<strong>EL PUENTE DE LA SALVACIÓN</strong>

EL PUENTE DE LA SALVACIÓN

Pensando en todas las cosas que Dios me ha dado, y viendo lo importante que son para todos los diferentes puentes, EL SEÑOR puso en mi corazón que todo es, o debe ser, una verdadera enseñanza. Veo que todos nos alegramos al llegar el tiempo llamado “puente”, que es de algunos días de la semana de trabajo que se juntan con los días de descanso y todos nos alegramos; además esperamos esos días con gusto y muchas veces con ansiedad y curiosamente todos decimos lo mismo: Los quiero o me sirven para descansar. Me pregunto: ¿Estamos todos cansados? y digo: ¡Qué bueno es tener ese puente!

Curiosamente encuentro otros puentes, como los que se utilizan para cruzar algún río, que en ocasiones es muy caudaloso. Y me digo, qué bueno es tener también esos puentes. Luego viene a mi mente otro puente: es el que nos sirve para cruzar una frontera y entrar a otro país. Me da mucho gusto saber que podemos entrar a otros países a través de un puente.

Ahora veamos: todos estos puentes son obra de los hombres, por lo tanto no son perfectos; son útiles únicamente aquí en el mundo, además de que en ocasiones hay que pagar para cruzarlos. Pero Dios, en su infinita misericordia para todos nosotros, nos ha proporcionado UN PRECIOSO, UN SUFICIENTEMENTE GRANDE, UN MAGNÍFICO Y PERFECTO PUENTE; y además, COMPLETAMENTE GRATIS. Un puente para descansar, un puente para cruzar el río caudaloso de nuestras vidas, un puente para cruzar la frontera  al País Celestial. Me preguntarás: ¿Cómo puede ser esto?

Las Sagradas Escrituras (la Biblia) nos dicen en el libro de Mateo 11:28,29: Venid a mí todos lo que estáis TRABAJADOS Y CARGADOS y yo os haré DESCANSAR. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis DESCANSO para vuestras almas. Si te encuentras muy cansado, por la razón que sea, ven ahora a los pies de Cristo. Él es el único que te puede hacer DESCANSAR. Dios nos ha proporcionado ese puente que es JESUCRISTO para hacernos descansar. 

Si no puedes cruzar el río de tu vida, por ser muy caudaloso en pecados, en sufrimientos, en angustias, en vicios, en desesperaciones, en todas estas cosas por las cuales tu río es caudaloso y no lo puedes cruzar, entonces recuerda lo que dice la PALABRA DE DIOS en Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna

No te PIERDAS en tu río de pecado. Cree en JESUCRISTO, el Hijo de Dios. Él será el puente para que todos tus pecados sean perdonados, para que todas tus angustias, todas tus desesperaciones y todos tus vicios desaparezcan. CREE EN JESUCRISTO y tu río será de aguas cristalinas: cruza el puente. En Juan 14:6 nos dice: Jesús le dijo: yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Jesucristo es el Puente para llegar al Padre. 

¿Quieres cruzar el puente para ir a la Patria Celestial? ¡Puedes hacerlo tan fácilmente! Cree en las promesas del SEÑOR JESUCRISTO cuando nos dice en Juan 14:2,3: En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, USTEDES TAMBIÉN ESTÉN. Así que es tan fácil llegar algún día a la Patria Celestial: JESUCRISTO ES EL PUENTE DE NUESTRA SALVACIÓN PARA:

hacernos descansar,
perdonar nuestros pecados,
y para tener entrada en el Cielo.
¿Qué mejor puente podemos tener en nuestras vidas?

Que el Señor te bendiga.

Marilú Martínez
Septiembre 27 de 1986.


SEMBLANZA:

Su nombre legal es María Guadalupe Martínez Elizondo, pero todos la conocen como Marilú Martínez Elizondo. Nació en Monterrey. Tiene más de 45 años de ser miembro de la Iglesia Metodista de México y actualmente asiste a la Iglesia Príncipe de Paz en San Pedro Garza García, N.L. Es una mujer de fe, ama a la iglesia, ama a sus hermanos y el Señor le ha dado el privilegio de poder hacer escritos para exaltarle.