuario del rey, y capital del reino, 7:12-13. A esto Amós contesta, ungido por el Espíritu de Dios, a este sacerdote: Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra, 7:17. El sacerdote Amasías se sentía muy importante, o intocable, porque era el principal de la religión en Israel; pero estoy seguro que la sentencia que le dio el profeta Amós le llenó de pánico, porque fue muy dura, y eso era lo que iba a pasar, pues el pueblo de Israel hizo caso omiso al mensaje que Dios envió por el profeta.
Amós confiesa clara y llanamente que él no era profeta ni hijo de profeta. Con eso él estaba diciendo que no pertenecía a la educación de profetas que se había desarrollado en Israel; pues desde el tiempo de Samuel se sabe que había escuelas de profetas, y muchos jóvenes se preparaban para servir al Señor. Amós no niega su trabajo que es muy humilde, él dice que era boyero, que algunos comentaristas dicen que la palabra incluye no sólo bueyes y vacas, sino también ovejas. Y que se dedicaba a juntar higos silvestres. Pero sí estaba seguro que Dios le había llamado para ir a Israel, y anunciar lo que en unos 30 años sucedería a ese reino.
Aunque conocemos que Amós fue enviado al reino del norte, también hace énfasis a las actividades no aceptables delante de Dios, del reino del sur, o sea Judá. Y haciendo un resumen de lo que habla el profeta diremos que denuncia la conducta de los dos pueblos en la forma siguiente, según Amós 2:4-12:
1.- Habían menospreciado la ley de Jehová, después de recibir sólo bendiciones de parte de Él.
2.- No guardaron Sus ordenanzas, siendo que éstas son las mejores en todo el mundo.
3.- A ellos y a sus padres les hicieron errar sus mentiras. Las mentiras destruyen todo.
4.- Vendieron por dinero al justo. Una injusticia de las más grandes, es vender a los justos.
5.- Vendieron al pobre por un par de zapatos. Aprovecharse de la pobreza es cruel.
6.- Pisotearon en la tierra las cabezas de los desvalidos, es humillar a los que no tienen nada.
7.- Torcieron el camino de los humildes. Por burla o por maldad, pero lo practicaban.
8.- El hijo y el padre tenían relaciones sexuales con la misma joven. Esto es abominable.
9.- Sobre las ropas empeñadas se acostaban junto a cualquier altar. Dios lo había prohibido.
10.- El vino de los multados bebían en la casa de sus dioses. Eran idólatras.
11.- Dieron a beber vino a los nazareos. Ellos deberían mantenerse lejos del fruto de la vid.
12.- A los profetas dijeron: ^no profeticéis.^ Habían sido llamados por Dios a profetizar.
El hombre Amós cumplió con lo que Dios le encomendó, fue a Israel y dio su mensaje, pero el pueblo no le hizo caso, y unos cuantos años más tarde se cumplió lo profetizado, porque esa era la palabra de Dios para el pueblo de Israel. Sin embargo al leer el libro de Amós nos damos cuenta que tiene muchas exhortaciones para todos los hijos de Dios.
CUESTIONARIO
1.- El profeta Amós fue originario de __________________ un pueblo que se encuentra a unos ________ kilómetros al sur __________________________.
2.- La palabra Amós quiere decir _______________________________. Hay otro Amós, pero desconocido que aparece en __________________________.
3.- Gobernaba entonces a Israel _____________________________ y el pueblo vivía en ____________________________ no creían que sufrirían más tarde.
4.- Antes de hablar Amós en contra de Judá y de Israel, el mencionó castigos para estos pueblos
5.- La gente de Israel no veía ninguna posibilidad de que ellos _______________________.
6.- El sacerdote pagano Amasías le dijo al profeta Amós: No profetices más en Betel porque ____________________________________________
7.- El profeta Amós le Aseguró a Amasías que su mujer ________________________. Y que sus hijos y sus hijas _______________________________.
8.- El profeta Amós no niega su trabajo sencillo y humilde. El dice que él se dedicaba a ______________________________ y a ________________________.
9.- Tanto Judá como Israel, según dice el profeta Amós, ambos pueblos habían menospreciado ______________________________ que era la mejor del mundo.
10.- Los de Israel vendieron al justo por _________________________________. Y también vendieron al pobre por _______________________________.
11.- Pero algo asqueroso que hicieron en Israel, es que el hijo y el padre _________________