Una mirada diferente al Salmo 23

Una mirada diferente al Salmo 23

La capacidad de traducir de una lengua a otra es todo un reto interpretativo. El traductor de un texto interpreta desde su contexto y para el contexto de quienes pretende trasmitir la traducción. Por más “objetivo” que quiera ser un traductor no puede quitarse su bagaje cultural, social y personal, ni puede quitar el bagaje de los receptores de la traducción. Así, los traductores bíblicos a lo largo de la historia han interpretado los textos sagrados vertiendo en sus traducciones parte de su personalidad y, al mismo tiempo, han tomado en consideración la personalidad de sus receptores.

En la presente traducción estoy consciente de que hago una re-interpretación sobre las palabras hebreas del Salmo 23. No con esto pretendo justificar esta interpretación, sino reconocer que mi traducción es también una interpretación desde un contexto personal.

Para traducir el Salmo 23 estaré usando el texto hebreo de la Biblia Hebraica Stuttgartensia(BHS) de 1977. De las muchas versiones del Antiguo Testamento en hebreo, la Biblia Hebraica de Stuttgart es la mejor aceptada entre los traductores, por su profunda revisión de los eruditos en el hebreo bíblico. Decidí comparar mi traducción con la versión Reina-Valera 1960(RVR1960) ya que es la traducción más utilizada por las iglesias protestantes y evangélicas.

Reina-Valera 1960Biblia Hebraica Stuttgartensia 1977Traducción Personal
1. Salmo de David. Jehová es mi pastor; nada me faltará.מִזְמוֹר לְדָוִד יְהוָה רֹעִי לֹא אֶחְסָר׃1. Salmo de David. Yahweh mi pastor, no me falta.
2. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.בִּנְא֣וֹת דֶּ֭שֶׁא יַרְבִּיצֵ֑נִי עַל־מֵ֖י מְנֻח֣וֹת יְנַהֲלֵֽנִי׃2. En magníficos pastos Él me recuesta; junto a aguas tranquilas Él me conduce.
3. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.נַפְשִׁ֥י יְשׁוֹבֵ֑ב יַֽנְחֵ֥נִי בְמַעְגְּלֵי־צֶ֝֗דֶק לְמַ֣עַן שְׁמֽוֹ׃3. Mi vida Él me restaura; en senderos justos (ando) por Su nombre.
4. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.גַּ֤ם כִּֽי־אֵלֵ֨ךְ בְּגֵ֪יא צַלְמָ֡וֶת לֹא־אִ֘ירָ֤א רָ֗ע כִּי־אַתָּ֥ה עִמָּדִ֑י שִׁבְטְךָ֥ וּ֝מִשְׁעַנְתֶּ֗ךָ הֵ֣מָּה יְנַֽחֲמֻֽנִי׃4. Incluso cuando camino en Valle Sobra de Muerte, no temo mal cuando Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me estremecen, Él me consuela.
5. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.תַּעֲרֹ֬ךְ לְפָנַ֨י׀ שֻׁלְחָ֗ן נֶ֥גֶד צֹרְרָ֑י דִּשַּׁ֖נְתָּ בַשֶּׁ֥מֶן רֹ֝אשִׁ֗י כּוֹסִ֥י רְוָיָֽה׃5. Tú preparas delante de mí (una) mesa frente a mis adversarios; Tú unges de aceite mi cabeza, mi copa rebosa.
6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.אַ֤ךְ׀ ט֤וֹב וָחֶ֣סֶד יִ֭רְדְּפוּנִי כָּל־יְמֵ֣י חַיָּ֑י וְשַׁבְתִּ֥י בְּבֵית־יְ֝הוָ֗ה לְאֹ֣רֶךְ יָמִֽים׃6. Sólo bien y misericordia me acompañan todos (los) días mi vida y mi reposo (es) en (la) casa de Yahweh por largos días.
*Las Palabras entre paréntesis se agregan para hacer más clara la lectura

El salmo está dividido en dos partes: en la primera parte (vv. 1b-4) el salmista personifica a Yahweh como un pastor, en la segunda parte (vv. 5-6) lo personifica como el anfitrión de una casa. En ambas secciones se mencionan bienes dispuestos por Dios para las ovejas y los comensales; pero el énfasis no recae en dichos bienes materiales, sino que se exalta la presencia del Señor en la vida del escritor bíblico, animando la confianza de él en Yahweh.

Al inicio del Salmo 23 nos indica la posible autoría de dicho salmo: “Salmo de David”. Todos pensaríamos que el rey David es el autor porque el mismo texto lo dice y también la tradición hebrea da la autoría a David; pero la partícula hebrea לְ (le) se puede traducir en dos sentidos: por un lado, es “de”, dando sentido a que el salmo fue escrito por David; y por el otro lado es “para”, dando a entender que otro fue el autor y dedicó este salmo a David. En lo personal me quedo con la tradición hebrea que pone como autor al rey David ya que éste tuvo una vida pastoril en su juventud y conocía bien ese contexto.

La base textual para la mirada que propongo del Salmo 23 se encuentra en el versículo 1b. donde la expresión hebrea לֹא (lo´) es una partícula de negación, la cual en nuestro español se traduce generalmente como “NO”, un rotundo no. Esta negación absoluta no hace énfasis en las cosas que Dios pueda proveer, sino se refiere a que la compañía del Señor no falta en ningún momento de la vida. No tiene el mismo sentido traducir “nada me faltará”, lo cual expresa confianza en la provisión de bienes por parte de Dios, que traducir “no me falta”, lo cual refleja seguridad en la presencia genuina y continua de Yahweh. Por lo anterior, en esta re-interpretación del Salmo 23, la experiencia del escritor sagrado no se enfoca en las cosas o los bienes que Dios pueda darle, sino en la presencia misma del Señor, real y constante, a lo largo de la vida.

El versículo 2 menciona dos bienes: los pastos y las aguas; los cuales son provistos por Dios y sirven para el sustento de la oveja. Pero los verbos no enfatizan que la oveja coma y beba de esos bienes, sino enfatizan que Dios conforta y guía por los mejores lugares. Si bien, son excelentes pastos para comer y aguas completamente adecuadas para beber, no son lo importante para el salmista; lo importante es la acción de Dios que conforta “me recuesta” y que guía “me conduce”. Los pastos y las aguas pasan a segundo término, porque es más importante para el escritor bíblico la acción de Dios para bendición de la vida. Los pastos del versículo 2 no son un bien de consumo sino un lugar de reposo para la oveja necesitada de paz. Del mismo modo el agua tampoco es de consumo, sino que al caminar junto a esas aguas tranquilas la paz de Dios se hace más palpable.

El versículo 3a no deja duda alguna de esta interpretación al señalar que Yahweh es quien restaura la vida del salmista. La palabra hebrea  נַפְשִׁ֥י(nafeshi) puede significar ser, persona, alma, vida o fuente de deseo, lo que más se anhela. Así que esta porción señala que la esencia de la persona del escritor bíblico es restaurada por el Señor con el fin de que pueda caminar en las sendas justas “por Su nombre” (v. 3b), que en un contexto hebreo el nombre es la esencia de cada ser vivo. Entonces, para hacer más clara esta afirmación: el escritor es restaurado en su propia esencia por la esencia de Dios (Su nombre) y esta restauración le permite caminar por sendas justas gracias a que la esencia del Señor interviene en la vida del salmista haciéndolo justo, poniendo la justicia de Dios en la vida del salmista.

Gracias a esta restauración en la esencia del escritor bíblico, él puede confiar plenamente en que su vida es acompañada por Yahweh. Aun cuando su caminar lo lleve al Valle Sombra de Muerte, no tiene miedo porque sabe en su esencia que Dios está con él (v. 4a). La expresión hebrea בְּגֵ֪יא צַלְמָ֡וֶת (begei´ tzalemavet) “Valle Sombra de Muerte” puede referirse al reino de la muerte o lugar de los muertos (sheol), pero lo más seguro es que se refiera a un paraje rocoso, sinuoso y con muchos precipicios situado al sur de Jericó por donde eran conducidos los rebaños de pastoreo en el medio oriente. No es claro si el salmista es llevado por Dios a ese Valle Sobra de Muerte, o son sus decisiones las que lo llevaron a ese lugar, o las circunstancias de terceros lo encaminaron por dicho Valle. Por tanto, al escritor bíblico lo que le interesa afirmar es que su seguridad y confianza están puestas en Yahweh bajo cualquier sendero que se tenga que transitar por muy oscuro, escarpado o dificultoso que pueda ser.

Si unimos lo anterior con la expresión “tu vara y tu bastón me estremecen” (v. 4b) podemos interpretar a simple vista que fue el salmista quien, en sus decisiones, se encaminó al Valle Sombra de Muerte. Ante el desvío del escritor bíblico, el Pastor divino tiene que usar su vara (rama flexible pero consistente) y su cayado (madero largo y rígido) para que reaccione de su mal andar y pueda regresar a las sendas justas del versículo 3b. Este sentido del texto no está acorde con el contexto del resto del Salmo. Es necesario interpretar el “estremecimiento” que experimenta el salmista ante la vara y el cayado del Gran Pastor como un animarse, recibir fortaleza, para continuar su camino a pesar de estar atravesando el Valle Sombra de Muerte; de este modo Dios da nuevas fuerzas al salmista a través de su presencia continua manifiesta en la vara y el cayado, otorgándole aliento, seguridad y confianza cuando atraviese cualquier otra circunstancia adversa.

A partir del versículo 5 la personificación de Yahweh es la de un Anfitrión espléndido que no escatima nada, ni a Él mismo, para ofrecer seguridad al salmista. En el versículo 5a podemos observar la provisión de bienes “preparas… una mesa”; pero la mesa no se dispone solamente para degustar, sino para que el salmista se sienta fortalecido delante de aquellas personas que le son contrarias; la mesa se dispone para recobrar fuerza y poder hacer frente a las maquinaciones de los adversarios. Una vez más los bienes pasan a segundo término porque lo importante es la acción de recibir el vigor divino para hacer frente a los adversarios; no con el fin de devolver mal por mal, sino para hacerles frente bajo la misericordia y justicia de Yahweh.

En la misma línea interpretativa, el acto en que Dios personalmente unge al salmista con aceite pretende expresar la cercanía del Anfitrión divino. Normalmente el acto de ungir a un rey, sacerdote o profeta lo llevaba a cabo otro ser humano; pero en el versículo 5b es Yahweh mismo quien realiza la unción del salmista, Dios se acerca al escritor bíblico para ungirlo y llenarlo de paz frente a la mirada de los adversarios. Es importante señalar que la palabra hebrea דִּשַּׁ֖נְתָּ (dishaneto) también puede expresar la abundancia del aceite derramado sobre la cabeza de escritor bíblico. Dios derrama abundante serenidad y consuelo (representados en el aceite) en la cabeza, de donde manan los pensamientos del salmista. En lugar de tener pensamientos de preocupación o temor, tiene pensamientos de paz al ser ungido por la mano de Yahweh

Esta abundancia se confirma al final del versículo 5 (5c), en la figura de una copa de vino completamente llena hasta el punto de estar derramándose. La presencia de Yahweh es visible para el escritor bíblico como un Anfitrión ampliamente generoso, que no escatima en absoluto al dar fortaleza (la mesa), dar serenidad (la unción) y dar bendición (la copa) al salmista.

Dando continuidad a la interpretación que vengo compartiendo cito el versículo 6a: “Sólo bien y misericordia me acompañan todos (los) días mi vida”. Aquí los bienes materiales no están presentes en el vivir cotidiano del salmista, sólo el bien y la misericordia son la perfecta compañía en el diario andar del escritor bíblico. Para el escritor sagrado el bien y la misericordia son tesoros de mayor valía que el oro, la plata o cualquier otro bien. Por ello, la presencia de Dios se pone de manifiesto a través de estos dones que acompañan al salmista todos los días de su vida. 

En la misma línea interpretativa está el versículo 6b que dice: “y mi reposo (es) en (la) casa de Yahweh por largos días”. La completa satisfacción y reposo del escritor bíblico radica en habitar en la casa de Yahweh por la mayor cantidad de días posibles, en esta expresión su confianza no está puesta en los bienes que posea o que pueda poseer. El salmista anhela habitar en la casa de Yahweh para estar en su presencia; así, el pleno reposo del escritor sagrado radica en estar morando con su Anfitrión divino el resto de su vida y hasta la eternidad. Entendamos que la casa de Yahweh no es como el cielo cristiano anhelado, sino que es el templo de Jerusalén donde habita la presencia de Dios y, por tanto, es en esa casa de Yahweh que el salmista obtiene su reposo al encontrarse frente al Señor.

Para finalizar, amados hermanos y hermanas, al presentarles esta mirada del Salmo 23 no pretendo invalidar lo que otros traductores han realizado por siglos, sino propongo otra manera de entender nuestra relación con Dios. No pueden estar equivocados miles de traductores cuando traducen el Salmo 23; sencillamente mi interpretación es diferente, y que el mismo texto en hebreo posibilita la validez de ambas interpretaciones.

Cursando las materias en el seminario tuve las herramientas para traducir e interpretar el Salmo 23, y me di cuenta de que el texto pone mayor énfasis en la relación con Dios, dejando de lado el buscarlo por los bienes que nos pueda dar. Así que pensé: “muchas veces volteamos la vista al Señor pidiendo sólo bienes o cosas que necesitamos (Dios generosamente siempre los va a proveer), pero en el afán de buscar esos bienes olvidamos al Dador de toda buena dádiva, olvidamos a Dios”. Así que ahora, mis hermanos, al volver a leer el Salmo 23, no pensemos en los bienes que nos pueda proveer el Señor, sino que busquemos la estrecha relación con Dios; así como el salmista puso énfasis en su relación con el Señor, nosotros también busquemos esa misma comunión con el Pastor y Anfitrión de nuestras vidas.

Pastor Iván Flores Canales.