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Redacción EEM

Medios italianos: Las mujeres cristianas apoyan a los metodistas mexicanos mientras su iglesia vota en contra del derecho al aborto

Ante el reciente pronunciamiento de la Iglesia Metodista de México en contra de toda forma de aborto, se alzan voces pidiendo no decidir en nombre de los demás y de los demás.

FUENTES: OPCEMI, Riforma.it. Roma, Italia. Junio 7, 2022. Medios protestantes y metodistas italianos reaccionan ante las recientes posturas de la Conferencia General de la Iglesia Metodista de México, como reporta el portal de “Opera per le Chiese Metodiste in Italia” y el portal Riforma, órgano de comunicación de las Iglesias Evangélicas Bautistas, Metodistas y Valdenses en Italia:

“El martes 24 de mayo de 2022, durante la Conferencia General de la Iglesia Metodista de México , se sometió a votación el proyecto de ley “Consagración de la vida, desde la concepción”, con el objetivo de determinar de manera oficial y pública la posición de la Iglesia frente al aborto. ; y con el objetivo de inaugurar una sección de la Disciplina Metodista para abordar temas contemporáneos y controvertidos y establecer la respuesta de la Iglesia a ellos. «Mujeres Ruaj», un grupo de estudio teológico emitió un comunicado, apoyado por varias organizaciones de mujeres, en contra de los acuerdos votados durante la presente Conferencia General sobre el aborto.

Con 33 votos a favor y 27 en contra, la Conferencia Metodista aprobó el siguiente párrafo: “La Iglesia Metodista de México cree en la consagración de la vida desde el momento de la concepción; nos oponemos a todo tipo de prácticas abortivas que atenten contra la vida del no nacido; declaramos que tienen una dignidad y un derecho inalienable, superior a todos los derechos: el derecho a nacer y el derecho a la vida. Estamos por la salvación integral de ambas vidas: la de la madre y la del niño. Nos constituimos en la voz de los que no tienen voz».

El pronunciamiento de quienes se oponen a esta visión tan restrictiva afirma que: “La declaración adoptada es reduccionista y denota un desconocimiento científico, ético y jurídico de la cuestión, y está muy lejos de contemplar las diversas situaciones de violencia que vivimos las mujeres. este pueblo. ¿Cómo vamos a alzar la voz por los sin voz? Crearemos albergues para niñas y niños como en los inicios del metodismo, o para mujeres que sobrevivieron a la violencia, brindaremos educación sexual clara y no estigmatizada para prevenir la violencia, haremos público el registro de agresores dentro de la iglesia, ¿Acompañará a las mujeres que han tenido que hacer frente a esta complicada situación?

Fachada del templo metodista El Mesías, en la calle de Balderas, en la Ciudad de México.

Es triste que la Iglesia Metodita Mexicana se esté desviando tanto de los principios enunciados por el fundador del movimiento, John Wesley. ¿Se nos ha olvidado ya que nuestra tarea es “pensar y dejar pensar” sin obligar a nadie a nada?

La obsesión por controlar lo que se piensa y se cree está destruyendo los derechos fundamentales de las mujeres, y legitimar lo sagrado es criminalizar un derecho que es nuestro, y que fue aceptado a nivel federal en 2021 (la despenalización del aborto llegó recién en otoño del pasado año).

Somos mujeres, somos cristianas, somos metodistas, laicas, pastoras y teólogas, y no estamos de acuerdo en que la institución asuma que tiene el poder de condenar y restringir los derechos de las mujeres. Dios nos ha dado libertad de elección, es una arrogancia de nuestra parte creer que tenemos derecho a controlar y prohibir decisiones que afectan solo a las mujeres y sus cuerpos.

Por todo ello, expresamos nuestra disconformidad y hacemos un llamado a las autoridades de la Iglesia Metodista de México para que revisen el proyecto de ley. Es necesaria una redacción más completa y exhaustiva, con más argumentos sólidos que opiniones. Invitamos a nuestras autoridades a observar y tomar como ejemplo la formulación de la cuestión en las Disciplinas de las Iglesias Metodistas hermanas de Argentina y Chile”.


Metodistas africanos se convierten en granjeros

Iniciativa de la iglesia metodista promueve el cultivo de arroz, maíz, la cría cerdos y otros cultivos desde Liberia hasta Mozambique en busca de independencia financiera de Occidente.

FUENTES: UMC, Christianity Today, Evangélico Digital. Junio 8, 2022. La Iglesia Metodista Unida (UMC por sus siglas en inglés) ha aprobado subvenciones por valor de 3,5 millones de dólares para promover la agricultura, ya que las iglesias de sus conferencias africanas tratan de depender menos de los fondos provenientes de Occidente.

El dinero se canaliza a través de la Iniciativa Agrícola del Obispo Yambasu, un proyecto que lleva el nombre de John K. Yambasu, una figura destacada de la iglesia que murió en un accidente de tráfico en Freetown (Sierra Leona) hace dos años.

Ya se han distribuido tres millones de dólares en el marco de la iniciativa para apoyar proyectos en una docena de conferencias eclesiásticas regionales.

«El objetivo de todo este programa es desarrollar la autosostenibilidad financiera de nuestras conferencias en África», dijo a Christianity Today, Roland Fernandes, secretario general de Ministerios Globales y del Comité Metodista Unido de Auxilio.

Lanzada en 2018, la iniciativa cobró fuerza hace dos años, cuando Fernandes se convirtió en el director general de Ministerios Globales.

Los proyectos apoyados por la iniciativa incluyen granjas de arroz y apicultura en Liberia; criaderos de peces en Costa de Marfil; maíz, yuca y ganado en Angola; y cerdos y huertos en Mozambique.

«Para mí este es uno de los programas estrella de los dos últimos años desde que soy secretario general», dijo Fernandes. «Por eso estamos duplicando la inversión en él ahora. África es un gran foco de atención para nosotros como agencia».

La dependencia de los fondos procedentes de Occidente se ha convertido en una preocupación urgente para los metodistas africanos a medida que la UMC ha ido entrando en una dinámica de división en torno a las cuestiones LGBT. Teológicamente, las conferencias africanas se alinean con los tradicionalistas que sostienen que el sexo homosexual es un pecado y que el matrimonio sólo debe ser entre un hombre y una mujer. Pero los tradicionalistas de EEUU también quieren reducir las donaciones de sus iglesias a la denominación, y es probable que los progresistas sigan controlando las estructuras de la denominación que han apoyado financieramente a las iglesias africanas, lo que hace que la financiación a futuro sea incierta.

Más del 70% de la financiación de las conferencias africanas procede de Occidente, dijo Kepifri Lakoh, un consultor agrícola de Sierra Leona que ejerce la dirección técnica de la iniciativa.

«Ese modelo definitivamente no es sostenible. Así que, en un intento por resolver ese problema, nació esta visión, y el obispo [Yambasu] pensó: «¿Por qué no utilizar los recursos que hay en África para generar ingresos que permitan sostener la iglesia?»

La iniciativa aún está en sus comienzos. Las distintas conferencias se encuentran en diferentes fases del proceso de concesión, y la agricultura tarda en dar sus frutos. Pero ya hay signos prometedores.


World Vision: 160 millones de niños sufren el trabajo infantil en el mundo

La organización asegura que el efecto de la pandemia podría suponer que a esta cifra se añadan otros nueve millones de menores a lo largo de este 2022.

FUENTE: Protestante Digital. Junio 12, 2022. El trabajo infantil afecta a cerca de 160 millones de niños y niñas, de entre cinco y 17 años, en todo el mundo, según World Vision. La organización, de inspiración cristiana, ha recordado esta realidad con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora el 12 de junio.

A esta cifra, la ONG asegura que se le podrían añadir 8,9 millones más de menores a lo largo de este año 2022, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, y si no se establecen estrategias de mitigación. 

La pobreza es la razón principal por la que las familias envían a sus hijos a trabajar, dicen desde la organización. Una situación que impide a los menores acceder a la educación y conseguir posibilidades para romper el ciclo de pobreza. “El trabajo infantil es una violación grave de los derechos de los niños y las niñas. Durante la crisis de la Covid-19 hemos presenciado un alarmante aumento del trabajo infantil provocado por la lucha de las familias para llegar a final de mes. La situación que han vivido millones de familias ha sido desesperada y les ha obligado a tomar decisiones con consecuencias nefastas para la infancia”, asegura Charo Izquierdo, coordinadora de programas y sensibilización de World Vision.

Unos 79 millones de menores trabajan en condiciones peligrosas y de riesgo para su salud. / World Vision.

Un 70% de niños que trabajan lo hacen en agricultura

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor del 70% de niños y niñas que trabajan, lo hacen en la agricultura. Desde World Vision, también alertan de que unos 79 millones de menores trabajan en condiciones peligrosas y situaciones que suponen un serio riesgo para su salud, como el transporte de cargas pesadas en la construcción o la excavación en minas.

Además, la organización también habla de casos de servicio doméstico o de trabajos forzados, como niños soldado o menores explotados en el tráfico humano y el comercio sexual. “Tenemos un gran desafío por delante que necesita financiación y apoyo por parte de todos los actores implicados, tanto organismos internacionales, como los gobiernos, las empresas y la sociedad. Apoyar los medios de vida de las familias es fundamental para romper los ciclos de pobreza y proteger los derechos de la infancia”, remarca Izquierdo.

Wakeel y Pinky

Wakeel es uno de los nombres que se distinguen entre las cifras del trabajo infantil. Este niño afgano de diez años trabaja como limpiabotas, recorriendo las calles de su ciudad durante once horas al día para generar ingresos a su familia. En Afganistán, dicen desde World Vision, el 50% de las familias han enviado a sus hijos a trabajar durante el último año. Hasta la caída del gobierno en manos de los talibanes, unos 60.000 niños trabajaban en la capital, Kabul. Desde la organización aseguran que esta cifra se ha triplicado con el cambio en el ejecutivo.

Con la pandemia, en Afganistán la mitad de familias ha enviado sus hijos a trabajar. / World Vision.

La pandemia ha ocasionado que el 28% de los hogares en Camboya se hayan visto afectados por el trabajo infantil, y en Bangladesh se ha alcanzado hasta el 34%. Allí, Pinky, de diez años, ha tenido que abandonar la escuela para trabajar en fábricas. “No hay excusa para que esto suceda en el siglo XXI. Con una acción urgente, basada en la concienciación de los derechos de la infancia, alentando la matriculación escolar y ayudando a las familias a mejorar sus ingresos y mediante la asociación con gobiernos y empresas para prevenir el trabajo infantil, aún podemos cumplir con nuestro compromiso global de poner fin al trabajo infantil para 2025”, añade Izquierdo.