Ernestina Gutiérrez.
Corresponsal Evangelista Mexicano.
Conferencia Anual de México.
A propósito de los 150 años del Metodismo en México, es inevitable traer a la memoria toda nuestra historia, esa que nos ha traído hasta aquí y de la cual estamos por demás orgullosos, de eso no me queda duda alguna. Y lo digo porque yo misma soy descendiente de los fundadores de la Iglesia Metodista en donde me he congregado por más de 22 años, y si de algo me siento orgullosa es de eso.
Podría también mencionar todos los logros obtenidos en todos estos años, pero también estoy segura que ya lo conocemos, porque si en algo nos hemos enfocado es en recordar todo eso. Pero precisamente eso me lleva a preguntarme ¿Qué logros han impactado en el mundo hoy? ¿Quiénes somos para el mundo hoy en día?, ¿No estaremos viviendo sólo de “Glorias pasadas”? y ¿eso es lo único que nos mantiene vigentes en nuestros días?
Estoy segura que no ha de ser fácil guiar, pastorear la iglesia de hoy, en días difíciles, días de turbulencia; pero tampoco creo que haya sido fácil en aquél tiempo. Necesitamos conocer las deficiencias y los desaciertos de la iglesia y las consecuencias que dichos desaciertos han traído, para que de esa manera nosotros podamos saber qué hacer en nuestros días. Que podamos unir esfuerzos, de manera que todos podamos contribuir a rectificar el curso de la Iglesia. Cuando reviso parte del panorama de la iglesia, me doy cuenta que muchos pastorados fueron accidentados, algunos debido al orgullo y falta de integridad; otros debido a conflictos entre pastores y miembros; otros por agotamiento físico, emocional, y espiritual extremo, y lo menciono simplemente como fruto de mi experiencia en conversaciones con pastores y miembros de diferentes edades.
Este tiempo precisamente debería llevarnos a pastores, líderes y miembros, a tener en cuenta que no solamente es importante el contenido de la fe ni la historia, de lo cual me queda claro que estamos demasiado orgullosos, sino ¿cómo nos hemos conducido en relación a ese contenido de la fe y de la historia en la que hemos llegado a creer? y qué estamos ahora proclamando, porque muchas veces el contenido de la fe no ha sido más efectivo justamente porque el comportamiento de aquellos que hemos creído le ha quitado brillo a la gloria del Evangelio, por lo menos delante de los hombres.
150 años al menos a mí me lleva a preguntarme: ¿La Iglesia Metodista necesita ser reformada? Yo diría que absolutamente; y no sólo la Iglesia Metodista, la Iglesia Evangélica en sí misma lo necesita, pero hoy no me meteré en eso. Sin embargo, creo que hoy es por la Sola Gracia que aún estamos, o existimos. Y no digo que no haya nada que celebrar: simplemente creo que así como hemos sido una iglesia llena de vida, también llena de dificultades, tomando a la Iglesia de Corinto como referencia en el Nuevo Testamento. Ninguna iglesia tiene un catálogo de problemas tan variado como lo es Corinto, muchos problemas; pero a pesar de todos sus problemas, estoy convencida de que si un creyente no es capaz de ver lo que Pablo pudo ver en la Iglesia de Corinto será prácticamente imposible que pueda avanzar en su vida cristiana, y firmemente creo que es lo que hoy es necesario que hagamos como Metodistas en México.
El creador de esta Iglesia es Dios. Y algo que debemos tomar en cuenta al celebrar este aniversario es que Dios es el dueño absoluto de ella. Fue Él quien movió los hilos de la providencia para que hoy haya un grupo de creyentes Metodistas en México exaltando Su nombre y proclamando el Evangelio. Hemos sido objeto de una extraordinaria obra de Gracia.
Por que de él, por él y para él son todas las cosas…