David Almanza Villalobos
Ninguno de los libros de la Biblia ha causado tantas preguntas, y llevado a tanta diversidad de interpretaciones, como lo ha sido el Apocalipsis. En él, hay un mensaje de esperanza.
Dios escogió estas siete Iglesias para dar instrucciones a su pueblo a través de los siglos.
“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”.
Apocalipsis 2:2-4
A pesar de todo su fuerte trabajo, la iglesia dejó su primer amor. El amor a Jesucristo.
¿Qué es el “primer amor”?
Primer amor significa un amor fuerte, constante, sincero, que está sobre todas las cosas. Incluso es más grande que el amor por: Nosotros mismos.
A pesar de que servimos en la iglesia, nuestro amor por Jesús tiene que estar por encima de nuestro ministerio o llamado, por encima de buscar reconocimiento, debe estar por encima de nuestras opiniones, por encima de nosotros mismos.
Si nos conservamos en el primer amor, cualquier cosa que hagamos, lo haremos por causa de Jesús. No somos buenas personas por nacimiento y no escogemos hacer lo correcto por obligación, ni tampoco lo hacemos para recibir aplausos o ganar el corazón de otros. NO, lo que nos mueve es el amor por Jesús.
Es fácil caer en la religiosidad o en el deseo de poder o egocentrismo, pensando que hacemos lo correcto. Tenemos que juzgarnos a nosotros mismo constantemente y limpiarnos de cualquier tipo de codicia de honor, de cualquier deseo de tener un buen nombre delante de las personas.
Vivir en el primer amor significa que nosotros pesamos nuestras acciones en una sola escala, y esta es la palabra de Dios.
Vivir en el primer amor, irremediablemente nos transforma a ser más como Jesús y menos como nosotros. Una evidencia clara de vivir en el primer amor, es tener el fruto del Espíritu Santo gobernando nuestra vida y decisiones: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. (Gálatas 5:22-23).
Entonces nuestras acciones son una bendición y ejemplo, y podemos mostrar a la gente el amor divino.
¡Vive en el primer amor!
Tomado de Facebook, David Almanza, 19 de mayo de 2020.