¡¡Memoria!!

¡¡Memoria!!

¿Tienes Memoria?
¡Sí la tengo, no la he perdido! ¿Y qué has hecho 
Con los recuerdos,  por los que llorabas noche, y día?

Un día fui a los pies de Jesús 
Y le conté mi vida entera. 
Entonces tomó  aceite. Y empezó a curar mis heridas 
Una a una. 

Y me dijo con una dulce voz: 
Hoy he sanado todas tus heridas;  
y aunque las recuerdes,
ya no dolerá ni volverás a llorar por ellas.

Entonces tomó mi mano 
Y me dijo: levántate;  y me ayudó a ponerme de pie y 
Me dijo.. dame tu mano, no 
Me sueltes jamás. 

Caminemos juntos los dos
Porque yo te he prometido 
Que estaré  contigo hasta 
Tu final y más allá en la 
Eternidad. 

Rocio Soto Hernandez.