¿Tienes Memoria?
¡Sí la tengo, no la he perdido! ¿Y qué has hecho
Con los recuerdos, por los que llorabas noche, y día?
Un día fui a los pies de Jesús
Y le conté mi vida entera.
Entonces tomó aceite. Y empezó a curar mis heridas
Una a una.
Y me dijo con una dulce voz:
Hoy he sanado todas tus heridas;
y aunque las recuerdes,
ya no dolerá ni volverás a llorar por ellas.
Entonces tomó mi mano
Y me dijo: levántate; y me ayudó a ponerme de pie y
Me dijo.. dame tu mano, no
Me sueltes jamás.
Caminemos juntos los dos
Porque yo te he prometido
Que estaré contigo hasta
Tu final y más allá en la
Eternidad.
Rocio Soto Hernandez.