<strong>Telología práctica: obligación del cristiano</strong>

Telología práctica: obligación del cristiano

José Manuel Tinoco Reyes

La teología 

La teología es la disciplina que se dedica a estudiar todo lo relacionado con el conocimiento sobre Dios. Así, pretende hacer aportes científicos a los planeamientos relacionados con la existencia de Dios. De esta manera, esta carrera está dedicada al estudio científico de cualquier Dios y religión.

La teología[1] estudia la naturaleza de Dios y sus atributos, así como del conocimiento que tiene el ser humano sobre la divinidad. El empleo de esta palabra se atribuye al pensamiento politeísta de la Antigua Grecia, y a los filósofos griegos entre los siglos IV y V a. C. Este término fue usado por primera vez por Platón para referirse a la comprensión de la naturaleza divina por medio de la razón. 

Las ramas de la teología son “teología natural” o racional, “teología dogmática y revelada” y “teología moral”. A estas se las puede calificar de cristianas; católicas, protestantes, ortodoxas, etc. Dos distinciones contemporáneas muy extendidas, que designan meramente corrientes de pensamiento y no campos disciplinares, son la “teología de la liberación” y la “teología negativa”. La teología se extiende a todas las religiones. Es decir, todas han sido estudiadas y tienen textos sagrados y demás elementos. En lo que a nuestro contexto refiere, hay que puntualizar lo que expresa la teología protestante.

A partir de Lutero se inició un nuevo recorrido teológico, separado e independiente respecto de la teología tradicional católica. Surge así la teología protestante, que difiere de la católica en cuestiones doctrinales que son consideradas fundamentales: La Biblia es considerada infalible Palabra de Dios y el texto más importante de todos los libros del mundo. No se acepta adoración a ninguna clase de imagen ni a persona humana alguna. Por lo tanto, no se acepta la postración frente a imagen alguna. No se acepta la existencia del purgatorio. Cabe mencionar que, dentro de la Teología protestante, se destacan 5 puntos que resumen la Teología o creencias:

  1. que la Salvación es por la Sola Fe (Sola Fide),
  2. por la Sola Gracia de Dios (Sola Gratia), 
  3. por la Única Obra intercesora de Cristo (Solus Christus), 
  4. dando así la Gloria Solamente a Dios (Soli Deo Gloria); 
  5. asimismo, se enfatiza la suficiencia de la Palabra de Dios expresada en la Biblia, con el fin de conocer al Dios verdadero al revelarse este hacia los hombres (Sola Scriptura).

Juan Wesley

Fue el decimoquinto de diecinueve hijos (de los cuales nueve murieron durante la infancia) de Samuel y Susana Wesley. El padre de Wesley era predicador, y la madre una mujer notable en cuanto a sabiduría e inteligencia.

Estudió en Oxford, donde se graduó en 1726, y fue un líder, uno de los fundadores del «Santo Club», una organización de estudiantes serios[2]. Vivían bajo una seria disciplina incluyendo ayunos y tiempos de oración. El “Santo club” o “club sagrado” se reunía diariamente de seis a nueve para orar, cantar salmos y leer el Nuevo Testamento griego. Rezaban a cada hora del día durante varios minutos y cada día por una virtud especial. Si bien la asistencia prescrita a la iglesia era solo tres veces al año, tomaban la comunión todos los domingos. Ayunaban los miércoles y viernes hasta las tres de la tarde. Su naturaleza religiosa se profundizó con el estudio y la experiencia, pero no fue hasta años después de dejar la universidad y entrar bajo la influencia de los escritos de Lutero cuando sintió que había entrado en la plena riqueza del Evangelio. En 1730, el grupo comenzó la práctica de visitar a los presos en las cárceles. Predicaron, educaron y relevaron a los deudores encarcelados siempre que fue posible, y cuidaron a los enfermos.

El 14 de octubre de 1735, Wesley y su hermano Charles navegaron en The Simmonds desde Gravesend en Kent hacia Savannah en la provincia de Georgia en las colonias americanas. No obstante, el ministerio de Wesley fue controvertido entre los colonos y terminó en decepción[3]. Se ha reconocido ampliamente que uno de los logros más significativos de la misión de Wesley en Georgia fue su publicación de una Colección de Salmos e Himnos. La Colección fue el primer himnario anglicano publicado en América, y el primero de muchos himnarios publicados por Wesley. Incluía cinco himnos que tradujo del alemán.

Wesley regresó a Inglaterra deprimido y golpeado. Fue en este momento cuando llego la «experiencia Aldersgate» de Wesley del 24 de mayo de 1738, en una reunión de Moravia en Aldersgate Street, Londres, en la que escuchó una lectura del prefacio de Martin Lutero a la Epístola a los romanos, revolucionó el carácter y el método de su ministerio. Wesley relató su experiencia Aldersgate en su diario:

«… alrededor de las nueve menos cuarto, mientras describía el cambio que Dios obra en el corazón a través de la fe en Cristo, sentí que mi corazón se calentó extrañamente. Sentí que confiaba en Cristo, solo en Cristo para salvación, y me dieron la seguridad de que había quitado mis pecados, incluso los míos, y me salvó de la ley del pecado y la muerte «.

Unas semanas más tarde, Wesley predicó un sermón sobre la doctrina de la salvación personal por la fe, seguido de otro, sobre la gracia de Dios «libre en todos y libre para todos».

Wesley sostuvo que una parte del método teológico implicaría la fe experiencial. En otras palabras, la verdad se vivificaría en la experiencia personal de los cristianos (en general, no individualmente), si realmente fuera verdad. Y toda doctrina debe poder defenderse racionalmente. No divorció la fe de la razón. La tradición, la experiencia y la razón, sin embargo, siempre estuvieron sujetas a las Escrituras, argumentó Wesley, porque solo allí se revela la Palabra de Dios «en la medida en que sea necesaria para nuestra salvación».

Teología práctica

Desde sus orígenes, la preocupación de la teología fue esencialmente práctica. Las epístolas del Nuevo Testamento fueron escritas como un aporte pastoral por y para la gente perteneciente a las comunidades cristianas que ellos pastoreaban. Por un lado, las comunidades cristianas antiguas tuvieron que luchar con las aplicaciones cotidianas del evangelio en el contexto del Imperio Romano; por otro lado – en conexión a la diligencia cotidiana – debieron definir, defender y explicar la doctrina cristiana a los demás, mayormente en ambientes hostiles. La Teología, en su mera esencia, es práctica.

Las doctrinas que Wesley enfatizó en sus sermones y escritos son la gracia preveniente, la salvación personal presente por fe, el testimonio del Espíritu y la santificación. La gracia preveniente fue la base teológica de su creencia de que todas las personas eran capaces de ser salvadas por la fe en Cristo. A diferencia de los calvinistas de su época, Wesley no creía en la predestinación[4]. Comprendió que la ortodoxia cristiana insistía en que la salvación solo era posible por la gracia soberana de Dios. Expresó su comprensión de la relación de la humanidad con Dios como una dependencia total de la gracia de Dios. Dios estaba trabajando para permitir que todas las personas fueran capaces de llegar a la fe al empoderar a los humanos para que tengan una verdadera libertad de respuesta existencial a Dios.

Wesley definió el testimonio del Espíritu como: «una impresión interna en el alma de los creyentes, mediante la cual el Espíritu de Dios testifica directamente a su espíritu de que son hijos de Dios». Basó esta doctrina en ciertos pasajes bíblicos, como Romanos 8: 15-16[5]  como un ejemplo). Esta doctrina estaba estrechamente relacionada con su creencia de que la salvación tenía que ser «personal». En su opinión, una persona debe creer en última instancia las Buenas Nuevas por sí misma; nadie podría estar en relación con Dios por otro.

La teología de Juan Wesley fue orientada prácticamente también. “Cuando consideramos su trabajo por entero, vemos que la actividad teológica de Wesley corresponde al esfuerzo de aproximar el cristianismo a la vida práctica[6].

Lo mejor de la Teológica del Wesleyanismo puede ser encontrada en su enfoque soteriológico[7], y puede ser resumida como renovación de la imagen de Dios, (semejanza a Cristo), sugiere una “norma”, que debe proveer una base consistente y coherente, justificada por fe y santificación por fe en el contexto de la gracia previsora. Esta “pureza” y “norma” mantienen lo que es esencial en el Wesleyanismo. La salvación entera es un regalo de gracia (es el trabajo activo del Espíritu Santo) a lo cual el espíritu humano está llamado a responder, evocando amor como el motivo dominante de vida.  La actividad de Dios y la respuesta humana (habilitada por la gracia previsora) es la esencia de la vida cristiana, la transformación de personas hacia la imagen de Dios en términos de amor (semejanza a Cristo) por el trabajo del Espíritu Santo. Lo que Jesús mismo llamó el mandato más imperativo puede ser expresado como la esencia: amando a Dios y al prójimo.

Adhiriendo a esta esencia, se debe entender que sin fe, sin una relación continua y verdadera, en la cual Dios es compañero, socio y coproductor de nuestros hechos, los hechos quedan pura y sencillamente en nuestros propios esfuerzos y producto nuestro, en vez de ser producto de la sociedad con el Espíritu de Dios que marca la verdadera imagen de Dios[8]. Solamente el trabajo genuino entre Dios y la humanidad, la participación humana en, y conjunto a, la gracia creativa, divina pueden renovar el mundo. En otras palabras, fe y praxis permanecen juntas. La práctica es sencilla y claramente la obligación de la cristiandad.

La teología práctica en el metodismo

Por consiguiente, debe haber buena práctica teología que verdaderamente, refleje el amor de Dios en cada aspecto soteriológico, y también un énfasis en la práctica diaria de la relación entre Dios y humanidad. Sin embargo, desde un punto de vista Wesleyano, aun estas dos no son suficientes, es necesaria la participación deliberada en la realidad espiritual de la presencia de Dios. Es la genuina experiencia de la presencia de Dios en nuestras vidas cuando él nos transforma y nos renueva a su imagen. Este énfasis nos ayuda a mostrar que, en la teología Wesleyana, la participación en la vida de Dios es una realidad vital, que ha sido característica de la tradición Wesleyana por su acento en la experiencia cristiana. La Experiencia, seguramente, tiene que ser vista más allá de las maneras exclusivamente individualistas ó en términos de intensidad emocional. La Experiencia cristiana solo puede estar interpretada adecuadamente en su dimensión corporativa, mientras amamos a Dios y al prójimo. Por tanto, practicar la teología, practicar el estudio de Dios, entender y apropiarnos de su amor, salvación y perdón, estamos obligados a, primeramente, a seguir los pasos de Jesús, su ejemplo, ministerio, incluso sacrificio, para que, en seguida, amar a nuestro prójimo, sin reservas ni condiciones, desterrando al ser humano del mundo, para ser uno con Dios en plenitud total.

A esto, nos puede ayudar los principios de la práctica wesleyana, que nos indica como hacer las cosas correctamente:

  • Transformacional. En este aspecto transformacional, Dios debe penetrar en todas nuestras prácticas y todas nuestras decisiones. Nuestro objetivo desde el principio en toda forma de evangelismo, debe ser la reconciliación con Dios, la unión a Dios en una relación correcta (justificación) y el cambio en dirección a lo que Dios tuvo la intención que seamos.
  • Integral. Los esfuerzos de la iglesia necesitan mantener en mente “la integralidad” del ser humano (persona). La nuestra, es una tarea espiritual, no estamos intentando alcanzar la “mente” de las personas, sino también la voluntad y los afectos. Los cristianos no son sencillamente “afiliados de la iglesia” o “diezmadores” o “maestros de Escuela Dominical” ni aun “ministros” – sino primeramente personas que están “en Cristo.” 
  • Encarnativo. La encarnación de Cristo subraya el hecho de que Dios entró a nuestro mundo y él nos buscó donde estábamos, Dios se reveló a sí mismo para que nosotros pudiéramos entender y responder. Mientras predicamos a Cristo al mundo, debemos hacer justamente eso, ayudar a las personas a poder entender el evangelio y aceptar la oferta de ser transformados “a y en” la imagen de Dios[9]. 
  • Comunal. El cuarto principio recalca el hecho de que la fe cristiana, desde un punto de vista Wesleyano, es siempre comunal. La fe cristiana comienza cuando uno recibe misericordia y amor divino; por lo tanto, no puede ser contenida en el individuo aislado. Lo que se recibe demanda expresión adicional; eso es la esencia del amor. El amor de Dios en Jesucristo a nosotros, quiere fluir por nosotros a todas las criaturas del mundo, especialmente a aquellos que tienen necesidad y están en aflicción.
  • Fructuoso. Uno de los elementos esenciales de la relación Dios-hombre, son los resultados. Como hijos de Dios estamos ocupados en Su servicio, y somos responsables delante de Dios. Somos responsables por lo que hemos recibido de él y clo que hacemos con eso. El Espíritu Santo quiere producir “frutos de amor” en y a través de nuestras vidas. Nosotros estamos llamados a ser fructíferos. Ser fructíferos está definido en las Escrituras en términos cualitativos y cuantitativos.
  • Misional. La iglesia no solamente tiene una misión, sino está en misión; y como cumple su responsabilidad apostólica, a través de palabra y vida, necesita encontrar su modo de estar en el mundo Mientras hacemos lo que Dios nos ha llamado a hacer, necesitamos estar seguros de la fuente y motivación para la misión. Impartir la gracia de Dios es la tarea, nuestro ministerio.
  • Escatológico. El principio que yo su sugeriré es que Dios está edificando su reino. Nosotros somos compañeros de trabajo con Cristo, pero es el reino de Dios. Esto da a todo lo que hacemos y todo lo que somos una dimensión escatológica. Nos ayuda a entender que, no estamos edificando nuestro propio reino, no se trata de nosotros, nuestra iglesia local, nuestro ministerio, ni aun de nuestra denominación. ¡Se trata de Dios y Su reino!

Estas propuestas, edifican la visión de Wesley, en la teología en una practica de vida, de una vida cristiana, siguiendo el ejemplo de Dios, en esa práctica, una práctica propositiva, edificante y entregada, basada en la experiencia espiritual propia, Wesley propuso 7 practicas, que fueron (y deben) ser características del practicante del metodismo:

  1. Dedicarse a la oración. Wesley volvió a descubrir lo que la iglesia de su tiempo había olvidado: la oración resulta en el poder de Dios. Llamó la oración «el medio más importante para acercarse a Dios», y encontró que la oración continúa siendo el primer paso necesario para ver a Dios moverse[10]
  2. Ir donde está la gente. Cuando el amor de Jesucristo agarró el corazón de Wesley, él sabía que no podía quedarse callado[11]. Wesley comenzó a predicar al aire libre. Él encontró un punto alto en el borde de la ciudad y le predicaba a quienes quisieran escuchar. Una multitud de tres, cinco, incluso de diez mil personas se reunían. Muchos de ellos fueron tocados por Dios y despertó en ellos su estado espiritual. Nació un avivamiento en Inglaterra en gran parte porque Wesley estaba dispuesto a llevar el Evangelio donde estaba la gente.
  3. Hablar la Verdad. A pesar de que era graduado de la Universidad de Oxford con un alto nivel de educación y profundamente impregnado de la tradición cristiana, se negó a ostentar su conocimiento. Él eligió hablar de forma sencilla. Dio forma intencional a su lenguaje para que la gente común pudiera escuchar el evangelio, entender y responder[12].
  4. Utilizar la Música de la Cultura. Cantos gregorianos en latín y la música alemana eran estándar en los servicios religiosos en el tiempo de Wesley. Aunque la letra era significativa, la música no se conectaba completamente con la gente común. No le hablaba al corazón. En sus viajes, Wesley encontró que las personas inconversas se conectaban más fácil con el Evangelio cuando llegaba a través de su cultura nativa. Él animó a su hermano Charles a incluir el Evangelio en las melodías populares de la época y la música toco los corazones de la gente. Hablar de forma que las personas pudieran entender era la primera parte de descifrar el código cultural; música que tocara el alma moderna era la segunda parte.
  5. Crear grupos pequeños para el crecimiento espiritual. Para proporcionar cuidado espiritual, Wesley sólo predicaba en lugares donde la gente espiritualmente despierta podía ser colocadas en grupos pequeños o «clases». Su objetivo no era ver la gente tener un único encuentro con Dios[13], sino que tuvieran un cambio real en sus vidas mediante la fe en Cristo. Tales transformaciones del corazón y vida tienen mejor resultado cuando la gente comparte con otros y ese grupo de soporte se convierte en una familia espiritual.
  6. Darle Ministerios a los Laicos. A medida que el movimiento metodista crecía, Wesley pronto siguió el consejo de su madre y autorizo laicos, tanto hombres como mujeres, para supervisar las clases (grupos pequeños) y predicar en las reuniones de la sociedad (grupos grandes). Cuando soltó las energías de los laicos, el ministerio se multiplico aún más rápido[14].
  7. Uso de la comunicación en masa. Wesley escribió numerosos sermones, tratados y libros que se distribuyeron a una amplia audiencia para alimentar el movimiento. Miles de personas que nunca lo habían oído hablar llegaron a conocer a Cristo y crecer en Cristo a través de sus escritos. Por supuesto, hoy en día el Internet y las redes sociales permiten que cualquier persona con acceso a la web pueda tener una plataforma personal. Algo que antes era inimaginable.

Wesley estaba angustiado por la falta de poder la iglesia tenía para alcanzar la gran mayoría de los británicos. Dios creó un descontento tan grande en el corazón de Wesley que el abandonó los modos convencionales de ministerio y experimentó con varios enfoques innovadores. Para sorpresa de todos, el reavivamiento espiritual estalló en Inglaterra y más allá. Si eres como yo, usted puede preguntarse, «Si Dios puede hacer eso, entonces, ¿por qué no ahora?»

El genio del avivamiento Wesleyano se encuentra en las formas en que la gente indiferente se convirtió en discípulos de buen corazón que cambiaron el mundo[15]. Nosotros podemos hacer eso también. Podemos recuperar esa práctica teológica, los siete métodos del movimiento metodista que alcanzaron a las masas sin iglesia de ese día. Si vamos a cambiar la forma de estas prácticas para un contexto del siglo XXI y rediseñarlas para individuos, grupos e iglesias, se dará a conocer una nueva ola del espíritu.

Somos pues, herederos de una teología, de un estudio de Dios que nos compromete, nos obliga a practica las enseñanzas de Cristo, preñadas de un pragmatismo, de un método concreto de crecimiento espiritual, de un verdadero fervor en un corazón que arda por ser tocado por Dios, de una practica de amor verdadero a Dios y a nuestro prójimo, sin señalamientos, ni protagonismos, dejando la costumbre y la estructura fija que nos ha predominado culturalmente, Wesley fue tocado por Dios para decir en su tiempo y ahora, “¿me amas? Ámame a mi y mis ovejas”. ¿Podemos responder “Si, ¿Señor te amo y amo a tus ovejas”? claro que Si, porque fuimos salvados, amados y perdonados de una manera que nadie podrá hacer por nosotros, y podemos porque “lo mejor de todo es que Dios está con nosotros”. 


NOTAS

  1. Teología viene del griego “theos” que significa dios y “logo” que es estudio o razonamiento.
  2. En este club estaban Roberto Kirkam, William Morgan, George Whitefield y los hermanos Carlos y Juan Wesley.
  3. Esto debido a que se enamoro de una joven llamada Sophia Jopkey, dudo en casarse con ella por la prioridad que sentía sobre la practica del celibato clerical dentro del cristianismo de esa época. Esto provocó serios conflictos personales en su vida, incluso procesos judiciales que provocaron que Wesley huyera de la colona en 1837.
  4. Es decir, que algunas personas habían sido elegidas por Dios ara salvación y otras para condenación.
  5. “Pues n habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios”.
  6. Franz Hildebrandt (1951): El significado de la “practica” para Wesley es precisamente paralela al significado del cristianismo.
  7. Doctrina referente a la salvación
  8. De esto, se debe evitar caer en emocionalismos, protagonismo, piedad impertinente, legalismo severo y rectitud condenatoria.
  9. Este principio refleja la tarea de que no debemos estar preocupados en formular distinciones, formulas, o esquemas de una estructura social, sino ayudar a las personas a entender el contexto sensitivo del Evangelio, como parte transformadora de su vida por medio de Dios,
  10. Wesley modelo la oración como una convicción del creyente, dedicaba al menos 2 horas diarias a la oración personal e hizo de la oración un sello distintivo del metodismo,
  11. Tenía que haber alguna manera de llegar a los millones de personas que nunca entrarían por la puerta de una iglesia, y solo a los pocos que asistían a los servicios religiosos, por lo que fue necesario buscar otras opciones.
  12. En tiempos de Wesley, la iglesia no se conectaba con la gente, el ministerio de Jesús fue todo lo contrario, cuando Jesús hablaba, la gente de todas clases le oía, Wesley deseaba cerrar la brecha entre la Fe real y la gente real, es decir, que la Fe llegara a todos sin distinción.
  13. Wesley se dio cuenta de un patrón preocupante, sin el apoyo y el estímulo intencional, las personas que se convertían pronto se apartaban, porque, los “nuevos” se veían obstaculizados por los permanentes lideres, legalistas y formalistas, que generaban masivas deserciones de los fieles.
  14. Juan Wesley vislumbro que la cabeza líder ministerial (el mismo) no tenía todas las aptitudes y/o habilidades para llevar al 100% la tarea, delegar ciertas misiones o funciones a laicos, en medida de sus posibilidades y capacidades, no solo completaba la falta de pericia o de conocimientos del mismo Wesley o ministros, sino totalizaba la obra en un esquema completo que daba frutos de crecimiento numérico y espiritual.
  15. Sin parecer contradictorio, no se hablaba de una doctrina o teología metodista, Wesley, ponía en practica la teología del cristiano, del verdadero hombre y mujer que, siguiera firmemente la vida modelada por Jesús, amando a Dios y al prójimo con todas las fuerzas y el entendimiento, por tanto, una doctrina metodista podría alejarse de la identidad del cristianismo en sí, porque se habla de un cambio radical del ser humanos, y no del diseño de una estructura de gobierno en una Iglesia.