No Pude (ni Quiero) Festejar

No Pude (ni Quiero) Festejar

Sara de Paula Novaes* 

¿Hola, cómo estás? Estoy cansada, y sinceramente me despido de este año 2020, pidiéndole mucho a Dios para que no haya otro igual.

Sé que aprendimos muchas cosas importantes y necesarias. También sé que nos encontramos con nuevas y viejas formas de pasar nuestros días de la forma más saludable posible sin poder salir, pero eso no supera la angustia que enfrentamos. Muerte y enfermedad de personas cercanas, pandemia global, suspensión de planes, noticias falsas, negación de la ciencia, aumento de la violencia de género y el racismo, solo por mencionar algunos.

También sé que hablo desde un lugar muy cómodo y privilegiado cuando lo pongo en perspectiva. El hecho de que fuera posible trabajar desde casa y mantener mi trabajo me pone en una situación mejor que la gran mayoría de la gente, pero aun así no puedo terminar el año con un saldo positivo. Sí, agradecida. No feliz.

Cualquiera en una fiesta me perdonará, pero no debería: encuentro cada sonido de pirotecnia, irrespetuoso. Cada aglomeración que presencié en los últimos días y cada sonido de fiesta me generó asombro. Aun así, estoy plenamente consciente de que a estas personas les importa poco lo que piense. Admiro profundamente la resiliencia de familias y grupos de amigos que están encontrando formas de “celebrar” con un número menor de personas, dentro del ciclo con el que ya viven, y respetando exageradamente todas las medidas de distancia. Eso es lo que estoy tratando de hacer porque se siente bien. Y esa es una gran pregunta: cada uno vivió este año por “su derecho”.

Parece que no tenemos una equidad de derechos, por eso es tan difícil reconocerlo.

Hay personas que, desde mi punto de vista, están haciendo todo mal, pero entienden que lo están haciendo lo mejor que pueden. Veo que no puedo simplemente criticar. Por supuesto, excluyo de este razonamiento a cualquiera que no esté haciendo lo mínimo, como usar una mascarilla y mantener la distancia. Quien promueva deliberadamente la aglomeración de decenas de personas o niegue la gravedad de la situación, es simplemente una mala persona. Pero sé que tal vez usted, que está leyendo y lo está haciendo diferente a mí, está haciendo lo que puede.

No voy a negar la tragedia que fue este año y evitaré cualquier ambiente de fiesta. Hay muchas personas inteligentes que escriben sobre la inconsistencia de eso llamado “buenas vibras”, especialmente en este escenario. Y eso es lo que pienso.

Puedes reír, jugar, ver películas y series para distraerte un poco. No estoy sugiriendo lamentación permanente. Lo que no puede ser, es hacer una fiesta como si no pasara nada.

Termino agradeciendo el amor y la misericordia de Dios que sigue acompañándonos a pesar de que somos esta humanidad con características tan horribles. También estoy agradecido por aquellos que continuaron produciendo contenido que fue tan genial para aligerar el estado de ánimo cuando fue posible. Logré muchos goles a pesar de todo y algunos muy especiales para mí. Yo también estoy muy agradecida por eso, pero sobre todo, estoy agradecida por haber llegado al final de este año con mi familia y amigos cercanos también. No puedo quedarme con ánimo de fiesta, sabiendo que hay gente que no puede agradecerte por eso último.

Me gusta mucho el Salmo 126. Es un pequeño texto bíblico que parece permitirme sufrir cuando todo va mal, sin perder la esperanza.

Cuando el Señor hizo volver a Sión a los cautivos, nos parecía estar soñando.
Nuestra boca se llenó de risas; nuestra lengua, de canciones jubilosas.
Hasta los otros pueblos decían: «El Señor ha hecho grandes cosas por ellos».
Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría.

Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos como haces volver los arroyos del desierto.
El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha.
El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas.

Salmo 126: 1-6 NVI

Un feliz 2021, con vacuna y pandemia controlada, y mucha conciencia para nuestra generación.


* Sara de Paula Novaes, metodista, periodista y feminista brasileña. Escribe sobre sociedad, política, iglesia y actualidad. Colaboradora del Expositor Cristão, órgano oficial de comunicación de la Iglesia Metodista en Brasil.

REFERENCIA

De Paula, Sara. (2020). Eu não consegui (nem quero) festejar. Diciembre 31, 2020, de Saradepaula.com Sitio web: https://saradepaula.com/2020/12/31/eu-nao-consegui-nem-quero-festejar/