Desesperación y Esperanza

Desesperación y esperanza

Pedro García Carlos

En medio de un mundo tan convulsionado como en el que vivimos actualmente, todos necesitamos tener esperanza. Si no se tiene esperanza de nada sirve vivir, la vida no tiene sentido. Si el ser humano no tiene esperanza, cae en la desesperación, en la agonía de no encontrar solución a sus dilemas, de caminar por el mundo con incertidumbre.

El aumento de suicidios principalmente entre los jóvenes, la multiplicación de enfermedades nerviosas, la gran cantidad de personas que sufren depresión y el vicio del alcoholismo y las drogas, nos haba de un mundo que no tiene esperanza.

¿Qué es la esperanza? Para el cristiano es la expectación que todo lo que Dios ha prometido se cumplirá. Es confiar y esperar en Dios. Nuestra esperanza no es un cuento de hadas, o la posibilidad que algo ocurrirá. Descansa en la seguridad total que nos dan las promesas de Dios.


Tenemos la esperanza de un futuro mejor, y que las circunstancias que nos rodean pueden mejorar.

Estudiamos, trabajamos, nos casamos, tenemos hijos porque tenemos esperanza. Todo lo que emprendemos en la vida lo hacemos porque tenemos esperanza. Tenemos la esperanza de que la muerte no es el fin de la existencia, hay una vida después de esta vida. Esperanza de que, así como Cristo resucitó, nosotros también resucitaremos. Esperanza de que un día estaremos en la presencia de Dios para disfrutar de todo lo verdaderamente hermoso.

Nuestra esperanza esta centrada en Cristo. Cuando lo aceptamos como nuestro Salvador y Señor, nace en nosotros la verdadera esperanza.
«Más vale ser esclavos de la esperanza, que cautivos de la desesperación».

Concluyo con el coro de un canto que hace tiempo compuso el Obispo Metodista Federico Pagura de Argentina.

Por eso es que hoy tenemos esperanza:
Por eso es que hoy luchamos con porfía:
Por eso es que hoy miramos con confianza,
El porvenir en esta tierra mía…

Tomado del sitio de Facebook de Pedro García Carlos.