Obituario

Obituario

Semblanza a la memoria de Luis Rublúo Islas (1940-2022).

Oswaldo Ramirez González

“Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, 
aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que cree en mí, 
no morirá eternamente” Juan 11:25-26

Nacido en la Ciudad de México; por razones afectivas se considera oriundo de Real del Monte, debido a que los dos fueron originarios de dicho poblado minero hidalguense; Abraham Rublúo Calva y Romero y María de los Ángeles Islas Clava. Cabe señalar que su padre fue un hombre destacado en la vida pública y política de su entorno; diputado y colaborador de varios gobernadores estatales, así como presidente municipal de Mineral del Monte en dos ocasiones, 1926 y 1952.

Su vida en la iglesia inició prácticamente desde su arribo a este mundo, ya que fue presentado a los 40 días de nacido en la congregación “El Divino Redentor” de la colonia Peralvillo. Posteriormente la familia se trasladó al templo de la colonia Portales “Bethel” en donde fue bautizado. Aunque sus inicios formales en la escritura los llevó a cabo en la escuela secundaria durante su adolescencia, él afirmó que sus inicios como escritor germinaron desde la Escuela Dominical, pues lo que aprendía lo convertía en obras de teatro. Uno de sus primeros cargos dentro de la Iglesia Metodista y que lo acercó aún más a la literatura fue cuando se le nombró como director de “Presencia”, órgano oficial de la Iglesia Metodista a nivel nacional.

Nuestro amado Hno. Luis tuvo una atracción cuasi innata hacia el mundo literario. Desde temprana edad mostró gran interés por la escritura, la poesía y la historia. Siendo aún adolescente, a sus 15 años publicó el 5 de agosto de 1956 su primer artículo en el periódico escolar Calmécac perteneciente al instituto donde realizaba sus estudios preparatorianos. Un año después, bajo la dirección del Dr. Guillermo Chavolla Contreras, dio su primer discurso en la Academia Tacubaya, que tiempo después sería La Academia Mexicana de la Juventud. Estudió la carrera de Leyes, la cual concluyó en 1963. 

Posteriormente ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM para estudiar Historia. Hombre culto y de su tiempo, quien no conforme con el conocimiento de leyes y procesos históricos también estudió biblioteconomía y archivonomía en la Secretaría de Comunicaciones. La profesionalización de estas actividades le permitió también, entre otras cosas, ser el Director de Archivo e Historia de la Iglesia Metodista de México, en cuya función recopiló, ordenó, escribió y rescató varias fracciones de nuestra historia escrita.

Su amor hacia la escritura sólo era comparado con su rectitud, disciplina y temor de Dios. Sólo fue contrastado por quien en vida fue su compañera, amiga e inspiración, la Hna. Judith Chávez, con quien contrajo nupcias en 1973, dama que fue la excepción en el Centro Hidalguense de Investigaciones Históricas (SEINHAC), fundado formalmente con investigadores varones, y en el cual fue aceptada debido a su empeño y profesionalismo.

La obra del Hno. Rublúo ha sido publicada tanto en revistas nacionales como internacionales; a dicha actividad extendió sus horizontes al colaborar también en varios diarios de circulación nacional como Excélsior, El Universal y Novedades. Este camino por las letras se complementó con más de 60 libros de su autoría, dentro de los que destacan “Retrato de Vicente García Torres”, “Bibliografía mexicana sobre la Navidad”, “Sahagún y los refranes de los antiguos mexicanos”, “Letra que cantaron los ángeles” y “El sueño de un fauno”, entre otros. En la actualidad se encontraba trabajando en tres tomos sobre Mineral del Monte. El primer tomo lleva el título “Real del Monte virreinal”, publicado en 2020.

Dentro de su trabajo como ensayista destacan “Tradiciones y leyendas hidalguenses” y “Narrativa hidalguense”. Su incansable esfuerzo para sumar ideas y encumbrar los trabajos de colegas más jóvenes le motivó en proyectar e incentivar la tarea de la literatura e historia; como prologuista algunos de sus últimos trabajos fueron “Peregrina. Una historia en Real del Monte” de Keila Ochoa Harris (2014) y “150 de la misión metodista en México. 150 biografías breves” de Alán Sánchez Cruz (2022).

La académica de las letras, la historia y literatura lo distinguió más de una vez como un hombre proactivo e innovador. Fue custodio del recinto monumental de Sor Juana Inés de la Cruz (1981 a 1983) y cronista de Nepantla. Recibió las Palmas Académicas, concedidas por la Academia Nacional de Historia y Geografía (1974). Premio Nacional al Mérito Histórico “Capitán Alonso de León”, concedido por la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística (1976). Premio Estatal de Ciencias y Bellas Artes en el Estado de Hidalgo (1980) por su trayectoria histórico-literaria. Premio Nacional de Periodismo Cristiano, otorgado por la Asociación Mexicana de Periodistas Cristianos (1989). Premio de Humorismo de la Fundación Khan de México (1990) y recientemente galardonado con la Presea “Dr. Gonzalo Báez Camargo”, distinción al mérito académico, historiográfico de la historia metodista, otorgado por la Sociedad de Estudios Históricos del Metodismo en México (febrero de 2022).

Otros nombramientos son: Miembro de la Asociación Mexicana de Genealogía y Heráldica, donde ocupó el sillón número uno; miembro de la Academia Nacional de Historia y Geografía de la UNAM, de la que fue Secretario General desde 1972; Vicepresidente del Colegio de Literatura, del Instituto Mexicano de Cultura  (por nombramiento expreso del Señor Presidente de la República) y correspondiente de varias Academias de la Historia de Hispanoamérica; Director de la Casa Hidalguense de la Cultura y Jefe del Departamento de Acción Cultural durante el mandato del gobernador Lic. Jorge Rojo Lugo (1978-1981); Decano de la Sociedad de Estudios Históricos de la Iglesia Metodista de México y presidente vitalicio y uno de los fundadores de la Academia Hidalguense de la Historia, de la cual aún fue partícipe y asistente en su Cincuenta Aniversario el pasado 12 de octubre, celebrado en la ciudad de Pachuca.

Quienes lo conocimos sabemos que deja un gran hueco en las filas del intelectualismo hidalguense, así como en la de los historiadores y cronistas metodistas. Su ejemplo y trabajo son un faro que será una guía de inspiración para continuar con su obra. Extrañaremos la pasión con la que solía hablar de temas. En lo personal extrañaré aquellas llamadas regulares que solíamos hacernos cada semana desde hace algunos meses, las cuales eran un deleite interminable de anécdotas, consejos y enseñanza. Nadie pensaría que ese reencuentro en el que con gran alegría nos pudimos saludar y charlar brevemente en la capital hidalguense apenas cinco días antes de su partida sería un adiós en este mundo y una incierta espera para nuestro siguiente reencuentro en la patria celestial. La mañana del lunes 17 de octubre nuestro hermano, compañero, amigo y colega falleció en su casa ubicada en la colonia Portales, muy cerca por cierto de su amada iglesia local. Gloria a Dios por tan notable varón    

¡Presente en el Cielo, Hno. Luis!


Fuentes

ESCORZA, Daniel. “Luis Rublúo. El historiador y su entorno”, en El Hidalguense, Año i, agosto de 2015, México, número extraordinario. Sistema de Información Cultural del Gobierno de México, https://sic.cultura.gob.mx 

GONZÁLEZ, Nathali. “Fallece historiador hidalguense Luis Rubluó”, en La Jornada Hidalgo, 17 de octubre de 2022. Nota consultada en la página electrónica www.lajornadahidalgo.com 

OCHOA, Keila (2014). Peregrina. Una historia en Real del Monte, Grupo Milamex, México.

RODRÍGUEZ, Donato (2022). Lic. Luis Rublúo, manuscrito. Puebla, México.

RUBLÚO, V.M. (2022). Obituario Luis Rublúo  [jpeg]. Martes de Ópera, A.C. , https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=rm&ogbl#inbox/FMfcgzGqRGdGJZgBdkFHwfbtVLgNZCXt?projector=1&messagePartId=0.2

SÁNCHEZ, Alán (2022). 150 de la misión metodista en México. 150 biografías breves, Publicaciones del Sesquicentenario, Casa Unida de Publicaciones (CUPSA), México.

Un comentario sobre “Obituario

  1. Un gran historiador, siempre será recordado por sus aportaciones históricas a la iglesia metodista.
    Sólo una pequeña aclaración, la iglesia metodista de la colonia Peralvillo se llama El Divino Redentor y no El Buen Pastor.
    Saludos y bendiciones

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