¿Eres o no eres, o qué eres?

eres-o-no-eresPor el P. Manuel Sonora Macías

 No sé si se han dado cuenta los que frecuentan el ambiente evangélico que de un tiempo a esta parte se han metido costumbres que hace unas cuantas décadas no las usaban más que algunas sectas de tipo judaizante.

Ya es muy común en comentarios o páginas de algunas iglesias evangélicas ver sustituido el nombre de Jesús como “Yeshua Masiaj” o algo así. Y otros personajes bíblicos también son descritos con su nombre hebreo. No son pocos los templos que han sustituido la bandera cristiana (Blanca con un recuadro azul rey y una cruz latina roja) por la bandera de Israel. Y la cruz ha sido sustituida por la Menorah o candelabro de 7 brazos y el Maguen David (la estrella de seis puntas) También se ha introducido el uso del Shofar (una especie de cuerno largo) para tocarlo en algunos momentos especiales y algunos pastores se revisten como rabinos judíos y hasta se dejan crecer la barba.

Bueno, la influencia del judaísmo se ha dejado sentir desde hace mucho en el medio protestante. Comenzando por los nombres de sus templos. Son muy comunes las iglesias llamadas Sion, El Shaddai, Elim, Bethesda, Betania, y muchos nombres más extraídos del Antiguo Testamento. Cuando era pastor de la iglesia metodista muchas veces pregunté a mis compañeros si su templo era cristiano o era una sinagoga judía porque la gente que viera esos nombres podría confundirlos.

Bueno mi comentario va acompañado de mi testimonio. A mí siempre me gustó la liturgia y la simbología de tipo “católico”. Veía fotografías de templos metodistas en Estados Unidos que tenían un altar, con una cruz y dos o más candelabros con velas encendidas. Y los pastores además de usar el cuello clerical se revestían de toga y estola del color de la estación litúrgica para oficiar. Por lo general los templos tenían hermosos vitrales con imágenes de Jesús y de símbolos cristianos.

Desde el primer día que asumí el pastorado, templo al que llegaba lo arreglaba “litúrgicamente” haciendo el púlpito a un lado y poniendo la Mesa de la Comunión en medio con una cruz y dos candelabros. En algunas ocasiones usaba toga y estola y el culto seguía un orden litúrgico tomando del Book of Worship de la Iglesia Metodista Unida. La primera vez que fui invitado a los Estados Unidos y el pastor me invitó a predicar en su iglesia yo me sentí en el cielo. Había un hermoso altar, con varios candelabros, entramos en procesión con acólitos revestidos como tales llevando una cruz procesional, luego los miembros del coro con sus vestiduras especiales y los pastores llevábamos togas y estolas. Un día, tuve que viajar con mi obispo en su auto y durante el viaje él mismo me dijo unas palabras.

“Mire Pastor, yo me he dado cuenta de que a usted le encanta el culto litúrgico y que siempre arregla sus templos poniendo altares, cruces y candelabros. Todo eso está bien, pero quiero que medite en esto. Nuestra gente en su mayoría proviene de la Iglesia Católica y precisamente al convertirse al metodismo ha rechazado todo aquello que les recuerde su anterior iglesia, así que usted va a tener muchos problemas tanto con las congregaciones como con sus compañeros de ministerio. Sí, yo sé que usted me va a decir que en Estados Unidos nuestra iglesia usa todas esas cosas. Si Pastor, pero eso es “allá” en donde su trasfondo cultural y religioso es muy distinto al nuestro.

No quiero que se sienta ofendido o que lo estoy queriendo echar de la iglesia, pero; ¿No ha pensado alguna vez la posibilidad de unirse a la Iglesia Episcopal? Después de todo, nuestras doctrinas son muy parecidas y ahí si usted puede ponerse todo lo que quiera y arreglar el templo como a usted le gusta sin tener problemas de ninguna especie. Piénselo detenidamente y con mucha oración escoja usted el camino que mejor le convenga.”

Durante largo tiempo estuve pensando en las palabras de aquel obispo comprensivo y amable y descubrí que tenía toda la razón del mundo. Si a mí me gustaba todo lo que enseñaban y practicaban los episcopales pues lo más lógico era hacer el cambio. Bueno, no fue tan fácil hacerlo. Me tomó tiempo y hacer muchos cambios en mi, ya de por sí, vacilante fe evangélica, y finalmente di el paso del que nunca me he arrepentido a pesar de todo.

Bueno, pues yo creo que los seres humanos debemos ser honestos con nosotros mismos y no engañarnos ni tratar de engañar a la gente. Yo pensaba como anglicano, creía como anglicano y celebraba como anglicano. Entonces lo más lógico era unirme a la iglesia anglicana y ahí si poder desarrollar mi talento.

Pues es lo mismo que le digo a mis hermanos evangélicos que coquetean tanto con el judaísmo y quisieran parecerse lo más posible a una comunidad israelita. Si tanto les gusta el judaísmo ¿Por qué no se hacen judíos de una buena vez? Yo comprendí que no podía ser evangélico y anglicano al mismo tiempo. O era una cosa o era la otra y me decidí por abrazar lo que mi conciencia me dictaba, profesar la fe anglicana y dejar de estorbar la fe de los que creían de manera diferente.

No se puede ser judío y cristiano a la vez. Deben convencerse de que son dos religiones DISTINTAS. Y que cada una de ellas tiene sus doctrinas, liturgia y tradiciones. Es cierto que como cristianos tenemos una herencia judía, como los metodistas tienen una herencia anglicana. Pero desde el momento en que se separaron en algún momento eso indica que cada una debe seguir su propio sendero.

Lo voy a explicar con manzanas. Nosotros somos descendientes de los españoles. Ellos nos trajeron toda su cultura, su idioma, su religión, sus tradiciones, etc. Muchas de esas cosas las hemos adoptado y adaptado a nuestra cultura, pero nosotros tenemos nuestra bandera, nuestra constitución, nuestras propias tradiciones, en fin, todo lo que nos hace ser MEXICANOS, y por razón lógica NO SOMOS ESPAÑOLES, aunque de ahí provenga nuestra raza. La Iglesia Metodista fue fundada por un sacerdote anglicano, pero cuando sus adeptos se separaron de esta iglesia acuñaron sus propias doctrinas, liturgia, tradiciones, etc. Y aunque en mucho tengan influencia anglicana YA NO SON ANGLICANOS, ahora son EVANGÉLICOS METODISTAS.

No podemos mezclar una cosa con la otra porque nos saldrá un híbrido. O somos cristianos y seguimos la tradición cristiana de siglos, o bien, si nos atrae tanto el judaísmo con sus tradiciones, leyes, costumbres, rituales, etc. Pues muy sencillo CONVIRTÁMONOS AL JUDAÍSMO, pero ya dejen de hacerle al árabe hablando en hebreo y tratando de ser monos changos de los judíos, a quienes por cierto les caen en el hígado esta clase de cristianos.

  • Este artículo fue tomado del Facebook.

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