Nuestra propia Reforma
Iniciamos este número dando honor a la figura de un varón distinguido dentro y fuera de nuestra Iglesia Metodista. Nos referimos al hermano Luis Rublúo Islas, quien partió a la presencia del Señor el pasado 17 de octubre, y de quien incluimos una semblanza escrita por Oswaldo Ramírez González, presidente de la Sociedad de Estudios Históricos del Metodismo en México. El hermano Rublúo fue director de este periódico de 1986 a 1990, cuando tenía por nombre Presencia Metodista, según publicación aparecida en El Evangelista Mexicano (2020). Damos gracias a Dios por la vida y ministerio del hermano Rublúo, un referente para los escritores en el ámbito evangélico y el secular, y oramos pidiendo fortaleza y paz para toda su familia.
No podemos dejar pasar el notable hecho que recordamos precisamente el 31 de octubre de este 2022: los 505 años de la Reforma Protestante. Hacemos memoria de que hace precisamente cinco años, en 2017, la Iglesia Metodista de México tuvo dos grandes acontecimientos: la edición de un libro en colaboración de la Sociedad de Estudios Históricos del Metodismo en México y El Evangelista Mexicano; y la celebración de un congreso nacional en la Iglesia La Trinidad, en Monterrey, N.L., que constituyó un gozoso encuentro para reflexionar sobre el alcance de esta reforma, un parteaguas en la historia de la fe cristiana.
Hablando del libro, titulado precisamente 500 años de la Reforma Protestante (2017), diremos que es una oportunidad de escuchar prestigiadas voces evangélicas sobre diversos temas relacionados con este asunto. Recomendamos ampliamente su lectura; ésta sería una buena forma de celebrar tan significativa fecha. Por otro lado, quizá no podemos hacer otro congreso, pero se nos ocurre reflexionar en lo que para nosotros significa hablar del movimiento iniciado por Martín Lutero, y qué nos puede inspirar a hacer.
Preguntamos a varias personas qué palabra o palabras les venían a la mente al hablar de Reforma Protestante, y estas fueron algunas respuestas: “renovación”, “Lutero”, “volver a las sendas antiguas”, “volver a la iglesia primitiva”, “las 5 solas: SOLA FE, SOLA PALABRA, SOLA GRACIA, SÓLO JESÚS, SÓLO GLORIA A DIOS”, “resurge la fe”, “valor y fe”, “conociendo la verdad”, “retomando la verdad”, “un llamado a la santificación”, “una oportunidad para recibir la gracia de Dios a través del conocimiento de la Palabra de Dios”. Todas ellas reflejan aspectos que surgieron del mover iniciado por este monje alemán, y nos preguntamos entonces: ¿qué hizo entonces él, que nosotros podamos repetir ahora? ¿Realmente podríamos hacer una reforma a partir de nuestra experiencia con Cristo y su Palabra, como ocurrió con Martín Lutero?
¿Qué hizo él?: tuvo una experiencia cercana con Dios a través de la lectura de su Palabra, lo cual cambió su manera de pensar. Descubrió una situación de pecado que había en su tiempo y con una voz profética la puso al descubierto, usando los medios que entonces tenía a su alcance. Lo demás fueron reacciones que otras personas tuvieron a esa postura manifestada por él, pero eso fue básicamente lo que hizo, y que nosotros también podemos hacer hoy día (toda proporción guardada) en nuestro círculo de influencia.
La relación con el Padre, Hijo y Espíritu Santo a través de nuestra devoción personal y en comunidad nos confronta, incomoda y revela aspectos de nuestra vida que hay que cambiar. Dios pone en nosotros el querer como el hacer, por su buena voluntad. Y cuando empezamos a obrar conforme el Espíritu Santo nos indica, entonces vemos como individuos -y como iglesia- esa reforma que trastorna lo que está fuera de la voluntad de Dios y nos hace entrar en el orden de Dios.
Hoy podríamos manifestar nuestra inconformidad con muchos aspectos negativos que vemos en nuestra sociedad: violencia, sí; injusticia, también; además de la degeneración moral provocada por una ideología, la de género, que promueve la muerte de inocentes, la negación de la identidad como hombre o mujer, y nos dice que podemos ser nuestro propio dios, “construyendo” nuestra identidad a partir de la cultura. ¿Cómo hacerlo, cómo inconformarse y buscar un cambio?: una forma de empezar es dialogando.
Como un ejemplo, en estos días tuvimos oportunidad de asistir a un foro de la Iglesia Metodista donde se trató el tema del aborto desde una perspectiva bíblica y científica, y se subdividió al auditorio en grupos coordinados por un moderador, para recibir las impresiones y preguntas que naturalmente surgieron. La conclusión general fue: sí, es necesario orar intensamente y ayunar para que se frene esta conducta contraria a la voluntad de Dios; pero esta oración y este ayuno nos deben llevar a tomar acciones que hagan oir la voz de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, y a mostrar soluciones concretas como alternativa para las mujeres que se ven sometidas a la terrible disyuntiva entre si tener a su hijo o no tenerlo, acompañándolas en el proceso de obrar conforme a la voluntad de Dios para sus vidas y las de sus bebés, igualmente valiosas las dos. Este sería un ejemplo de algo similar a lo que hizo Lutero: darnos cuenta de una situación de pecado, exponerla y actuar tomando la parte de responsabilidad que nos toca para su solución.
Han pasado más de cinco siglos de aquel 31 de octubre de 1517, pero la necesidad de una reforma en nuestra vida personal y como comunidad de fe nunca termina. Manifestar la disposición humilde para cambiarnos y cambiar lo que no entre en el orden de Dios a nuestro alrededor: ésa sería nuestra propia reforma.
Le invitamos a leer todos los escritos que aparecen en esta edición de finales de octubre de 2022. Cada una de las colaboraciones representa la libertad que tenemos para expresarnos como individuos y como comunidad, algo que obtuvimos gracias al movimiento de Reforma Protestante. También le animamos a compartir sus opiniones en el espacio que viene al final de cada escrito: tenga por seguro que serán leídos y publicados, luego de un proceso de moderación. Es parte del diálogo que este medio de comunicación quiere fomentar con sus lectores.
Fuentes
S/A (2020, 15 de octubre). Sobre la historia de nuestro periódico. El Evangelista Mexicano. https://elevangelistamexicano.org/2020/10/15/sobre-la-historia-de-nuestro-periodico/
EEM/SEHIMM (Ed.). (2017). 500 años de la Reforma Protestante. Ciudad de México, México: Casa Unida de Publicaciones, S.A.DE C.V.
Excelente y mucha bendiciones para todos los que colaboran.
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