Es común que en la mayoría de las iglesias, que en estos días se hable mucho de amor y perdón entre nosotros; esto nos une y es bueno, pero NO ES todo el mensaje, es sólo el principio.
Carlos Alejandro Muro Flores
“La Navidad comienza en el corazón de Dios, y sólo está completa, cuando llega al corazón del hombre”.
La mayoría de nosotros tenemos en la mente en estas fechas la Navidad. Todos sabemos, lo creamos o no, que Jesús vino a nacer en un pesebre; una historia muy bonita que todos conocemos.
Pero, ¿por qué fue un acontecimiento tan importante? ¿Qué tenía de especial que cambio para siempre la percepción del tiempo en un antes y después de Cristo?
Lo primero es que Dios se hizo hombre con un propósito; cambiar nuestra manera de ser, no solo que se contará la historia. Él tenía en mente que volviésemos a tener conciencia de su existencia y del interés que tiene por nosotros. Para los judios esto era comprensible pues estaban esperándo según las profecías, un Salvador.
Pero, ¿qué de nosotros que no estábamos esperando nada? Ni siquiera sabíamos que alguien necesitaba salvarnos. Y la pregunta genuina sería: ¿de qué?
El único libro que nos habla de Jesús y su propósito de venir a Salvarnos es la Biblia y esta menciona varias cosas al respecto. Una de ellas es que nos enseña, en las mismas palabras de Jesús (ese niño que creció), cuál era su propósito: “No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan arrepentirse” (Lc. 5:32). Estas palabras las repite constantemente y van dirigidas a las personas que lo iban a escuchar (algunos por simple casualidad). Lo que ocurría era algo INEXPLICABLE; las personas sentían en su interior la necesidad de un arrepentimiento y Él los perdonaba; inclusive algunas veces los sanaba o suplía alguna necesidad que tenían.
Según leemos, nada había imposible para Él: sanaba ciegos, cojos, mudos y muchas otras enfermedades. ¡Pero lo más extraordinario era que PERDONABA pecados! Esto iba directo al corazón de las personas; pues el saberse perdonados de actos o cosas que habían realizado y que constantemente venían a su mente acusándolos, les impedía ser libres de culpa y felices.
Definitivamente Él traía un mensaje al nacer en Belén. “Hay buena voluntad de parte de Dios para con los hombres” declararon los ángeles a los pastores, sobre todo para aquellos que nunca o casi nunca han tomado a Dios en cuenta en su vida.
Tal vez tú seas una de estas personas, que tienen cosas o actitudes en su vida que no le dejan avanzar y sentirte libre, amado y aceptado por Dios.
Este es el centro de la Navidad: LA OPORTUNIDAD DE PONERNOS A CUENTAS CON NUESTRO DIOS.
El dijo en una ocasión:
“Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida”.
Jn. 8:12 NTV
Es por eso que nuestras casas en este tiempo, los adornos navideños los llenamos de luces de colores, pues para los que conocemos esta declaración que Jesús hizo “Yo soy la Luz del mundo”, nos recuerdan lo que Él vino a hacer por nosotros. En Él tenemos perdón de pecados y acercamiento con Él. ¡Este es el MEJOR REGALO que pudiésemos recibir en esta Navidad!
Es común que en la mayoría de las iglesias o comunidades de fe, que en estos días se hable mucho de amor y perdón entre nosotros; esto nos une y es bueno, pero NO ES todo el mensaje, es sólo el principio, pues Él nos dejo muchas PROMESAS para que, COMPRENDIÉNDOLAS, tuviésemos fe en Él.
Yo te invito, a que asistas a uno de estos lugares para qué al escuchar los cantos, himnos, meditaciones, homilías o predicaciones, aprendas más sobre la Navidad y sobre lo que tiene Jesús para ti.
Seguramente encontrarás más de lo que te imaginas y que NO sabias de la Navidad, pues el “nacimiento” de Jesús no es solamente una historia bonita. Fue y es una realidad que ha cambiado millones de vidas en estos más de 2,000 años desde su “nacimiento”.
La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla:
“Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”.
1 Ti. 1:15
Así que cada vez que veas luces de Navidad recuerda que: “Jesús es la Luz del Mundo”.